En una durísima gala, el público eligió entre Bautista, Darío y Emmanuel para que uno abandone la casa.
La final de Gran Hermano (Telefe) está a la vuelta de la esquina. A más de seis meses de su inicio, tan solo cuatro participantes lograron permanecer dentro de la casa. Mientras que Nicolás Grosman logró afianzarse como el primer finalista unos días antes, les tocó a los tres restantes, Darío Martínez Corti, Emmanuel Vinch y Bautista Mascia, enfrentarse al voto del público. Al final el último eliminado terminó siendo el vendedor de autos y los tres “jugadores originales”, que están aislados desde el inicio del juego en diciembre, se metieron en la final.
El primero en recibir las buenas noticias del conductor fue el cordobés, que terminó emocionado al conocer que era el primero en salir de la placa y colarse en la gran definición que tendrá el reality show el próximo 7 de julio. Sensibilizado, agradeció a su marido como a los “Iconics”, el nombre con el que bautizó a sus fanáticos. En ese momento solo quedaron el hombre de La Plata y el cantante a merced de la gente por el único lugar que quedaba vacante en la carrera para el premio mayor.
Pocos minutos después de la medianoche, al animador le tocó anunciar que Darío debía irse de la casa y abandonar el juego. En medio de abrazos y palabras de afecto de los finalistas, quedó afuera por 77.3% frente al 22.7% del uruguayo.
Quién es Darío, el último eliminado de Gran Hermano 2023
El hombre de 57 años logró volverse una sensación tras ingresar a la mitad de la competencia, como parte de la segunda tanda de participantes. Con una personalidad atípica y su historia de vida, el hombre no tardó en ganarse el corazón de los fanáticos. “Estoy casado hace 32 años. Vengo de una separación, pero hubo una reconciliación y acá estamos”, le comentó a Santiago del Moro al referirse a su vínculo matrimonial, del cual dio fruto cuatro hijos.
“No soy nivel chef, pero te hago lo que quieras a nivel hogar”, se explayó el competidor, quien reveló que trabajaba en el rubro automotor hace más de dos décadas y tiene una gran pasión por el arte culinario. Como resultado, esto fue una ventaja para la casa luego de bastante tiempo comiendo mal.
En ese entonces dio a conocer su estrategia para comenzar a competir, la cual consistió en que lo “incorporen inmediatamente al grupo, el minuto ahí vale oro”. Para su sorpresa, Martínez Corti logró su cometido, ya que se ganó el afecto de sus compañeros por encima de los otros ingresantes, quienes tuvieron sus diferencias con el grupo original. Aunque esto no le hizo la estancia más pacífica que al resto, ya que vivió algunos enfrentamientos con Virginia Demo, a quien conocía de la juventud. Esto no le gustó para nada a una de las hijas de la humorista, quien señaló en paralelo: “Por ahí Darío se quedó con ganas y está arrepentido ahora. A mi papá no lo conoce, solo a mi mamá, él le vendió un auto. Tenía ganas de bardear”.
También tuvo ciertos problemas con Coty Romero durante su breve estancia en la casa. De acuerdo con el platense, la correntina lo “volvió loco”. “No sabía si me estaba boludeando o era estrategia. “Entró a la casa tirándome dardos. Me volvió loco, lo van a ver cuando salgan”, señaló en una charla con sus compañeros, a quienes les aseguró que quería seducirlo. Esto fue rápidamente desmentido por la exparticipante, quien se refirió a sus dichos luego de que se hiciera eco en las redes sociales.
El hombre supo hacerse un lugar entre los competidores, lo cual le otorgó cierta notoriedad entre los fanáticos. Su lugar en el juego quedó asegurado luego de la emotiva entrada de dos de sus hijos, Francisco y Victoria, en la edición del Congelados, la cual emocionó a más de uno hasta las lágrimas. Primero fue el muchacho quien lo visitó y aprovechó para darle palabras de aliento: “Hola, viejo. Estoy muy orgulloso de vos, boludo. Es increíble esto, pa”. No puedo creer lo orgulloso que estoy de vos que estés aprovechando tu momento”.
“Este tipo estuvo ayudando toda su vida a su familia y ahora lo tenemos acá aprovechando su momento”, destacó mientras su padre no podía dejar de dejar que las lágrimas se derramaran por su rostro. “¡Dale, Boca y dale Darío, papá!”, se despidió el joven. Tan solo unos minutos después le siguió su hermano, quien volvió a emocionar al jugador: “Mirame, estoy bien y estoy feliz. Estoy muy orgullosa de vos que después de todo lo que hiciste por nosotros, tanto tiempo, ahora estás haciendo esto que vos querés”.
Esta no fue la última vez que vio a sus retoños, ya que luego su primogénito regresó para acompañarlo dentro de la casa. Si bien su objetivo era serle un apoyo, lo cierto es que Pancho lo puso en una encrucijada al acercarse a Furia, a quien intentó evadir por completo. “Pero yo no tuve nada con la flaca, dormí con ella solamente”, explicó el joven a Darío, quien le indicó que no fue para tomarse unas vacaciones sino para conseguir el premio de una casa prefabricada, que la terminó ganando Delfina, precisamente la hija de Virginia.
También el jugador supo demostrar su cariño por los jugadores dentro del programa y su histrionismo, que lo llevaron a que tenga un casamiento falso con el estilista cordobés. Vestido con un traje formal, dejó de lado la ironía y se metió por completo en el papel, por lo que le expresó su cariño a su compañero.