n un fin de semana dedicado a la primera Jornada Mundial de los Niños, que congregó ayer a 50 mil infantes en el Estadio Olímpico de Roma y una multitud similar esta mañana en la plaza de San Pedro, el Papa, que se mostró feliz de su encuentro con niños provenientes de un centenar de países, les pidió “rezar por la paz para que no haya guerras”.
Esta mañana en un Vaticano repleto de pequeños y sus familias, Francisco les pidió que rezaran “para que todos vayamos adelante, por los padres y por la paz para que no haya guerras».
El pontífice les aseguró que “Dios perdona todo, también a los que tienen tantos pecados». También les pidió que respondieran a sus preguntas para que participaran de la misa
“El Espíritu Santo está dentro de nosotros y nos acompaña en la vida. Dios nos creó y Jesús nos salvó”.
En un clima festivo, muchos chicos se acercaron hasta el altar levantado en la plaza de San Pedro, mientras transcurría la misa que debido a los problemas de movilidad que padece Jorge Bergoglio fue celebrada por el prefecto del Dicasterio de la Cultura, José Tolentino de Mendonça.
La Jornada Mundial de los Niños es un nuevo evento querido por Francisco, que se celebrará cada dos años. El próximo encuentro está previsto para el 26 de setiembre de 2026, siempre en Roma.
La Jornada fue inaugurada ayer en el Estadio Olímpico romano. A la misa asistió la primera ministra Giorgia Meloni, acompañada por su hija.
Por lo mañana el Papa recibió a un grupo de niños ucranianos y palestinos, según informó el Vaticano. En el estadio se leyó por los altavoces el mensaje del niño palestino Víctor, de nueve años. Dijo que “solo queremos jugar, estudiar y vivir libres como tantos otros niños en el mundo”.
En un mensaje a los niños, el Papa les dijo: “Sé que ustedes están entristecidos por las guerras, que provocan muchos muchos sufrimientos. Están preocupados también por el cambio climático y sus consecuencias”.
El Papa respondió ayer y hoy a los niños que lo rodearon y les repartió caramelos. A un pequeño que le preguntó si la paz es posible, le respondió: “La paz es siempre posible y para lograrlo hay que dar la mano al prójimo” A continuación tomó la mano del niño que le hizo la pregunta e invitó a todos los presentes a hacer lo mismo.
El Papa invitó a hablar a la multitud al actor cómico y premio Oscar de Hollywood Roberto Benigni, quién durante casi una hora habló a los niños, que lo festejaban con risas y aplausos. Benigni besó en las mejillas al Papa en medio de una gran ovación. Al final de la misa, el Papa recorrió la plaza de San Pedro a bordo de un Papamóvil, con varios chicos que lo acompañaban en el vehículo.