Juan Mercatelli, Comandate de la Aviación Naval Argentina, estuvo presente en los estudios de Primero Bahía sobre el día de la Aviación Naval.
«Nos encuentra en un 4 de mayo expectantes, los cambios son constantes. Cuando estudiaba para ingresar a la escuela naval, veía los circuitos que hacían sobrevolando y me llamaba la atención, mi vida está acá en Bahía, el orgullo de ser el Comandante de Aviación Naval me motiva todos los días a poner el esfuerzo que le tengo que poner, para que esa mochila que tenemos nos motive aún más, es el motor que encuentro para que el trabajo de todo el equipo se movilice y se active», comenzó diciendo Mercatelli.
Además dijo que «Parte de la inquietud natural que tiene toda amante del vuelo es que quiero algo más, mejor, actualizarse, pero para eso hay que moverse, este estilo de gestión está movilizado por el fondo nacional de Defensa, es una herramienta que tenemos que explotar, renovar los medios que hacen a la defensa nacional. Nosotros amortizamos los bienes que adquirimos pero ya estamos en la necesaria renovación, la decisión política y priorizar en como lo van a invertir y de que forma es un trabajo de todos los días».
«Hay motores estratégicos ya definidos, la Antártida es una, la presencia de la aviación naval nos permite y nos exige estar presentes. El año pasado nos permitió adquirir dos helicópteros, totalmente digital, con acondicionamientos nuevos y esos hoy están en vuelo. Hoy tenemos compartiendo al comandante de la Aviación Uruguaya, hemos formado pilotos brasileros, uruguayos, paraguayos, chilenos, el nivel de contacto es el necesario, de operación es lo que nos permite el presupuesto y que hoy esté el comandante demuestra que hay una hermandad y de compartir el mismo lenguaje», consideró el Comandante de la Aviación Naval.
Continuando sobre el trabajo que realizan consideró que «esto se basa en estar listo, disponer de medios de defensa, uno no puede improvisar, puede utilizar lo que se tiene pero no se improvisa, hay que estar preparados para eso, cinco meses antes se recibieron los aviones y los misiles y se prepararon para eso, no estaban solos, había otra rama, los exploradores que tenían mucha experiencia y eso muestra el trabajo en equipo. La Armada permite, desde el inicio mismo interactuar con un buque, con un avión o helicóptero y los infantes de Marina, eso permitió aceptar la información que les brindaban y atacar, eso cambio todo».
«Al avión no lo vieron, si tuvieron la amenaza del radar del avión, eso es una falla interna en el manejo de información. Llevamos 41 años y todavía se siguen abriendo las historias personales de los protagonistas. No se llega de un momento a otro ser un piloto», sentenció Mercatelli.