La Secretaría de Comercio pretende formalizar los convenios.
Como parte de su estrategia para atenuar la suba de precios en los próximos meses y generar un pequeño alivio en el bolsillo de los consumidores en el mes de las Fiestas, el Gobierno busca firmar esta semana un nuevo acuerdo de precios. En este caso, con unas 25 marcas de calzado deportivo para que los precios bajen entre 15% y 20% hasta fin de mes, según confirmaron fuentes oficiales y privadas.
El ministro de Economía, Sergio Massa, y el secretario de Comercio, Matías Tombolini, se habían reunido hace diez días con el sector ante un pedido del gremio del calzado frente a la preocupación por los problemas productivos que está generando la falta de insumos importados. En ese contexto, los funcionarios les pidieron una baja en los precios, especialmente en las zapatillas, de hasta 20% durante diciembre, y luego establecer un sendero de ajuste acotado por 120 días. Trascendió que el Gobierno pretende acordar, a partir de enero, un aumento de 3% por mes hasta abril
Si bien desde Comercio transmitieron que buscan avanzar mañana con la firma de los acuerdos, en las empresas aseguran que están trabajando contrarreloj en una contrapropuesta. “Escuchamos la oferta del Gobierno y la estamos analizando con las áreas comerciales, no sólo qué descuento se puede hacer sino en qué productos”, dijeron en una de las principales empresas del sector. Una opción es que sea en los artículos de mayor rotación, informaron cerca de Tombolini.
Los precios de las zapatillas de las marcas internacionales superan, en algunos casos, los 40.000 pesos. Los modelos más costosos son, en su gran mayoría, netamente importados, mientras que otros son ensamblados localmente, por fábricas que contratan las marcas para que les produzcan. Pero todos los insumos necesarios para fabricar el calzado (básicamente, la capellada y la suela) provienen del exterior, por lo que la falta de dólares y, por ende, de aprobación de las importaciones (SIRAs) son un verdadero problema para esta industria.
De hecho, en agosto pasado, Dass, la empresa que le fabrica zapatillas a Nike y Adidas, amagó con despedir a 100 personas en su planta de Eldorado, en Misiones, por falta de insumos, aunque finalmente el proceso no prosperó porque intervino el Ministerio de Trabajo. De todos modos, la fábrica sigue teniendo serios inconvenientes y preocupa el abastecimiento para los próximos meses. “Estamos trabajando con en cronograma irregular, no es de lunes a viernes”, aseguraron en la empresa. En el caso de Adidas, la producción se realiza en la planta de Coronel Suárez, que por ahora continúa produciendo, aunque con luces amarillas.
Con el calzado, el Gobierno está apelando a la misma estrategia que utiliza con todos los sectores que necesitan dólares con urgencia. Aunque está claro que no hay disponibilidad inmediata para todos, encontró la forma de lograr algunas rebajas de precios, con la promesa de que si colaboran con la baja de la inflación, aparecerán las divisas más rápidamente.
Los empresarios tienen claro que eso no es viable de forma generalizada, pero no tienen demasiada alternativa que aceptar la rebaja o el congelamiento de precios por un tiempo y esperar, de esa forma, una mayor flexibilización de las SIRAs. Lo mismo les pasó a las empresas de consumo con el programa Precios Justos. El Gobierno les prometió que si entraban al programa tendrían mejores condiciones en la aprobación de los permisos para importar, pero finalmente las demoras con la liberación de los permisos y con los plazos de pago siguen existiendo.
En cuanto a los precios del calzado, si bien integra un rubro, junto con indumentaria, que a octubre acumuló un 121% de aumento interanual, desde la Cámara del Calzado aseguran que el precio del calzado salido de fábrica se incrementó mucho menos que la inflación. De acuerdo con un estudio realizado por la entidad, a septiembre habían trepado 68%, cuando el IPC acumulaba 80 por ciento. Pero las marcas, tanto de ropa como de calzado, tienen otros costos y márgenes de rentabilidad.