Según aseguran desde el Gobierno, no todas las empresas de tarjetas de crédito implementaron aún la medida, a un mes de su anuncio.
Un mes después de su anuncio, en los últimos días comenzó a funcionar el esquema de dólar turista especial para extranjeros que usen su tarjeta de crédito y que les reconoce un tipo de cambio a precio MEP, una medida que, esperan, sirva para bajar la brecha entre el dólar oficial y el Bolsa por una oferta mayor en ese mercado.
De manera más lenta que lo previsto, el sistema de pagos comenzó a implementar el nuevo tipo de cambio más favorable para visitantes del extranjero, algo que había sido anticipado la semana pasada por el presidente del Banco Central Miguel Pesce.
La operatoria que permite un dólar más alto para los turistas se basa en una habilitación especial de la autoridad monetaria, que permite liquidar divisas en el mercado paralelo. La medida, según aseguran en el equipo económico, tiene un doble objetivo más ligado a la macro, que se desprende de una formalización mayor de los gastos del turismo receptivo.
En primer lugar, de acuerdo a cálculos de funcionarios del equipo económico, en el último año se estima que hubo unos USD 2.500 millones de gastos provenientes del turismo receptivo, pero que solo USD 375 millones terminaron por alimentar las reservas de la autoridad monetaria.
Desde el Gobierno estiman que el turismo receptivo podría, cuando la medida funcione a un 100%, aportar con un ingreso de entre USD 200 y USD 250 millones mensuales. Como referencia, sin el dólar turista nuevo y con el nivel de brecha cambiaria de los últimos meses, ese promedio rondaba los USD 30 millones.
En los despachos oficiales circulan otras estimaciones: que para lo que resta del año podrían entrar por la misma vía unos USD 1.100 millones, una cifra que no es menor para la frágil situación de reservas. No implicará, igualmente, un refuerzo de reservas netas, sino de manera más indirecta. Eso se explica en que la forma en que sumará divisas el Banco Central es por la vía de la contabilización de depósitos en moneda extranjera, lo que hará crecer solo las reservas brutas.
La otra pata macroeconómica de esta medida es la de la brecha cambiaria. En el Gobierno creen que habrá una mayor recaudación de impuestos por el consumo con tarjetas más alto por una formalización mayor de la actividad turística, y una presión hacia la baja de la brecha cambiaria. El elemento que influiría en ese sentido sería que la mayor oferta de dólar MEP que se habilita por este esquema de dólar turista supere a la demanda y tire hacia abajo esa cotización.
De todas formas, en el Banco Central aseguran que no todas las empresas de tarjetas de crédito con clientes del exterior tienen ya implementado en su totalidad el sistema nuevo y ofrecen a los tenedores de plásticos esa cotización más conveniente para sus gastos en la Argentina.
Una fuente de Mastercard señaló que los consumos realizados con sus tarjetas de débito, crédito o prepagas emitidas en el exterior a partir del 2 de diciembre “serán alcanzados por el beneficio establecido por el Banco Central”.
“Estamos trabajando para que esta solución provisoria esté vigente próximamente y los consumidores vean los impactos en sus cuentas posteriormente, en un período de tiempo razonable” agregaron en la compañía.
Por su parte, desde Visa aseguraron a este medio que “están listos para la implementación”. Desde la Cámara de Tarjetas de Crédito y Compra (Atacyc) no respondieron a una consulta sobre el estado de la implementación del dólar para turistas extranjeros. “La regulación está vigente. Las empresas pueden ofrecer el beneficio a sus clientes. Solo las operaciones del viernes las van a ajustar en estos días. Se supone que desde esta semana es automático en cada operación”, mencionó una fuente oficial con conocimiento de la puesta en marcha del sistema.
El tipo de cambio diferencial más favorable para el turista se explica por un permiso reglamentado del BCRA a las empresas procesadoras de pagos con tarjeta. Con esa habilitación, la obligación de liquidar las divisas que les ingresen a los 5 días de recibidos podrán hacerlo a un precio de dólar Bolsa en lugar del tipo de cambio oficial.
Los turistas pagan en dólares a las tarjetas y las tarjeteras venden esos dólares en la Argentina a través del mercado financiero y luego le pagan en pesos a los comercios o servicios. Es para crédito, débito y también para las prepagas.
No es el primer intento que hace el Gobierno para tratar de captar una mayor parte de los gastos de turismo receptivo y formalizarlos. Hubo dos antecedes de medidas con el mismo espíritu pero que no funcionaron. Con este nuevo esquema, así, ni el visitante ni el comercio ni los operadores turísticos locales deberán hacer trámites o ir a una caja de un banco a cambiar sus divisas por pesos.
La cuestión del ingreso de divisas de turistas extranjeros al mercado formal de cambios representó un problema real para la escasez de divisas que experimenta el Banco Central. De acuerdo a estimaciones oficiales, solo el 15% de los gastos de turistas con tarjeta fueron formales, mientras el resto se realizó en efectivo y pasó por fuera de los canales del sistema financiero.