De cara a 2025, el ex presidente encabezó un evento que reunió a gobernadores, intendentes y referentes históricos del partido. Bullrich y Larreta no estuvieron.
El lugar elegido fue la Ciudad de Buenos Aires. No es al zar. Es donde todo empezó. “Es como volver a tu primera novia”, bromeó uno de los organizadores del acto político con el que Mauricio Macri relanzó el PRO. Fue en el Arenas Studio, un espacio para producciones audiovisuales, en La Boca, frente al Río de La Plata. El evento había generado expectativa en el sistema político ante las interrogantes que enfrenta el macrismo luego de la derrota electoral en 2023. El ex presidente venía haciendo críticas en privado a Javier Milei, con especial énfasis en rechazar una “fusión” con La Libertad Avanza. Algo que ganó fuerza a partir de la pelea con Patricia Bullrich, quien puja desde la Casa Rosada para confluir con los libertarios. “Es un desafío ayudar a quien no tiene el deseo de ser ayudado”, disparó Macri contra el Jefe de Estado.
En ese sentido, Macri sostuvo que Milei “tiene claras las ideas”, pero remató: “Tiene incapacidad en implementarlas. Los argentinos quieren más cambios y más rápido”. Fue otra de las varias crítica que soltó contra el jefe de Estado. Su discurso en el Arenas Studio tuvo lugar luego de la reunión que ambos tuvieron el lunes por la noche en la Quinta presidencial de Olivos. Ese encuentro funcionó como un acercamiento entre los dos, tras algunos roces y momentos fríos, como el de la noche del Pacto de Mayo en Tucumán.
No obstante, el ex mandatario resaltó puntos que considera positivos de la gestión de Milei, como haber bajado la inflación y ordenado la macroeconomía. Aunque señaló que “no es sostenible incumplir contratos para lograr el equilibrio fiscal”.
El discurso le sirvió a Macri para exaltar las “virtudes” de “gestión” que tiene el PRO y para enfatizar la relevancia de “construir equipos”. Con ese argumento, lanzó: “Milei sigue teniendo pendiente el desafío de construir un equipo entre quienes convocó para acompañarlo hay personas muy valiosas”. Fue una forma de señalar que el PRO está a disposición para aportar cuadros y técnicos que pueda apuntalar la administración pública.
El acto duró poco más de dos horas y se estructuró en tres paneles. El primero fue una charla entre los intendentes Guillermo Montenegro, de Mar del Plata (Buenos Aires), Adela Arning, intendenta de Mendiolaz (Córdoba), y Esteban Allasino, intendente de Lujan de Cuyo (Mendoza). Fue moderado por Facundo Pérez Carletti, concejal de Santiago del Estero y secretario general del PRO. La segunda mesa estuvo a cargo de Martín Yeza, diputado nacional y presidente de la Asamblea del PRO, y de Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y vicepresidenta 1° del partido nacional. En tanto que el último panel antes del discurso de Macri fue con los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Nacho Torres (Chubut) y Jorge Macri (Ciudad de Buenos Aires), con la moderación de la diputada nacional Daiana Fernández Molero.
Torres se refirió a la importancia de hacer autocrítica y señaló: “Lo peor que le puede pasar a un dirigente es rodearse de cortesanos aplaudidores que te dicen que está todo bien”. El entrerriano expresó que “las transformaciones arrancan con pequeños gestos. La importancia de conformar equipos. Los valores que ponemos en juego”.
Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, que ofició de anfitrión, destacó los valores fundacionales del PRO y rememoró momentos clave, como las plazas del Sí, se puede que encabezó el macrismo en la campaña presidencial de 2019. “Me gusta mucho este Mauricio volviendo a liderar, que siempre lideró, pero además poniéndose la camiseta”. Además, consideró que su partido siempre “le abrió las puertas a un montón de buena gente”. Respecto a la actualizad partidaria, analizó; “Es un momento raro. Tenemos más gobernadores que nunca, pero perdimos la nacional. En 2003 nos dieron por muerto y en 2005 hizo las inferiores en la Cámara de Diputados. En 2007 ganamos, pero en 2009 nos quisieron volver a dar por muertos. Pero acá estamos”.
