Gustavo Ruiz trabaja con el piloto hace nueve años con el objetivo de llegar a la Fórmula 1. Las herramientas para manejar la presión en el más alto nivel.
En el mundo hay millones de pilotos, pero solo 20 son titulares en la Fórmula 1. Con el correr de los años y de las categorías promocionales, el embudo se hace cada vez más chico y el llegar a lo máximo no depende solo del talento, profesionalismo o el apoyo económico. Hay un factor mental que es vital en el alto rendimiento. Bien lo sabe el argentino Franco Colapinto, que este jueves arrancará la temporada de la Fórmula 2 en el Circuito Internacional de Sakhir en Bahréin. Desde hace ocho años trabaja con su psicólogo deportivo, Gustavo Ruiz, quien es alguien clave en su grupo de labores.
Es un trabajo 24×7 y los fines de semana de carrera no hay horarios. Gustavo está acostumbrado a hablar en las madrugadas argentinas ya que Franco corre en Europa desde hace siete años y hace nueve que trabajan juntos. La historia comenzó con un Colapinto de niño, luego un adolescente y ahora un adulto de que el próximo 27 de mayo cumplirá 21 años.
Sin embargo, el joven de Pilar creció de golpe, ya que a los 14 años se mudó a Europa para correr los campeonatos de karting. La distancia con su familia, la adaptación a un nuevo país, idioma, vivir en una fábrica de karting, fueron impactos que pudo absorber en gran medida gracias al contacto con Gustavo, quien contó los detalles de su trabajo los fines de semana de carrera y cómo funciona la cabeza de un piloto en situaciones extremas.
“Empecé a trabajar con él cuando tenía 12 años y estaba en karting. Fue todo un proceso y esperemos que se termine bien con lo que todos queremos que es que llegue a la F1″, relata quien es un pilar en el grupo de trabajo de Colapinto por la contención en los momentos más complejos. También respalda a los hermanos Kevin y Luciano Benavides, figuras de las motos en el Rally Dakar y del Campeonato Mundial del Rally Raid.
La comunicación puede darse a las “cinco o seis de la mañana. En las carreras me levanto siempre. Hablamos siempre por temas puntuales, sonaba el celular y lo tenía ahí, levantaba el teléfono y conversábamos”.
Quienes emigran a corta edad al exterior como el caso de Franco, atraviesan no solo el desarraigo, sino también comienzan a trabajar desde muy chicos. Si logran ser captados por los programas de desarrollos de pilotos de los equipos de F1, el proceso es aún más complejo debido a las obligaciones que tienen y la fuerte competencia interna con los otros integrantes.
Desde el año pasado, Colapinto se sumó a la academia de Williams. Mientras disputó su segunda temporada en la Fórmula 3, en la que terminó cuarto (2 triunfos y 5 podios), hizo varias pruebas en el simulador de F1 en las que tuvo sus primeros contactos con el volante y comenzó a familiarizarse con el mundo de la Máxima.
Al respecto, Ruiz cuenta que “fue madurando mucho más rápido que cualquier chico de su edad por la cuestión lógica de lo que lleva la profesión. Fue trabajando muchísimo estos dos o tres años. En particular su inteligencia a la hora de abordar una carrera y manejar su rendimiento cuando tiene que ser consistente cuando tiene que sumar (puntos), cuando podía ganar ir por más. Es un piloto mucho más maduro en ese sentido”.
Sobre cómo trabajan en las carreras, explica que “tratamos de mantenernos en contacto la mayor cantidad de tiempo posible. Lo que trabajamos específicamente es que trate de manejar sus emociones y pensamientos para poder estar concentrado y en foco en la carrera y en lo que tiene que hacer”.
Con poco tiempo en el fin de semana debido a las dos competencias en dos días, confiesa que lograr un rápido entendimiento puede ser decisivo: “En alguna carrera que pudo cometer un error siempre tenés que trabajar rápidamente, porque una carrera es el sábado, la Sprint, y la otra, la Feature (Principal), es el domingo. Eso es lo más difícil para que cambie el chip y logre enfocarse. Como lo conozco de chico él me escucha y capta rápido para poder generar ese cambio”.
Los impactos emotivos están a la orden del día, como la carrera que ganó en Australia el año pasado, cantó el himno en el escalón más alto del podio, pero luego fue excluido por una anomalía en el auto por responsabilidad del equipo. ¿Qué pasa en ese caso? ¿Cómo se revierte la cabeza de un piloto? Gustavo explica que “eso genera frustración y enojo, pero la idea que tengo con él como con otros es que pueda dar vuelta rápido la página. Si ves los patrones de los campeones tienen ese estilo, aprenden rápido de lo que pasó, limpian la emoción y ya se enfocan en lo que viene. No es tan fácil, pero se tiene que hacer eso porque al otro día o a la otra semana tiene que volver a correr.
