El argentino fue parte de un desafío para obtener más alimentos para sus compañeros y encendió las alarmas por un malestar.
Durante la última semana, los participantes del reality español GH VIP debieron enfrentar una inusitada escasez de alimentos. Con un presupuesto limitado de 119 euros, los 17 habitantes de la casa tuvieron que gestionar sus recursos de manera austera. Sin embargo, como pasara en otras emisiones del ciclo en el mundo, en un intento por aliviar esta situación la producción presentó un desafío por el que podrían conseguir más alimentos.
Titulado Palmas o pagas, el reto consiste en presentarle a cuatro concursantes diversas opciones de comidas que van desde hamburguesas hasta pizzas, cada uno con un monto especificado. Cada uno de ellos elige un plato pero, para hacerse con el premio, debe comer un alimento oculto bajo una campana. Si el concursante no consume el alimento oculto, pierde la cantidad de dinero asignada al plato seleccionado. En caso contrario, se lleva el plato de comida sin perder dinero del fondo común.
Finalmente, Oriana, Laura, Jessica y Álex Caniggia fueron los seleccionados por la audiencia para tener la oportunidad de ganar alimentos adicionales. Oriana optó por un plato de panchos y, siguiendo las instrucciones del presentador Ion Aramendi, levantó la campana para revelar que abajo había sesos de vaca. Tras ello, Ion le recordó que tenía un minuto para terminar ese plato, momento en que la participante, entre arcadas, aceptó.
El disgusto y la impresión que le generaba no se podían ocultar de su rostro, y luego de escupir el primer pedazo, volvió a intentarlo, y tapándose la nariz con los dedos y acompañada de mucha agua, logró finalizar con el desafío impuesto. ‘’Por este esfuerzo Oriana, te doy las gracias, tus compañeros también y van a comer todos la comida americana y el precio final no baja, muy bien Oriana, gracias’’, le reveló el presentador.
Luego llegaría el tiempo de la presentadora Laura Bozzo, quien eligió un plato de chocolate para toda la casa. Para poder acceder a él, aceptó consumir testículos de toro, con menos impresión que la participante anterior. Luego, Jessica optó por una carne a la barbacoa y en cambio, debió consumir tres porciones de corazón de vaca, lo cual logró sin ninguna dificultad.
El último participante en este desafío fue Álex Caniggia, quien eligió pizza pero antes tuvo que enfrentarse a chinchulines hervidos. Tras ver el plato y olerlo su cara se transformó y se mostró reacio, pero el conductor del ciclo continuó arengándolo: “Estos son los intestinos de vaca, están cocinados, o sea que no te van a hacer nada malo”, aunque reconoció que “huelen fuerte”.
Debido a las dudas que se habían generado, le dieron un minuto para que reflexione y piense si lo consumiría o no, instante en que el mediático pidió la arenga del público. “¿La gente dice que coma? Mirá lo que es esto”, explicaba mientras se llevaba un pedazo cerca de su nariz para confirmar que no estaba tan buena la idea. Sin embargo, tras confirmarle que era el momento de que el reloj comenzara a correr, comenzó a comerlos con las manos, mientras sus compañeros se mostraban horrorizados por el espectáculo.
Realizado el desafío, Alex volvió a la casa con la satisfacción de poder compartir las pizzas con todos, aunque los problemas llegarían después: las horas pasaron y al participante se lo pudo ver a las pocas horas tirado en un sillón, con los ojos tapados, sin querer comunicarse con nadie y sin comer, lo que lo llevó a un ayuno debido a las molestias que sentía. Las redes sociales se volcaron a consultar cómo seguía la salud del mediático, que con el correr del tiempo comenzó a recuperar la salud.