El fervor mundialista de los marroquíes se apagó en Al Bayt con el 0-2 que simbolizó su despedida.
El sueño fue hermoso mientras duró. Marruecos hizo historia en la Copa del Mundo Qatar 2022 y pisó las semifinales. Aunque el trabajo no está terminado, ya que este sábado se medirá contra Croacia con el tercer puesto en juego, el hito conseguido por los africanos puede llegar a marcar un antes y un después para los seleccionados de su continente. Pero además de la notoriedad futbolística, a la par estuvieron sus fanáticos en las tribunas, formando una de las hinchadas más ruidosas del Mundial que terminará este domingo. Y los simpatizantes marroquíes ya eligieron a su favorito para la final.
Heridos en su orgullo, secando lágrimas en su rostro pero con la frente bien alta y las palmas rojas de tanto aplaudir a sus jugadores, los fanáticos de Marruecos padecieron el 2-0 de Francia (goles de Theo Hernández y Randal Kolo Muani) y enseguida cambiaron la visión para lo que viene. Obviamente prometen llenar la capacidad del estadio Internacional Khalifa, donde a partir de las 18 (hora de Doha) irán por el podio en la Copa Mundial contra los croatas. Y también estarán pendientes de lo que ocurra al día siguiente con Argentina y Francia, los clasificados al duelo definitorio.
Por identificación con la forma de expresar su pasión en las tribunas, por cultura y costumbres, por la relevancia que le dieron a esta competición, por los miles de kilómetros que tuvieron que recorrer y hasta por sentirse en igualdad de condiciones frente a la mirada de reojo desde el Viejo Continente, los marroquíes apoyarán a Argentina en la final del domingo. Por las formas en las que se llevó a cabo el cotejo y el resultado que impidió que el elenco dirigido por Walid Regragui tuviera chances de llevarlo al suplementario hasta el final, el epílogo en Al Bayt fue relajado. Sobre todo si se lo compara con lo que habían sido los minutos anteriores (y ni hablar las dos series eliminatorias ante España y Portugal, en la que Marruecos dio sendos batacazos).
Así como en todos los estadios de cada uno de los 62 partidos que se llevan disputados en la Copa del Mundo, hubo algunas camisetas dispersas en las tribunas. Algunas exhibidas por locales, indios o de países aledaños. Pero también hubo decenas de argentinos en la semifinal entre Marruecos-Francia. Un fanático del seleccionado africano, todavía apesadumbrado por la decepción del tanteador adverso, se distinguió entre la muchedumbre camino al metro a dos argentinos y les hizo referencia a la final: “Destrúyanlos. Tienen que ganarles. No soporto a Mbappé y los franceses”, fue la áspera arenga en idioma inglés.
Un padre de familia, junto a su esposa y su hija, se atrevió a hablarle a otro argentino que daba vueltas con una bandera: “Ustedes son mejores que Francia. Tienen un equipo muy fuerte. Sin dudas que el domingo van a ganar la Copa”. La respuesta, en la misma sintonía, fue de un pulgar arriba y buenos augurios para el encuentro por el tercer y cuarto puesto ante Croacia.
No es un dato menor que tanto Argentina como Marruecos fueron los dos países que más entradas solicitaron en las últimas rondas. La Albiceleste, con fanáticos en todas partes del mundo (sobre todo por la idolatría por Lionel Messi), jugó a cancha llena en casi todas sus presentaciones, incluidas las 88.966 personas que observaron en vivo en Lusail el 3-0 a favor frente a los croatas. Y los marroquíes no estuvieron lejos, siendo mayoría en cada compromiso y resultando verdaderamente insoportables para cualquier oponente: cánticos en todo momento desde los cuatro costados, silbatina furiosa ante cada ataque rival y aliento en cada movimiento ofensivo a favor.
La marea roja fue tal que tanto en los duelos contra España, como ante Portugal y en la semifinal frente a Francia, los efectivos de seguridad se multiplicaron en los alrededores del estadio (incluso en Al Bayt, de esta noche, que está más alejado y tiene accesos más complejos). Policía montada, seguridad privada, efectivos con escudos antidisturbios y múltiples y extensos cordones en los que se exigieron los tickets de antemano. Esa historia y operativo se repetirán este fin de semana.
Pese a que no le haría falta para ejercer la localía que marcó en los últimos partidos, entre las 90 mil personas que presenciarán la final del mundo entre Argentina y Francia seguramente aparezca alguna bandera roja con la estrella verde (símbolo del Islam) de Marruecos que hará fuerza por la Albiceleste.