Ruiz estuvo junto a Franco desde el karting. Luego cuando fue campeón de la Fórmula 4 Española (2019). En el tercer puesto en la Fórmula Renault Europea (2020) y más tarde en su llegada a la Fórmula 3 en 2022, en cuyo campeonato terminó noveno (2 victorias y 5 podios).
A medida que Franco subió de categoría la presión aumentó, pero Gustavo cuenta que “la hemos trabajado más de chico. Es como él dice, que no le genera (presión) el contexto porque le fue poniendo el ‘cuero duro’, digamos, porque no tuvo muchas oportunidades en lo económico. Siempre tuvo una sola chance y esa había que aprovecharla y eso lo fue endureciendo y de alguna manera fortaleciendo. La presión no es algo que maneje tanto, sí mantener los pies sobre la tierra, tratar de que sea muy profesional en el objetivo porque se va achicando cada vez más el embudo y la idea es que llegue al sueño de la F1″.
Aunque los propios corredores de F1 pueden flaquear ante una situación extrema en carrera y apunta lo ocurrido con George Russell en Singapur el año pasado. “Si uno empieza a hilar fino, ya que tengo la obligación de mirar todo, en F1 pilotos profesionales también cometen muchos errores. De hecho, Russell (George) lo cometió en Singapur y si ves bien la carrera, en la vuelta 15 Russell le dice al equipo ‘cómo hacía para ganar esta carrera’ porque sentía que la podía ganar, pero después, a mi criterio y análisis, cuando llega Norris (Lando) y ve que no lo puede pasar, Sainz (Carlos) juega con el DRS de Norris, para mí ahí (Russell) entra en frustración, se pega en una esquina y perdió la carrera o por lo menos el podio. Pasa en F1 y también le puede pasar a Franco. Lo que hay que hacer es saber analizar esa situación para poder capitalizarlo y salir adelante”.
Por último, a la hora de resumir qué es lo mejor que tiene Franco, deja una definición: “Su concentración. Cuando él está muy en foco, parte de su habilidad y talento fluyen de una manera y se hace uno con el auto. Ahí es ves la calidad de piloto que es”.
Colapinto comenzará una temporada decisiva en su campaña. La mira está puesta en la F1, pero para llegar deberá obtener buenos resultados en la Fórmula 2. Tiene el apoyo del Estado con el Inprotur y la campaña de “Visit Argentina”, YPF y también se sumaron sponsors privados como Globant. Además, la presencia de Bizarrap, quien figura en el flamante casco del piloto.
Como ocurre hace nueve años, Gustavo Ruiz seguirá a la distancia todo lo que pasa con Franco y las llamadas ya comenzaron desde Bahréin. No es para menos, el joven bonaerense empieza a jugarse sus mayores cartas detrás del sueño llamado F1 y que no todo quede en algún ensayo de vienes de Gran Premio que podría darse este año. El objetivo es ser piloto titular de Williams en 2025.
Pone primera
Este fin semana comenzará el campeonato de la Fórmula 2 y Colapinto correrá su primera temporada completa en la antesala a la F1, luego de su debut en la última fecha de 2023 en Abu Dhabi, cuando completó aquella vertiginosa semana que incluyó el test en el Williams FW 45 el martes 28 de noviembre.
El calendario 2024 involucra14 fechas y 28 carreras. Serán todos fines de semana junto a la F1 y cada competencia de la Fórmula 2 será seguida de cerca por los responsables de las escuderías de la Máxima, primero para ver cómo van sus pupilos, como el caso de Colapinto en Williams.
Son un total de 22 pilotos en 11 equipos y Colapinto seguirá con el team neerlandés MP Motorsport, que conoce desde 2020 en la Fórmula Renault Europea y al que regresó en 2023 luego de correr en 2022 con otro equipo de aquel país, el Van Amersfoort Racing, ya en la Fórmula 3.
La escuadra de Colapinto fue campeona en 2022 con el brasileño Felipe Drugovich (hoy piloto de pruebas y reserva en Aston Martin), pero el año pasado terminó sexta en el certamen de equipos.
En los ensayos de pretemporada, al cabo de tres días Franco fue décimo en la sumatoria de los tiempos y superó a su compañero de equipo, el noruego Dennis Hauger (20 años), que tiene más experiencia en la categoría y supo ser piloto Junior de Red Bull. El argentino cumplió con 147 vueltas en el global y quedó a 812/1000 del más veloz, Zane Maloney (Rodin).
La actividad en Bahréin arrancará este jueves a las 6:05 de Argentina con el entrenamiento, y luego se hará la clasificación, a partir de las 10:55. El viernes a las 11.15 se llevará a cabo la carrera Sprint (23 vueltas) y el sábado a las 7:30 se largará la competencia principal (llamada Feature Race) sobre 32 giros. Todo podrá verse por Star +.