Las dirigidas por Germán Portanova cosecharon el tercer punto en la historia de las Copas del Mundo.
Argentina se presentó en el Dunedin Stadium con la ilusión de sumar su primera victoria de la historia en un Mundial femenino. No lo consiguió, pero vaya que sus representantes dejaron el corazón. La Albiceleste igualó 2-2 con Sudáfrica tras remontar un 0-2. Y mereció más en el epílogo, en el que buscó con el último aliento, un triunfo que la acomodara en el Grupo G de la Copa del Mundo de Nueva Zelanda-Australia.
Linda Motlhalo y Thembi Kgatlana habían puesto en ventaja a las africanas aprovechando su velocidad y un par de errores en la retaguardia argentina. Pero con las modificaciones y mucho empuje, el seleccionado logró empatar a partir de las conquistas de Sophie Braun y Romina Núñez.
Tras el momento emotivo de los himnos, las conducidas por Germán Portanova salieron a buscar la hazaña con un esquema compuesto por una línea de cuatro, un doble cinco repartido entre Daiana Falfán y Lorena Benítez, tres volantes más ofensivas con Paulina Gramaglia, Estefanía Banini y Flor Bonsegundo; y una única punta: Mariana Larroquette.
Si bien las intenciones de las sudamericanas fueron las de llevar el duelo a la zona de Kaylin Swart, la primera acción de riesgo llegó mediante una asistencia de Linda Motlhalo para la velocidad de Hildah Magaia que Vanina Correa desactivó a tiempo.
La respuesta criolla no tardó en llegar. Un cabezazo que no llegó al destino deseado de Mariana Larroquette y la potencia ofensiva de Flor Bonsegundo por la banda fueron algunos argumentos que preocuparon al combinado liderado por Desiree Ellis.
La paridad se quebró a la media hora. Una desconcentración de Miriam Mayorga le permitió a Thembi Kgatlana picar la vacío y abastecer a Linda Motlhalo, quien festejó con suspenso debido a que en primera instancia su conquista fue anulada por una presunta posición adelantada de su compañera. Sin embargo, la revisión del VAR detalló que la demorada salida de la defensora argentina habilitó a la delantera sudafricana: 1 a 0.
La reacción sudamericana se basó en envíos aéreos para exponer las debilidades de la arquera rival. Las dubitativas respuestas de Kaylin Swart alimentaban la esperanza del empate, pero Flor Bonsegundo no logró capitalizar los errores de la guardameta. Además, el travesaño también jugó a favor de las africanas cuando Paulina Gramaglia envió un centro venenoso que rebotó contra el horizontal.
En el inicio del segundo tiempo, la selección albiceleste movió la alineación para ser más agresiva. Romina Núñez y Julieta Cruz ingresaron por Daiana Falfán y Lorena Benítez, pero continuó sufriendo con las réplicas, muchas veces a partir de errores propios. Como sucedió a los 20 minutos, cuando Cometti falló al pisarla de más en la salida y Thembi Kgatlana, la figura de las africanas, una pesadilla por despliegue y desequilibrio, tocó a la red y puso el 2-0.
Pero la Albiceleste nunca dejó de creer. Y menos con el salto al campo de Yamila Rodríguez por Paulina Gramaglia. La ex Boca, después de una semana difícil por las críticas que recibió por su admiración a Cristiano Ronaldo, ya había ofrecido características distintas en sus primeros instantes en cancha. Y se potenció con Érica Lonigro, que hizo su debut en este tipo de competencias.
A 16 minutos del final, el remate furioso de Sophie Braun (que pasó de la defensa a la mitad de campo, en un acertado cambio táctico del orientador) al ángulo de la arquera rival puso en partido a Argentina. Y fue un impulso inestimable, porque Sudáfrica sintió el impacto.
En consecuencia, a los 79′, Yamila Rodríguez, en función de wing derecha, lanzó un centro preciso para el cabezazo a un palo de Romina Núñez para revertir la caída.
La Selección no perdió un ápice de ambición. Por momentos dejando muchos espacios, con más empuje que fútbol, fue por el primer triunfo en la historia de los Mundiales. Incluso forzó a sus adversarias a que buscaran dormir el desarrollo, sobre todo en los cinco minutos de adición. El partido les quedó debiendo la victoria, más allá de errores o imprecisiones.
En la tercera y última jornada, Argentina se medirá con Suecia el miércoles 2 de agosto a las 4 de la mañana y, en paralelo, Sudáfrica chocará con Italia para darle cierre a la actividad en el Grupo G. Cabe destacar que sólo clasifican a octavos de final las dos primeras de cada zona, por lo que la Albiceleste deberá ganar para aspirar a clasificarse. Una tarea difícil teniendo en cuenta que las europeas son candidatas. Pero las africanas ya las pusieron en aprietos en el debut (cayeron 2-1). Y las conducidas por Germán Portanova ya probaron en Dunedin que son capaces de una hazaña.