Hugo Kern, responsable del Departamento de Salud Mental, habló con Primero Bahía sobre los números del programa de salud mental del municipio.
«Lo más importante que hay que destacar son las perspectivas de solución, muchas veces identificamos los problemas y es difícil buscar las soluciones y hoy que se ponga en marcha un programa y en el primer bimestre se pueda ver que ha sido tomado por la gente y se ha firmado un convenio para una residencia, es porque si bien no son las mayorías, era un vacio en la ciudad. Se construirá una unidad residencial para tratamiento de personas con problemas de consumos problemáticos», comenzó diciendo Kern.
Además refirió que «significa una forma de ver el problema, nosotros históricamente, en mi experiencia, Bahía es una ciudad muy solidaria y en otras cuesta mucho verlas y tomarlas como un problema, queda como cuestión personal de cada uno y hasta a veces se termina culpando a las personas, que haya proyectos donde se pueda brindar asistencia, solución, ante los consumos problemáticos es un elemento muy importante».
«Estos dos meses se incorporaron 30 personas, se duplicó la cantidad de gente que trabaja en el programa de salud mental y a partir de esta cuestión el efecto que tenemos es que se triplicaron las consultas. Cuando hay posibilidad de que las personas puedan consultar aparecen más consultas, vos podes ver la magnitud del problema cuando pones un espacio para recepcionar eso que les está pasando. Otro efecto que tiene son las campañas de comunicación social, cuando se inició una campaña corta como Hablemos, hace que las personas se enteren y se acerquen», contó Kern.
También indicó que «Nunca se ha disminuido el consumo de drogas, hay un crecimiento sostenido entre el 10 y 15% en el correr de los años. El concepto de fiesta permanente, conocido como una práctica cultural, que era algo que lo veías en Europa, eso como práctia se sostiene y tiene una afluencia importantísima que nos lleva a que Argentina tiene más consumo de alcohol per cápita en América, después tenes el gran desafío del consumo de psicofármacos y luego una cuestión que es el uso de cocaína donde tenemos un consumo interno importante en Argentina, desde Rosario como epicentro».
Para cerrar dijo que «el caso de las mujeres tenes dos cuestiones, el usuario de drogas cuenta con una estigmatización importante, genera rechazo y cuando se trata de mujeres esto se duplica, socialmente terminan siendo las responsables de la educación y la salud de la familia. La mayoría de las veces es un consumo oculto que requiere de ciertas estrategias para que se pueda tratar, a diferencia del varón y facilitar y generar espacios para que las mujeres puedan acercarse rompe la situación de estigma que se viene dando».