El directorio de YPF tomó una decisión: la planta de licuefacción que se disputaban Bahía Blanca y Punta Colorada finalmente se construirá en Río Negro. La información fue confirmada desde la petrolera con bandera nacional.
Además, el propio presidente Javier Milei retuiteó en sus redes la noticia que había publicado el matutino Clarín. Esta es la forma en que el mandatario muchas veces confirma noticias, sin tener que hacer declaraciones al respecto.
Por ahora, desde el Gobierno bonaerense no hubo ninguna repercusión al respecto, aunque ya se anunció la realización de una conferencia este miércoles por la mañana, a partir de las 8.30, en el Salón Dorado. La misma será encabezada por Axel Kicillof.
Ya durante la tarde del martes, se conoció que el directorio de YPF había definido que la planta de Gas Natural Licuado (GNL) que proyecta con la empresa malaya Petronas se levantará en Punta Colorada, en la provincia vecina.
De esa forma, la conducción de la petrolera estatal descartó la posibilidad de instalarla en nuestra ciudad. De esta manera, Bahía Blanca pierde una inversión que podría alcanzar los 40 mil millones de dólares durante los próximos años, además de la concreción de unos 1.700 puestos de trabajo.
La noticia había sido anticipada por el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, quien había dicho que el martes podía ”ser un gran día para los patagónicos”: “El puerto patagónico en Río Negro será una gran oportunidad para la región”, había asegurado. El gobernador neuquino es uno de los principales interesados en que las costas de Río Negro sean las elegidas para que el gas de Vaca Muerta salga al mundo a través de una planta de GNL.
Estas afirmaciones coinciden con las acciones de su par de Río Negro, Alberto Weretilneck, y el de Chubut, Ignacio Torres, que también se sumó al planteo para que Petronas invirtiera en el sur del país y no en Bahía Blanca.
Días atrás, el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, se había reunido con los gobernadores de Buenos Aires y de Río Negro y les había enviado una carta con siete puntos (tres económicos y cuatro de permisos y ayudas al proyecto), para que las provincias respondieran según corresponda. “Con esa información, ambas compañías (YPF y Petronas) tomarán la mejor decisión para el proyecto”, dijo el viernes pasado YPF en un comunicado.
La primera condición necesaria que requirió YPF, sin embargo, es la adhesión al régimen de incentivo para grandes inversiones (RIGI) de la Ley Bases, que aprobó recientemente el Congreso y que otorga beneficios fiscales y cambiarios a proyectos con desembolsos de más de US$ 200 millones.
Weretilneck no perdió el tiempo y menos de un mes después de que se aprobara la Ley Bases logró que la legislatura provincial aprobara la adhesión al RIGI. Fue la primera provincia en hacerlo.
Su par de Buenos Aires, Axel Kicillof, por su parte, había anunciado que enviará esta semana a la legislatura provincial un proyecto de ley propio para crear el Régimen Provincial de Fomento de Inversiones Estratégicas, que sería muy similar al RIGI, según dijeron en la gobernación bonaerense. De esta forma, buscó aplacar el costo político de adherirse a un régimen que tuvo el voto en contra de Unión por la Patria durante el tratamiento de la ley.