Legisladores de Juntos por el Cambio, Córdoba Federal y Juntos por Río Negro analizaron posibilidades para llevar el tema al recinto el 23 de agosto.
La devaluación post PASO y la consecuente suba de precios en un contexto inflacionario agravó aún más el problema del acceso a la vivienda que la Ley de Alquileres no solo no ha logrado solucionar, sino que ha generado rechazo tanto en inquilinos como propietarios. En este marco, la oposición buscará la semana próxima modificar o derogar la norma sancionada en 2020.
Diputados de los bloques de Juntos por el Cambio, Córdoba Federal y Juntos por Río Negro mantuvieron este miércoles una reunión vía Zoom para analizar las posibilidad de conseguir el quórum suficiente para sesionar el miércoles 23 de agosto y discutir el tema en la Cámara Baja. Las bancadas opositoras mantienen diferencias con respecto a la legislación aprobada hace tres años.
El pasado 5 de julio legisladores opositores buscaron tratar sobre tablas la derogación de la Ley de Alquileres, sin embargo el intento fracasó y ahora Juntos por el Cambio y los demás bloques de la oposición reclaman una sesión para la semana próxima.
En el encuentro virtual de ayer por la tarde, los diputados Mario Negri de la Unión Cívica Radical; Carlos Gutiérrez, de Córdoba Federal; y Agustín Domingo, de Juntos por Rio Negro, comenzaron a evaluar las posibilidades que tienen para reunir el quórum de 129 diputados y tener esa mayoría para rechazar el dictamen de mayoría logrado por el Frente de Todos.
En efecto, el oficialismo tiene la decisión de mantener los ejes centrales de la actual ley, que establece tres años de convenios entre inquilinos y propietarios y una actualización anual de los valores que se acuerden entre las partes. Desde el FDT aún no definieron si darán quórum, aunque precisaron que sí está tomada la decisión de defender ese despacho, en el que se incluyen beneficios impositivos para los propietarios que destinen unidades para alquiler. Enfatizaron que la solución pasa por sumar incentivos para mejorar la oferta de viviendas.
Mientras que entre los bloques opositores no logran resolver si buscarán la reforma de la norma o impulsarán la derogación de la misma, como reclama gran parte de JxC.
No obstante, Juntos por el Cambio impulsó un dictamen de minoría donde propone contratos por dos años y una actualización de los convenios cada tres meses. En el bloque opositor hay legisladores que cuestionan el plazo de ajuste fijado para los alquileres, mientras que en otros espacios estarían de acuerdo en establecer que las actualizaciones se hagan cada seis meses.
Los diferentes bloques definirán cuántos legisladores pueden aportar para la posible sesión de la semana próxima y la postura que asumirán frente a la legislación.
Frente al escenario incierto, este jueves habrá un nuevo encuentro entre los referentes de los espacios opositores.
“Estamos muy preparados y organizándonos para el próximo miércoles 23 para tratar la modificación o derogación de alquileres, tal como pedimos en la última sesión que tuvimos. Ese es nuestro objetivo”, manifestó este miércoles Pablo Tonelli. El diputado del PRO señaló que confía y tiene “la esperanza” de alcanzar el quórum “y la mayoría para tratar las modificaciones o la derogación” de la norma.
“Es muy evidente que esta ley no dio los resultados esperados y ha generado problemas en el sector. Yo me opuse a la ley y lamentablemente se aprobó y el mercado se retrajo, con lo cual terminaron todos perjudicados”, agregó Tonelli.
Crece la preocupación en el sector luego de las PASO
Luego de las elecciones PASO el coletazo impactó en el acceso a la vivienda y se hizo sentir con fuerza dentro de un escenario que ya venía complejo: como destacó Infobae al comienzo de esta semana, se registran aumentos de 20% mensual para quienes firmaron un contrato nuevo o extensión, otros acuerdos se dolarizaron y por fuera de la Ley de Alquileres se pactan actualizaciones cada 3 meses.
Hoy, un departamento de 3 ambientes en la Ciudad de Buenos Aires tiene un valor de unos $250.000 por mes, un número alto para un asalariado que también sufre por una nueva devaluación desde el lunes.
Marta Liotto, presidenta del Colegio Profesional Inmobiliario (CPI) porteño, destacó a este medio que “estamos perdiendo clientes, porque muchos propietarios terminan pactando con sus inquilinos prórrogas o hacen nuevos contratos. Estamos muy preocupados y la realidad es que cuando hay malas leyes hay malos resultados”.
Emilio Caravaca Pazos, presidente de la Federación Inmobiliaria de la República Argentina (FIRA), dijo que “estamos muy preocupados y esperamos que el miércoles que viene en el Congreso Nacional se dé el primer paso para corregir lo que está mal. Creemos que los contratos deben volver a dos años de duración y encontrar otro tipo de ajuste que no perjudique tanto al bolsillo de los inquilinos”.
La opinión de los inquilinos
Semanas atrás, Ricardo Botana, presidente de la Unión Argentina de Inquilinos (UAI), comentó a Infobae que “volver a dos años de contratos sería una locura. Habría que reformar el artículo 14 de la ley y tratar de generar condiciones para que los propietarios sean seducidos para que vuelvan a destinar sus inmuebles en locación tradicional”.
Por su parte, Magalí Zirulnikoff, cofundadora de la Comunidad Federal Inquilina y No Propietaria, comentó que “volver a contratos a dos años es una regresión en derechos que vulnera la estabilidad en la tenencia de los hogares inquilinos sin que nadie, al día de hoy, pueda demostrar ni ofrecer garantías de cómo eso mejoraría la oferta del mercado, mientras la problemática está ligada con otros factores macroeconómicos que no van a cambiar milagrosamente. Es un simple intento de desregular para dar carta blanca a los abusos inmobiliarios a cambio de nada”.
Mientras que Diego Fernández Camillo, miembro de la Asociación Platense de Inquilinos, planteó que “es más fácil echarle la culpa a una ley (que no resolvió bien su índice de precios) en vez de hacerse cargo del gigante problema habitacional que existe en la Argentina. Volver a una forma contractual donde se prioriza el negocio en vez de un acceso justo al hogar para cada argentina y argentino, no es la solución. Cada dos años vamos a pagar honorarios a las inmobiliarias, eso es imposible que sea bueno para un inquilino. Y menos cuando sabemos que para entrar a nuestros hogares y acomodarnos, se tarda entre uno y tres meses, y para irnos tardamos lo mismo”.