Simpatizantes residentes en México que viajaron para alentar al Xeneize sufrieron la brutal emboscada: los patearon y robaron.
El clima de tensión en la previa de la final de la Copa Libertadores entre el Fluminense y Boca Juniors llegó a su punto crítico con la emboscada y el ataque de hinchas de la barra del Flu a los fanáticos que fueron a alentar al equipo xeneize a Río de Janeiro y disfrutaban de una tarde de sol en las playas de Copacabana. Este jueves se produjeron serios incidentes y simpatizantes del equipo argentino denunciaron que sufrieron golpes, robos y hasta represión policial.
Entre los perjudicados se encontraron tres fanáticos mexicanos que viajaron para alentar a Boca. “Esto no es fútbol. Nosotros viajamos desde México. Casi ocho mil kilómetros para vivir esta final. No es posible que nos hagan esto. No puede ser posible que estando en el Fan Zone nos hagan esto”, comenzó su relato uno de los damnificados que fue entrevistado por TNT Sports.
“Boca no se metía con nadie, vivía su propia fiesta. Tomábamos caipirinha, vivíamos el atardecer. Boca hacía lo que es Boca, familia. Mientras que vinieron estos y nos quitaron todo. Nos llevaron carteras, nos pegaron, nos lanzaron sillas, palos, nos tiraron de todo”, agregó, entre lágrimas.
“No puede ser que el fútbol se viva así. No viajamos para esto. Viajamos para ver a Boca campeón, no para que nos acribillen a golpes”, concluyó.
Otro de los hinchas indicó que “se disfrazaron detrás de una camiseta del Fluminense para venir a hacer delincuencia. No tienen vergüenza. Viajé desde México con mi familia a vivir una fiesta. Me robaron pasaportes, carteras, llaves del auto, dinero, me afanaron todo. Me pegaron y no me pude defender. Lo que más me duele es que no pude defender a mi familia. Mi señora está destrozada. Nos afanaron todo”.
“Esto no es fútbol. El fútbol no es delincuencia. Pido ayuda a las autoridades de Brasil para recuperar mis documentos porque debo volver a México. El dinero que no importa”, reclamó.
Su hijo aseguró que “estábamos disfrutando la fiesta y vino un tipo de Brasil y vino a tocar un tamborcito. Y de pronto gritan ‘¡corran, corran!’ Volteo y lo veo a mi papá en el piso. Lo estaban pateando, pegando y le robaron la bolsa a mi mamá”.
Aclaró que “no hubo provocación. Está grabado. Todos tenemos evidencia de lo que está pasando. Es humillante y triste que la seguridad de Brasil no prevea este tipo de cosas. Obviamente es una final, hay pasión, pero a estos criminales los tienen que agarrar”.
Además, sentenció que la policía carioca “no agarró a ni una persona y le empezaron a disparar a los de Boca. Siempre tratan así a la gente. Esto tiene que parar ya si quieren seguir haciendo eventos, sino se van a ir todos a la mierda. No puede ser posible”.
Conmovido por lo que vivió, relató cómo fue la agresión a su padre: “Yo con mis propios ojos vi cómo le pateaban la cara y la espalda. También me pegaron por tratar de ayudarlo. Manden a seguridad en lugar de pegarle a la gente que no hizo nada. Así tratan a la gente en Brasil. Esto en Argentina no pasa, puede estar como sea el país, nunca van a tratar así a la gente y siempre la tienen bien cuidada”.