El entrenador de Boca, Diego Martínez, se reunió con los integrantes del Consejo de Fútbol del club en el hotel Intercontinental, donde se hospedó la delegación antes del Superclásico con River de este sábado en la Bombonera en el que el Xeneize perdió por 1-0 y evaluaron el futuro del DT, quien aseguró que está con fuerzas pero no quiere «hacerle mal» al club. Por ahora no lo van a echar y no va a renunciar, pero en las próximas horas el panorama podría cambiar.
De la cumbre participaron Marcelo Delgado y Mauricio Serna, dos integrantes del Consejo, que hablaron con el DT y su ayudante principal, Cristian Bardaro. Si bien aseguran que siempre tienen estos encuentros posteriores a cada partido e independientemente del resultado, la charla en este contexto no fue un dato menor.
Hasta ahora la salida del DT no se concretó, pero será hora a hora y no sería sorpresivo que ocurra en los próximos días. Es que este domingo el plantel tendrá día libre. De todos modos, es duda si dirigirá al equipo el próximo sábado desde las 20 en la visita a Belgrano de Córdoba. El encuentro finalizó poco antes de las 9 y Martínez dejó el hotel en su auto particular.
Después de la dolorosa caída y de que el técnico hablara en conferencia de prensa en la que dejó la puerta abierta a una posible salida del cargo, el plantel azul y oro retornó a la concentración en micro, salvo Cristian Lema y Milton Giménez que llegaron en autos particulares, y de allí los jugadores empezaron a irse a sus casas.
«Tengo fuerzas para seguir, pero siempre voy a querer lo mejor para Boca. Entre todos los que trabajan en el club veremos qué es lo mejor. Nosotros como el cuerpo técnico tenemos muchas fuerzas para seguir, tratar de levantar y seguir peleando tanto el campeonato como la Copa Argentina. Sé que los resultados son importantes para las gestiones», reconoció Martínez, golpeado, en la rueda de prensa.
La crisis comenzó desde la eliminación en octavos de final de la Copa Sudamericana frente a Cruzeiro y se prolongó en la caída ante Racing hace una semana. La derrota en el Superclásico pone a Martínez en serio riesgo de perder su cargo, pero la decisión la tomarán en conjunto las distintas partes. A Boca, para levantar un título, por lo pronto le queda la Copa Argentina, en la que debe enfrentar a Gimnasia y Esgrima La Plata en cuartos, ya que la Liga Profesional se le aleja cada vez más.