En los primeros ocho meses del año ese número se derrumbó 21,5 por ciento.
El Gobierno apunta a reforzar sus relaciones comerciales con China en un contexto de desplome de la inversión por la persistencia del cepo cambiario y de la inflación. La secretaria general de la Presidencia Karina Milei tiene previsto participar en la Exposición Internacional de Exposiciones que inicia en Shanghai en los primeros días de noviembre.
Un informe privado puso de manifiesto el contexto en el que el Poder Ejecutivo posa ahora la mirada en el gigante asiático para promocionar proyectos de inversión en la Argentina. La consultora de Orlando J. Ferreres, que hace un seguimiento mensual del nivel de inversión, indicó que en agosto la inversión bruta interna cayó 25,8% en términos interanuales.
Se trata de una medición de volumen físico, que no cuenta el efecto de la inflación. En los primeros ocho meses de 2024, así, el retroceso de la inflación acumulado es de 21,5 por ciento. En máquinas y equipos en agosto la caída fue de 23,7% en relación a igual mes del año pasado, debido a la marcada contracción de la importación de bienes de capital, que fue de 42,8 por ciento.
En términos del Producto Bruto, la tasa de inversión en lo que va de agosto es de 15,6%, el número más bajo de los últimos años. En 2021, el año post impacto de la pandemia, ese porcentaje había sido superior al 18% del PBI.
En la Construcción, Ferreres mencionó que la inversión se contrajo en agosto 27,6% en la comparación anual, profundizando la caída que se había registrado en julio, que había sido de 16,3 por ciento. En términos acumulados, el retroceso fue de 24,6% para los ocho meses transcurridos de 2024.
Esperar y ver
De acuerdo a la consultora “los niveles de inversión de agosto estuvieron negativamente influenciados por la fuerte caída que registró la importación de bienes de capital, aunque en el sector de la construcción también se observa una aceleración de la caída”. En cuanto a expectativas, el informe dice: “hacia adelante, los agentes económicos parecen mayormente adoptar una estrategia de esperar y ver, particularmente en relación a las decisiones que tome el gobierno sobre el cepo cambiario”.
Identificaron otras razones como “la baja en la confianza en el gobierno, y la persistencia que muestra la inflación” y aseveraron que septiembre “será el primero en que el RIGI estuvo reglamentado y en plena vigencia, aunque no se han visto aún movimientos concretos”.
“Entendemos que en el mediano plazo tendrá más relevancia la decisión del gobierno de permitir que los fondos del blanqueo se puedan utilizar en inversiones productivas, como compra de maquinaria agrícola y en proyectos inmobiliarios, lo que debería impulsar los bajos niveles de inversión actuales”, concluyó ese informe privado.
Es en ese contexto en que, el gobierno de Javier Milei empieza a virar hacia China en busca de inversiones que motoricen una recuperación todavía demorada de la economía. Karina Milei concretará en Shanghai su primer viaje al exterior como responsable de la Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones, que hasta hace pocos meses estaba en la órbita de la canciller Diana Mondino.
La presencia de China en la Argentina por la vía de inversiones es más claro en sectores como la minería. Las firmas chinas trabajan una amplia gama de minerales en varias provincias del país. Desde Jujuy hasta Chubut, estas iniciativas incluyen la extracción de litio, oro, plata, cobre, zinc, hierro y plomo, posicionando a China como un jugador clave en el sector minero argentino.
De hecho, en un informe reciente la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), destacó cinco recientes proyectos de inversión del gigante asiático en la minería argentina (sin contar al litio), por más de USD 850 millones.
El Gobierno necesita la activación de grandes inversiones para poder mostrar que la actividad económica se recupera con vigor, algo que los números oficiales todavía muestran a cuentagotas. En julio el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) mostró una mejora de 1,7% en comparación con junio, pero en agosto los indicadores anticipados reflejan que esa tendencia podría haberse interrumpido.
“Para lo que resta del año proyectamos un sendero de crecimiento débil, con subas y bajas y una amplia disparidad sectorial. Particularmente para agosto, los indicadores de avance no fueron tan positivos como en julio, específicamente los relacionados con la industria y la construcción (que venía de una racha de meses de recuperación)”, planteó un informe de LCG.
Por su parte, el monitor de actividad económica de PxQ indicó que “en agosto los indicadores adelantados de la producción industrial (producción automotriz, siderúrgica y demanda de energía industrial) presentaron resultados dispares. Mientras que la producción automotriz y la demanda de energía mostraron caídas mensuales, la producción siderúrgica mantuvo la tendencia positiva del mes anterior”, consideraron.
En tanto, PxQ continuó: “En cuanto a la construcción, en agosto los indicadores adelantados (despachos de cemento e Índice Construya) registraron contracciones mensuales. Esto podría anticipar la primera caída del ISAC tras cuatro meses consecutivos de subas”.