El encuentro será esta tarde a las 14.30 en la secretaría de Niñez y Familia.
Por primera vez desde que asumió la Presidencia de la Nación, el gobierno de Javier Milei se verá frente a frente con los piqueteros duros que anunciaron una “masiva movilización a Plaza de Mayo” el 20 de diciembre. Intentarán desactivar la medida de fuerza contra las medidas que el martes anunció el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, entre ellas una devaluación del 118% y el congelamiento del Programa Potenciar Trabajo.
Finalmente, los representantes de las agrupaciones de izquierda no serán recibidos por el secretario de Niñez y Familia (ex ministerio de Desarrollo Social) Pablo de la Torre, sino que el interlocutor será el actual secretario de Seguridad de San Miguel, Héctor “Bebe” Calvente. El área está bajo el ala del Ministerio de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello.
Calvente es considerado como un “hombre duro” acostumbrado a lidiar con pesos pesados, como los sindicalistas de ATE del Astillero Río Santiago, cuando fue designado por la entonces gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, como presidente de la empresa naval estatal.
El ex Secretario General de San Miguel no es funcionario en la cartera a cargo de Pettovello, pero encabezará las negociaciones como una especie de asesor ad honorem dado el expertise que tiene en negociaciones complicadas y hasta muchas veces subidas de tonos.
Su objetivo será “semblantear la voluntad de diálogo del otro lado”, es decir, de los piqueteros duros como el líder del Polo Obrero Eduardo Belliboni, quien llegará hasta el histórico edificio ubicado sobre la Avenida 9 de Julio y Moreno acompañado, entre otros, por Federico Alonso, Cristina Mena, Juan Fortu y Leonardo de Torre. Fue el propio Calvente quien llamó al celular de “Chiquito” Belliboni para la cumbre de hoy.
El diálogo se registró en momentos en que la Unidad Piquetera debatía consignas y metodologías para la protesta del 20 de diciembre. El plenario general se retomará después del diálogo con el Gobierno.
El funcionario del municipio bonaerense que oficiará de puente entre el secretario de Niñez y Familia y los dirigentes de izquierda, no es un extraño. Al tiempo que él se desempeñaba como Secretario General de la intendencia, Pablo de la Torre era secretario de Salud, ambos bajo el mando del hermano del último, el alcalde Joaquín de la Torre.
Si bien el objetivo de máxima de Calvente sería hacer entrar en razones a los piqueteros para evitar la marcha del 20 de diciembre a Plaza de Mayo y la conferencia de prensa del 19 en el Obelisco Porteño; el objetivo de mínima sería intentar acordar que la movilización sea ordenada, sin cortes de tránsito, de Metrobús y arterias para evitar que el ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, se vea obligado a actuar, como lo prometió. De hecho, ya se evalúa la posibilidad de evitar que lleguen al centro porteño, como ya lo hizo durante la administración de Mauricio Macri y ocupaba el mismo cargo.
Para los piqueteros, y en base a experiencias anteriores, los requisitos son complicados de cumplir si, como especulan, se podrían movilizar hasta 80 mil personas. Calvente, un funcionario acostumbrado a diálogos complicados, intentará dejar las puertas abiertas para encuentros posteriores con los responsables del área.
Belliboni no solo confirmó la reunión de hoy, que suele desarrollarse en el piso 16 del ex edificio de Obras Públicas anticipó: “El 20 no se levanta, aunque nos regalen un millón de dólares a cada uno. Se van a comer el primer piquetazo. Será una primera derrota para los que decían que no se puede movilizar”.
Más allá de las intenciones que tengan las flamantes autoridades, los piqueteros llevarán su propia agenda: el aguinaldo, la entrega de comida para los comedores populares y el congelamiento de los planes, como el Potenciar Trabajo que anunció el titular del Palacio de Hacienda.
Malestar de la iglesia con la UTEP
A diferencia de los piqueteros de izquierda que hoy se reunirán con un interlocutor de La Libertad Avanza, los dirigentes que integran la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), hasta ahora solo dialogaron por teléfono, por ejemplo, con Emilio Pésico, uno de los líderes del Movimiento Evita y ahora ex secretario de Economía Social, la poderosa área que administra el cuestionado programa Potenciar Trabajo.
Tanto los dirigentes sociales que integran Unión por la Patria, como la CGT ya decidieron que no acompañarán a los piqueteros de izquierda en la marcha del 20 de diciembre. Sin embargo, analizan medidas de fuerza.
“Caputo anuncia un asesinato social sin inmutarse como un psicópata a punto de masacrar a sus víctimas indefensas. El ‘pass trough’ de devaluación a inflación indica un aumento de al menos un 80% en el costo de vida en los próximos 90 días que seguramente será más elevado en alimentos”, opinó Juan Grabois, el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos. Y se preguntó “¿En serio piensan que la gente no va a protestar? Aunque compren, encierren, persigan, demonicen, exilien o maten a todos los dirigentes, la gente no se va a dejar carnear”.
Desde la UTEP, su secretario general Alejandro “Peluca” Gramajo expresó: “Mientras todas las organizaciones que constituimos la UTEP estamos en estado de alerta y asamblea permanente, le exigimos al Gobierno que revea el camino para evitar una catástrofe”.
Los piqueteros peronistas nucleados en la UTEP consiguieron ayer generar molestia en la conducción de la iglesia católica. La nueva conducción del denominado sindicato de la economía popular, encabezados por Gramajo; la Secretaria General Adjunta, Norma Morales; la Secretaria Gremial, Joahana Duarte y el Secretario de Actas, Nicolás Caropresi, se reunieron en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), con su titular, Monseñor Oscar Vicente Ojea Quintana.
El encuentro había sido acordado varios días antes, y tenía como objetivo “presentar a las nuevas autoridades de la UTEP”, que hasta el viernes pasado estuvo conducida por Esteban “Gringo” Castros, un militante católico, referente del Movimiento Misioneros de Francisco y que tiene como lema “fe y lucha”.
Para las máximas autoridades eclesiásticas, el encuentro iba a ser “formal y reservado”. Sin embargo, a través de las redes sociales de “Peluca” Gramajo, expuso una foto del encuentro junto al Obispo de San Isidro y presidente de la CEA.
“Se conversó sobre de la situación social Argentina y se acordó mantener un canal de diálogo a los fines de esas preocupaciones”, escribió el secretario general de la UTEP en su posteo y agregó: “Manifestamos nuestra preocupación por la realidad de nuestro sector, de las y los más humildes. Rezamos por la paz y la justicia social”, finalizó.
La falta de consulta de exponer públicamente el encuentro horas después de los anuncios de Caputo, y del rechazo a los mismos que realizo la UTEP y sus principales dirigentes, fueron interpretados por la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina como una “utilización política de una reunión pautada hace tiempo, por eso hay muchísimo enojo”, le reconocieron a este medio y negaron que Monseñor Ojea haya realizado manifestaciones sobre los anuncios realizados por el ministro de Economía, ni que este tema dominara el encuentro.