Alejandro Fantino no se lo esperaba. Reconoció estar emocionado y movilizado, aunque inquieto porque a horas de casarse con Coni Mosqueira, la producción de Animales sueltos había decidido que esa noche el programa fuera diferente. Ale iba a ser el entrevistado y su entrevistador, una figura sorpresa. No supo de quién se trataba hasta que vio entrar al piso a alguien al que ya considera un amigo: Gabriel Rolón, el psicoanalista y escritor con quien tantas veces dialogó -aunque en roles opuestos- y hasta compartió una charla en el Luna Park.
Fantino y la modelo bahiense pasarán por el Registro Civil de calle Castelli a las 11:30, con la premisa de sellar el amor rubricando el vínculo ante la ley.
“Entienden todo”, dijo Ale, reconociendo la elección acertada de la producción antes de abrazarse con Rolón. Y empezó una charla, en la que por esta vez hasta intercambiaron las sillas, que tenía algo de entrevista y algo de sesión de análisis.
“No sabés lo movilizado que estoy, es un paso re importante en mi vida”, le dijo Fantino sobre su inminente boda. “Te casás, Ale”, le dijo Rolón y le preguntó la edad. “51”. Siguió Gabriel: “Hay un tango de Cacho Castaña que dice ‘voy llegando a los 50, punto y coma de la vida’. Es decir, la coma te deja seguir un poco de largo en una oración, el punto es más largo, la espera del punto te detiene. El punto y coma es que no podés seguir tan de largo, pero tampoco se termina acá, no es un punto final. ¿Sentís que es como un punto y coma en serio de la vida?
Ale tomó el disparador y contó las sensaciones que lo embargan en este momento de su vida. “A mí los 50 me pegaron fuerte y hermosamente a la vez. Primero llegué a la conclusión claramente de lo que ya no quiero. Más que lo que quiero. Lo que quiero todavía no lo tengo muy en claro, porque quiero muchas cosas y básicamente lo que quiero de esas muchas cosas es transitar la vida lo más calmamente y felizmente posible. Y por supuesto con buena salud”, comenzó explicando Fantino, que hace una semanas confirmó su alejamiento de la señal ESPN, en medio de una fuerte polémica con otras figuras de la señal. Y a eso hizo alusión. “Aprendí en este tiempo que llegué a los 51, aunque ya me venía pasando a los 49, a los 50 y ahora fue notorio, es que hay gente con la que no quiero trabajar más. Hay lugares en los que no quiero trabajar más, hay formas en las que no quiero trabajar más. Hay gente con la que no con quiero compartir más un minuto de mi vida y quiero dedicar lo que me quede a estar con gente con la que quiero estar, con la que soy feliz, me hace bien y le hago bien”.
Después ya empezó a hablar de su amor por Coni Mosqueira, a quien le propuso matrimonio hace unos meses en Grecia. “Hay una frase de Kipling, a quien vos habrás leído mucho más que yo, que decía “Dios, no podía estar en todos lados al mismo tiempo en el mundo, por eso creo a las madres”. Yo trataría de agregarle una parte más a esa frase y diría que además si vos encontrás a la mujer de tu vida, no solamente creó a las madres, sino que también creó a tu esposa. Yo siento que Dios creó a una mujer con la que yo voy a ser feliz casado. Ya lo soy de novio y este tiempo que viene quiero estar dedicado a ese momento, que cada momento sea “el” momento entonces. Ya no es por plata; vos sabés que yo no soy rico, sabés que vivo bien. Quiero trabajar por felicidad con la gente que quiera felicidad y por sobre todas las cosas estar al lado de una persona como Coni lo que el tiempo me depare para vivir en este plano”.
En ese tramo de la charla, Rolón le destacó que haya tenido la claridad para descubrir cuáles son las cosas que ya no quería para su vida, una instancia previa a ese desafío superior de descubrir que es lo que sí desea. “Es angustiante también – acotó Alejandro-. porque dentro de lo que quiero está lo que me pasó también en el último tiempo, cosas malas y cosas buenas. Dentro de lo malo está la partida de mi papá. Yo sé que lo pude disfrutar todo lo que lo disfruté, pero hay cosas que no pude llegar a disfrutarlas porque le entregué gran parte de mi vida a mi carrera. Yo no voy a morir por mi carrera, eso también lo tengo claro. Yo estoy feliz con mi carrera, con lo que me ha pasado y lo que me pasa. Pero terminé dándome cuenta que en los últimos 15 años, por ejemplo, no tenía la posibilidad de estar mucho tiempo con mi vieja o con mi viejo, con mi hijo Nahuel que el viernes viene a mi casamiento con la novia. Entonces más allá de la partida física de mi papá, mi mamá decidió venir a probar Buenos Aires, que es tremendamente difícil probar Buenos Aires a los 83, como tiene mi vieja, feliz con Claudia que la cuida. Se fue acomodando todo en este último tiempo. El tema de la llegada de mi mamá y el tema de cómo se me fue ordenando todo en la vida en estos últimos años. Te diría que me tendría que poner una piedra en el zapato para tener un problema, como decían en mi pueblo”.
