La decisión del oficialismo reduce las posibilidad de opciones electorales más negativas a los ojos del mercado.
Tras las contramarchas del cierre de las listas la definición de la candidatura de unidad en el oficialismo con la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi abona el terreno para consolidar el “trade electoral” que los analistas vienen advirtiendo y que se reflejó en las cotizaciones de los activos argentinos en las últimas semanas.
Aún con una dosis de incertidumbre acerca de quién será presidente a partir de diciembre, y una dosis aún mayor acerca de qué plan aplicará para estabilizar una economía sin anclas, la pelea electoral se encamina hacia lo que esperaban los mercados: los candidatos más competitivos permiten augurar que los próximos 4 años habrá un gobierno indudablemente más pro-mercado que el de Alberto Fernández. Esa simple presunción, unida a que los precios de los activos argentinos son todavía bajos, en especial para los bonos de la deuda, apunta a esperar la consolidación de las subas de los últimos días.
Jugar al anticipo
Así, tal vez pueda confirmarse aquel latiguillo que dice que los mercados siempre se anticipan. En la última semana, corta y muy intensa, lo cierto es que subió todo. El bono AL30 saltó 12% y los Globales lo hicieron entre 5 y 9 por ciento. Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street consolidaron su rally, con picos entre el 8 y 10% para Macro, Galicia o YPF. En la Bolsa porteña, el índice S&P Merval viene sosteniendo altos niveles intercalados con tomas de ganancias. El índice de las acciones líderes, en dólares, ya subió 16% en lo que va de junio y 38% en lo que va del año.
Las opciones electorales que generan mayores temores para el inversor son las que comienzan a perder espacio. Una de ellas era que compita una lista oficialista basada en el kirchnerismo puro, tal como representaba la candidatura de Wado De Pedro; la otra es el crecimiento de Javier Milei, quien más allá de su ideario liberal, genera enormes incertidumbres por no mostrar consolidación en su armado político ni claridad en su tan mentada propuesta dolarizadora. Un oficialismo unido debilita las chances del libertario. Que ambas opciones pierdan terreno empuja el optimismo del mercado.
Los resultados de las elecciones provinciales, aún con sus particularidades y los riesgos extrapolarlos al ámbito nacional, alimentaron la idea de que pese a la elevada inflación, la baja en las reservas y a los enormes desafíos macro sin resolver, el proceso electoral derivará en un escenario que para los precios de los activos será positivo. O, al menos, no tan negativo como en el pasado reciente. Un informe de Consultatio en las horas previas al anuncio señaló: “En la previa la inscripción de alianzas hace dos semanas la suba de los precios de acciones y bonos sorprendía porque se imponía sobre un panorama político muy fragmentado, con resultado electoral incierto. De cara a la definición oficial de candidaturas, el rally de precios continúa, con prácticamente todas las novedades recientes jugando a favor”.
El informe destacó que en los comicios de Chaco se resumieron los 3 cuestiones que son música para los oídos del mercado, en vistas a la elección nacional. El oficialismo del gobernador Jorge Capitanich perdió su centralidad. La opción “más disruptiva para el mercado” según Consultatio, que es la de Milei, prácticamente no tuvo apoyos. Y por último, ambas fracciones de Juntos por el Cambio bajaron los decibeles de su pelea interna, algo que se acentuó con el conflicto en Jujuy y la defensa al gobernador Gerardo Morales.
También se menciona allí un dato macro que “entusiasma al mercado”: los datos fiscales confirman que la respuesta del Gobierno a la falta de ingresos causada por la sequía fue ajustar el gasto en una magnitud destacable. “Desde que Sergio Massa asumió como ministro de Economía, el gasto cayó en términos reales en todos los meses con excepción de enero”, señaló Consultatio. En lo que va del año, el gasto primario cayó 6,8% contra igual periodo de 2022 y se espera que ese esfuerzo fiscal traiga sus beneficios en 2024 una vez que se produzca la normalización de los ingresos.
De este modo, una contienda entre ambos lados de la grieta que proponga al candidato más afín al empresariado en el oficialismo y una interna civilizada en Juntos por el Cambio, empuja a creer que los activos seguirán subiendo y que se puede apostar a títulos de la deuda que valen 30 dólares y pueden comprarse a un tercio de su valor.
La evolución de la campaña dirá que duración en el tiempo puede tener esa apuesta del mercado. El optimismo que genera la mejora en la oferta electoral, desde luego, no alcanza para solucionar los problemas de fondo y, mucho menos, las urgencias. En la misma semana corta en que se dispararon las acciones y los bonos, el Banco Central perdió otros USD 600 millones de sus reservas. Si tal como planea el ministerio de Economía, la semana próxima se pagarán USD 1.900 millones al FMI en forma adelantada, las reservas brutas caerán por debajo de los USD 30.000 millones por primera vez en los últimos 7 años.
La resolución del pase del Massa-ministro al Massa-candidato también conlleva definir la reformulación de las metas con el Fondo Monetario Internacional y la definición de su cronograma de desembolsos, algo que el mercado también seguirá de cerca.