Se consolidó este mes el rebote inflacionario de enero, según las estimaciones privadas que proyectan el IPC actual levemente por encima del de enero.
Los datos de inflación no dan respiro al equipo económico. Tras conocerse el alto registro de 6% de enero, las mediciones preliminares muestran que también durante este mes los precios siguen avanzando sin tregua y arrojan dudas sobre un escenario económico caracterizado por la retracción del nivel de actividad.
De base, el indicador de febrero ya arranca recalentado con al menos 2 puntos adicionales, tanto por la suba de los precios de los alimentos como por los servicios públicos, sobre los que ya se anunciaron aumentos.
En la categoría alimentos y bebidas, que en enero anotó una suba por encima del índice general, con 6,8%, impactará esta vez de manera plena el encarecimiento de la carne. Como mínimo, aportará 1 punto a la inflación, aunque, muy probablemente algunas décimas más, arriesgan en algunas consultoras.
Es que, según la ponderación del Indec, 1 punto porcentual es lo que acumula el IPC cada 10% que sube en promedio el precio de la carne para los consumidores, pero el porcentaje del aumento de las últimas semanas posiblemente haya sido mayor. En cualquier caso, esa incidencia se sumará a una evolución de precios de toda la división que ya venía acelerando, lo que quedó demostrado en las planillas oficiales y lo que el Gobierno atribuyó a cuestiones estacionales como las sequías o las heladas. Ninguno de esos factores mejoró, al menos por ahora, marcadamente.
En cuanto a los servicios públicos, se oficializaron aumentos de las tarifas de electricidad entre 17% y 29%, con ajustes que abarcan a usuarios residenciales, comercios e industrias.
Entre ambos factores, la inflación de este mes ya acumula 2 puntos extra, lo que hace corregir al alza las proyecciones de inflación de gran parte de los analistas que participan del relevamiento del Banco Central.
“Todo parece indicar que el 6% de inflación en enero dio por finalizado el proceso de desinflación de noviembre que se mantuvo por poco en diciembre y hay algunos factores que suman pesimismo para el futuro inmediato”, afirmó Consultatio en su último informe de balance semanal.
El reporte a clientes destaca que “gran parte de las fuertes subas de la carne vacuna quedaron concentradas en la última semana del mes, con lo cual el dato de enero parece no haberlas captado plenamente (el arrastre para la inflación de febrero podría ser de hasta 1%), mientras quedan por delante aumentos de precios regulados que ya fueron anunciados (implicarían casi un 1% adicional en febrero), además de que las restricciones a importaciones se siguen profundizando y eso seguramente termine afectando a los precios”.
En la misma línea, la consultora LCG advirtió que “por tercera semana consecutiva”, en la segunda semana de febrero la carne fue el precio que más incidió en el rubro alimentos con aporte de 1,3 puntos porcentuales al índice general.
Otros rubros también presionarán al índice de inflación. Por caso, el impacto de las cuotas de la medicina prepaga es un capítulo aparte ya que la segmentación propuesta para el rubro no cuajó y la mayor parte de los afiliados recibirá un aumento de 8,21%, lo que también contribuirá a que el índice se ubique en niveles similares a los del mes pasado. Es lo que refleja, al menos, la medición de Ecolatina que entre la primera quincena de febrero recogió un incremento de 6,1% respecto a los primeros 15 días del mes pasado.
“El IPC GBA mostró un crecimiento del 6,1% entre la primera quincena de febrero y el mismo período de enero, dando cuenta de que el rebote inflacionario de enero se estaría consolidando”, anticipó la consultora, que agregó un dato preocupante: lo que más aumentó en su medición fue la inflación núcleo, con un incremento de 7,3% en las primeras dos semanas. La inflación o IPC núcleo refleja, a decir del propio Banco Central en un comunicado en el que fundamentó su decisión de mantener sin cambios la tasa de interés, “el comportamiento más tendencial del nivel general de precios”, al excluir precios regulados, estacionales y/o con un importante componente impositivo.
“La aceleración mensual en el ritmo de aumento del IPC se explicó casi en su totalidad por aumentos en las categorías estacionales (fundamentalmente verduras y turismo) y regulados (especialmente transporte, gas y comunicación), mientras que la inflación núcleo, que refleja el comportamiento más tendencial del nivel general de precios, se ubicó en un nivel similar al de diciembre (5,4%, +0,1 p.p.)”, sostuvo el Banco Central el jueves último.
Sobre esa base, entonces, la aceleración de más de 2 puntos capturada por el relevamiento de varias consultoras, indica un debilitamiento del argumento de la autoridad monetaria para seguir manteniendo la tasa de interés de política monetaria en 6,25% de mensual si apunta a mantener un colchón de tasa real positiva más robusto para evitar mayores presiones cambiarias e inflacionarias.