Cuando Rolón le marcó que no es la vida la que se ordena sino que uno es el que ordena su vida, Fantino reflexionó: “Vos entrás y salís a este sistema. Es anormal que te conozca mucha gente, es anormal salir en televisión, es raro. Yo empecé en esto a los 20 años, vine a Buenos Aires a estudiar periodismo deportivo y tengo 51 y estoy charlando con vos, en vivo, dos días antes de casarme. Dentro de toda esta anormalidad que acepté, que viví como pude, y que disfruto porque yo no reniego de esto que me pasó. Yo estoy muy feliz, agradezco a la gente que del otro lado me dio la posibilidad de llevar 25 años de carrera. Me propuse que si hay un punto menos de rating en lo que viene, si hay un Martín Fierro menos, si hay un poco menos de, no sé si llamarlo éxito, porque tampoco tengo muy claro, que es el éxito en televisión, si los 23 puntos que está haciendo ahora Gran Hermano o salvar una vida con una nota. Pero hay algo que se llama éxito y que en televisión todos entendemos más o menos qué es. Los años que me quedan, Gaby, quiero vivirlos un poco más. No volver al interior, porque también me lo planteé. Ahora yo no pienso por mí solo porque me estoy por casar y y somos dos, pero pensé también en algún momento incluso antes de conocerla a Coni ‘si me vuelvo otra vez, no, a mi pueblo, pero a Santa Fe, me instalo allá y vengo a hacer algún programa en la semana’. Dije ‘no, porque también soy de acá, tengo 51, pasé 29 acá”.
Cuando Rolón le preguntó qué consejos, qué mandatos de su padre se había traído en el bolso cuando a los 20 se vino de Santa fe a trabajar a Buenos Aires, Ale no dudó: “Hay que laburar para vivir bien, decía mi viejo, no más que eso. Hay que laburar para darte los gustitos que te quieras dar y no laburar para construir más de lo que necesites”. Yo tengo 30 años de carrera y he visto crecer a mucha gente alrededor mío, gente que laburaba conmigo, jefes. Y yo no he dado el gran salto, o sea, me ha ido bien, no me quejo, pero incluso soy de aquerenciarme, valoro las relaciones, eso me quedó de mi viejo. Laburá poco, pero laburá donde te haga sentir bien laburar con gente que te haga sentir bien”.
“Freud decía -acotó Gabriel- que la sanidad o la felicidad se conseguían cuando alguien tenía dos pilares que lo sostenían: el amor y el trabajo. Alguien con quien amar, no solo a quien amar sino con quién amar, y un trabajo. La pareja agrega ciertas cosas, porque ahi se juega al erotismo ni más ni menos. Uno debe erotizar su vida para que la vida tenga un sentido. Bueno, tengo si tengo estas dos columnas soy un hombre que podría llamarse feliz o que podría empezar a trabajar tranquilo para construir esa felicidad. Bueno, claramente vos hoy la la pata del amor la tenés es extremadamente lograda y creo que estás cuestionando mucho esta otra, por lo cual es posible.”
“Soy un un ser que amo fuerte. Yo el amor lo juego en serio, Gaby. Por eso yo abracé con mucho amor, mi carrera y en este caso abrazo esta decisión de vida,. Aclaro que no dejo nada, voy a seguir trabajando, pero si está el cumpleaños de mi suegra y mi suegra quiere que esté o el cumpleaños de mi madre, el 13 de diciembre…. Me ha pasado hace muchos años. Me acuerdo de mi vieja que dijo ‘voy a hacer una fiesta´’ y ese día había un aniversario de Boca y me pidieron en donde yo laburaba que por favor, y no fui al cumpleaños de mi vieja porque estaba el aniversario de Boca. Había ganado una Copa no me acuerdo… Hoy no te faltaría el cumpleaños de mi vieja ni que sea Messi campeón y le haga cinco goles a Brasil en la final. Me juego el amor plenamente”.
La entrevista siguió con una pregunta muy profunda de Rolón, de esas que llevan a uno a pensar lo que tal vez nunca pensó.
“Vos sabés por qué amás a Coni, ¿sabés por qué ella te ama vos? ¿No te lo preguntaste?”
Alejandro buscó la respuesta en su interior y arriesgó: “Será mi enorme apego a que la gente que esté cerca mío sea libre, sea feliz y se pueda realizar en todo sentido. Si mañana Coni me dijera que se quiere ir a vivir a Uruguay, yo iría porque no soy el centro del mundo, no soy el centro de mi pareja, no soy el dueño de mi pareja ni el dueño de la vida de nadie. Entonces lo juego en cada acto eso, no es que te lo estoy diciendo acá que lo haría. Y creo que eso se nota y la gente que me conoce y mis amigos y la gente cercana a mí, saben que me juego permanentemente cuando me quiero jugar. Entonces creo que eso es una cosa que Coni amó, lo notó y lo captó en mí desde un primer momento. Es difícil Gaby, para nosotros, laburando en este medio, no sé si lo has sentido, que la gente confíe y enseguida se abra con nosotros. Porque no sabe qué puede haber atrás y más todas las cosas que se pueden llegar a decir, con redes sociales y todo. Siento que básicamente Coni ama eso de mí.”
Fuente: Pronto.