El traspaso de la deuda del Central al Tesoro tendrá un efecto de mejora sobre la remuneración de los depósitos que podría trasladarse a los ahorristas.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) consiguió traspasar todos sus pasivos remunerados al Tesoro a través de las letras fiscales de liquidez (LEFIs), un remanente de $10,85 billones. Si bien la entidad dejó sin cambios la tasa de interés de política monetaria, un efecto impositivo implicará un pequeño incremento en los rendimientos que reciben las entidades.
La visión oficial es que ese será el primer paso para un impacto impositivo en los plazos fijos, cuentas remuneradas y los fondos money market de las billeteras virtuales. Eso sucederá porque las LEFIs no pagarán el impuesto a los Ingresos Brutos –principalmente en Ciudad de Buenos Aires que es donde tienen sede la gran mayoría de los bancos– y, por lo tanto, la tasa podría ser así más elevada.
Ese efecto fue detallado por Portfolio Personal Inversiones (PPI) en un informe reciente: “Si bien en los hechos no hubo un aumento de la tasa de política monetaria, en la práctica sí lo hubo, aunque fue de una magnitud muy acotada. Dado que a estas letras no están gravadas con Ingresos Brutos, la TEM subió de 3,10% a 3,34% (la alícuota es 7% en CABA), lo que ya había sido descontado por el mercado. Cabe destacar que esta tasa es la que se transmite a todo el sistema financiero, por lo que esperamos que una mejora marginal en las remuneraciones en pesos. Para tener de referencia, la tasa del plazo fijo se ubicaba en 36,8% TNA o 3% TEM y la de las “remus” en 31,8% TNA o 2,65% TEM”.
Por lo pronto, el lunes pasado el BCRA dejó sin cambios la tasa en 40% nominal anual, lo que representa un 3,3% mensual, lejos aún de la inflación general que fue 4,6% en junio y que el propio Central espera en 3,7% para este mes. Actualmente, los bancos pagan entre 31 y 35% de tasa para los plazos fijos en los bancos comerciales más importantes del sistema financiero.
Actualmente, según la información que brinda el BCRA, la tasa de interés más alta que se puede encontrar en el mercado son las del Banco Macro y el Banco Comafi, que pagan 35% anual por depósitos a 30 días, es decir, 2,9% mensual. Por su parte, Banco Nación, Santander y Provincia 33% nominal anual 33%, el equivalente a un 2,75% cada 30 días.
En tanto, el HSBC paga un 31,5%; el Banco Ciudad y el ICBC 31%; mientras que el Banco Galicia mantuvo la tasa en 30 por ciento.
Se espera un efecto positivo también en las cuentas remuneradas, que actualmente tienen un rendimiento que va desde el 31,8% nominal anual o 2,65% efectivo mensual.
Allí habrá un traslado a los rendimientos de los fondos conocidos como money market (mercado de dinero), a los que se accede a través de billeteras virtuales para conseguir un interés diario y tener la posibilidad de retirar el dinero en el momento (liquidez instantánea).
“Es de esperar que en las licitaciones de LeFi, las tasas tiendan a aumentar, dado que la cantidad de dinero ahora quedará fijada (o esa parece ser la nueva regla)”, planteó un informe de Invecq. Desde el Banco Central evitaron en los últimos días dar pistas sobre si sobrevendrá un reajuste en las tasas.
Pero de por sí hay otros argumentos también para sostenerla en los niveles actuales, según analizan también en el mercado. “Mantener la tasa de política monetaria en 40% sería una nueva muestra de la convicción del equipo económico en mantener la trayectoria bajista de todas las variables nominales (inflación y tasas nominales) con la idea de que converjan al 2% mensual del crawling peg”, dijo la consultora 1816 en un informe a clientes.
La cuestión no es menor porque la “convergencia” de la tasa de inflación con la del tipo de cambio oficial pareciera ser el nuevo objetivo en la mira del equipo económico como precondición para liberar el cepo cambiario, algo sobre lo que el presidente Javier Milei brindó alguna precisión adicional en las últimas horas, en conversación con usuarios de X.
En ese contexto, el jefe de Estado precisó que la inflación que esperan que llegue al 2% mensual no es el IPC general sino que mirarán la inflación núcleo –la que descarta en la medición los precios estacionales y regulados– y la mayorista. La última núcleo fue en junio de 3,7% según el Indec y el BCRA espera un 3,2% para julio; mientras que la última mayorista fue de 2,7 por ciento. Una vez que converja al 2% mensual, el Gobierno podría buscar según analistas hacer aún más lento el crawling peg para acercarlo al 1% y, si la inflación acompañara, dejar el tipo de cambio fijo.