Jonathan Mauricio Gutiérrez (34), el último detenido -la semana pasada- por la causa de los robacables, declaró ante el fiscal Gustavo Zorzano y comprometió al resto de los sospechosos.
Su abogado, Facundo Rojo, aseguró que Gutiérrez se presentó voluntariamente el día de su detención en la fiscalía, pero como no le tomaron declaración, por la noche, le allanaron su domicilio -donde vive con su mujer y 4 hijos- y lo arrestaron.
Ante el fiscal, el acusado dijo -en la indagatoria no prestan juramento de decir verdad, sino que se trata de un acto de defensa- que se dedica al rubro de la construcción y que el día de la tragedia en el campo, pero en horas de la tarde, lo contactaron para hacer una changa y que él la aceptó por las complicaciones económicas que venía atravesando.
«Le dicen que tenía que retirar unas líneas de alta tensión que estaban en desuso, que la actividad era legal y que iban a ir acompañados por un subcomisario de la policía bonaerense», comentó el abogado Rojo.
A Gutiérrez no le llamó la atención porque aparentaba un trabajo lícito, con una paga de unos 30 mil pesos.
«Zumbido y explosión»
«Lo trasladaron al campo (dijo que fueron en la Volkswagen Amarok y en una Chevrolet Meriva) y, cuando ingresaron, escuchó un zumbido de la electricidad que pasaba por el cable. Ahí discute, dice que no va a realizar la tarea y decide irse pero, a los 20 o 30 metros, escucha una explosión, regresa y se encuentra con este cuadro trágico», agregó el abogado.
Luego contó detalles de cómo se produjeron fuertes discusiones entre los sobrevivientes, en particular por la actitud de desprecio tomada por Ángel Daniel Gallardo -detenido y supuesto líder de la organización-, quien pretendía fugar rápidamente sin las víctimas, incluso teniendo a su hijo Fernando entre ellas.
Ratificó que Gallardo padre era quien comandaba todo y que el subcomisario Martín Ñancucheo era el policía presente, tenía chaleco y el handy que luego fue secuestrado en la camioneta abandonada en el hospital.
De esa manera se sumó al auxilio y el traslado al hospital de los heridos y fallecidos.
Rojo insistió que su asistido fue engañado al lugar del hecho, que nunca sospechó nada y que no incurrió en ningún delito.
«Pedí su excarcelación y la Justicia de Garantías tendrá que resolverla esta semana», sostuvo.
Sobre Ñancucheo, el abogado dijo que «la realidad es que lo implica, pero porque da la versión real de lo que vio ese día sin importar a quién implica. (Gutiérrez ) brindó un relato pormenorizado».
Por la potente descarga eléctrica de la línea de media tensión, en medio del delito, fallecieron Facundo Uribe, Joaquín Acosta, Fernando Gallardo y Federico Strick, mientras que están detenidos Ángel Gallardo (padre de Fernando) y el subcomisario Ñancucheo, a quien se acusa de facilitar el handy policial encriptado y de formar parte de la banda.