Durante su panel, Soledad Martínez hizo una autocrítica para explicar por qué el PRO llegó a esta situación en la que se tienen que relanzar. “Hace largos meses que se viene viendo nuestra mejor versión. Lo que pasó es que perdimos. Hicimos una de las peores elecciones. Tenemos menos intendentes, diputados y senadores. Hoy podríamos ser muchos más acá. Eso es lo que pasa cuando un espacio se empieza a autodestruir. Ojalá esto sea para dejar atrás lo que ya pasó”, aseveró. Por su parte, Yeza recordó que el PRO fijó el horizonte sobre ideas que el Gobierno pregona. “Mauricio hace 20 años que viene hablando de las ideas que hoy son parte del sentido común. El PRO es un partido que no sólo usa el poder para ejercerlo, sino para transformar”, sostuvo.
Las puertas del lugar abrieron a las 16 para invitados y la prensa. Quien rompió el hielo fue Clara Muzzio, vicejefa de Gobierno de la Ciudad. A las 17:56 se subió al escenario montado, con pantallas gigantes de fondo, y comenzó explicando el motivo de la convocatoria y del acto.
Un momento emotivo fue la llegada de Esteban Bullrich, referente histórico del PRO, que motivó un largo aplauso de todo el auditorio. “Podemos darle la bienvenida a Esteban”, lo recibió el jefe de Gobierno de la Ciudad.
El motivo del acto era celebrar su asunción como titular del partido que fundó. Pero en verdad, fue el gancho para hacer un relanzamiento político del PRO de cara a las elecciones legislativas de 2025. El ex presidente pretende que su espacio se fortalezca y construya candidaturas propias. En ese sentido, decidió que el lugar elegido para ese evento sea Ciudad de Buenos Aires, casa matriz del PRO y, acaso, el territorio en el que podría ser candidato el año que viene.
Dentro de la larga lista de invitados, Macri buscó mostrar “renovación” y figuras jóvenes del PRO que empiezan a ocupar espacios de poder. Además de los gobernadores, Martínez y Yeza, estuvieron presentes Ramón Lanús, de San Isidro, María José Gentile, de 9 de julio, Javier Martínez, intendente de Pergamino, y Marcelo Matzkin, de Zárate. A su vez, sobresalió la presencia de Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe.
En tanto que también asistieron los diputados y senadores nacionales como Cristian Ritondo, que lidera el PRO bonaerense, y María Eugenia Vidal, jefa de la Fundación Pensar. Además, legisladores del bloque como Alejandro Finnochiaro, Silvia Lospennato, Luis Juez, Alfredo De Angelis, Florencia De Sensi, Daiana Fernández Molero, Alejandro Bongiovanni, Hernán Lombardi y Silvana Giudici.
A esa lista se sumaron dirigentes históricos del PRO y el macrismo, como Darío Nieto, Fernando De Andreis, Francisco Quintana, Humberto Schiavoni, Jorge Triaca, Guillermo Dietrich, Alejandro Rabinovich, Agustín Forchieri.
En la noche habrá dos ausencias insoslayables. Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Ambos fueron invitados, pero están distanciados con Macri. La ministra de Seguridad porque es funcionaria de Milei y trabaja desde el Gobierno para generar una fusión entre el PRO y La libertad Avanza. Es, justamente, lo que resiste Macri. Mientras que el ex jefe de Gobierno porteño se alejó de la vida partidaria, trabaja en la construcción de un espacio propio y discrepa con cualquier tipo de coqueteo de su partido de origen con los libertarios.
Tampoco estuvieron dirigentes del PRO ligados al bullrichismo, como Damián Arabia, que es vicepresidente 2° del partido nacional, o Juan Pablo Arenaza y Fernando Iglesias. De igual modo, es una incógnita si estará Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero que hoy se mueve en tándem con la ministra de Seguridad, enfrentado al macrismo.
Macri avanzará para impulsar candidatos propios en todo el país con vistas a las elecciones legislativas de 2025. El PRO pretende marcarle la cancha a Milei para llegar fortalecido al cierre de listas. De la mano de Karina Milei, Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem, el oficialismo acelera el armado de La Libertad Avanza en todo el país para monopolizar la selección de candidaturas. Los Milei conocen que requieren de estructura política y peso institucional en el Congreso para empujar su agenda programática y evitar que la oposición le obture la gestión y la gobernabilidad.
Durante la cena en la Quinta presidencial de Olivos, el jefe del PRO le aclaró a Milei que se niega a una “fusión” y que no quiere que se hable en esos términos. Más bien, apunta a generar un posible “frente” electoral en el que ambos espacios negocien los lugares de poder en el cierre de listas. Fue lo que dejó en claro durante su discurso de esa noche.
Macri le hizo saber a Milei que lo apoyará y que el PRO estará para respaldar al oficialismo. No obstante, lo hará con una línea propia, despegada de la narrativa de La Libertad Avanza, sin fusionarse ni integrarse al Gobierno.