Santiago Algorta utilizó su beneficio y conformó la placa de eliminación a su gusto.
A pocas horas de la gala de eliminación de Gran Hermano (Telefe), la casa vive momentos de tensión. Nadie quiere ser el primero en cruzar la puerta y abandonar el juego. Con cuatro participantes en placa, este viernes, el líder del certamen debía sacar a un jugador y subir al otro. Pero lejos de simplificar las cosas, su decisión y sus motivos provocaron un fuerte cruce en el reality.
Tras la última gala de nominación, cuatro jugadores corrían el riesgo de abandonar la casa: Delfina, Carlos, Luciana y Ulises. Para la esperanza de uno de ellos, este viernes, Santiago Algorta, líder de la semana, debía quitar a uno de ellos de placa y subir a otro de los participantes.
Previo a este momento, Delfina Delellis confrontó al uruguayo y criticó su actitud: “Que se quede tranquilo, todos entendemos que es un juego. Lo veo pensando todo el tiempo, es mucha presión ser el primer líder de todos. Le va a hacer mal, recién vamos cuatro días”. Luego de que todos los nominados expusieran sus opiniones, el líder decidió salvar a Luciana Martínez.
Con el correr de los minutos, la tensión seguía aumentando. Ninguno de los restantes 20 participantes quería estar en placa. Así las cosas, el joven pronunció el nombre de Claudio Dilorenzo. El oriundo del barrio de Flores no pudo ocultar su sorpresa. “Creo que sos un tipazo. Estás durmiendo al lado mío. Siento que podríamos tomarnos un fernet afuera. Pero acá necesitamos gente que nos desafíe. Es súper difícil proyectar en dos o tres días cómo es una persona, pero siento eso. Capaz que estoy errando, pero en lo que vi en estos días siento que capaz esto te active y que sea la gente que decida si tenés más para dar. Creo que te falta ser consciente de dónde estás hoy en día y no dejar pasar el tiempo”.
Inmediatamente, Claudio respondió: “No me lo esperaba ni loco, pero está perfecto. Es su decisión. La respeto a morir. No siento que sea así. Soy muy auténtico. Demasiado. Creo que me estoy abriendo un montón. Sentí una cercanía con él. Tampoco me imaginé que cuando dio el motivo estuviera hablando de mí”. Fue entonces cuando del Moro hizo un fuerte planteo y le preguntó al líder: “¿Creés que no le aporta nada a la casa?”.
Firme en su postura, el uruguayo argumentó: “Hasta el momento no, no vi que haya apostado. Yo quiero que nos desafíen, que nos incomoden y que saquen de nosotros cosas nuevas o tener que ver cómo nos manejamos”. Al escuchar al joven, el conductor volvió a arremeter: “¿Creés que es un error de casting?”.
“Puede que haya sido un tema de casting. No sé, eso no me corresponde a mí decirlo. Sí creo que me corresponde decir que quiero que en la casa quede gente auténtica y que, sobre todo, que juegue. O sea, insisto, son las dos cosas. Yo dije los motivos por los que toman decisiones. Quiero autenticidad y quiero también saber dónde está la gente”, explicó el uruguayo.
Minutos más tarde, con el enojo y el sentimiento de indignación acumulado, Claudio expresó ante un compañero: “La devolución no me pareció correcta. Para mí, él está viendo otra cosa. Yo hablé y que sabe que con esta hora hace que yo diga: “Entonces fue falso conmigo”. Pero no me gustó la devolución, el por qué. Que dé la sensación afuera de que el casting fue equivocado, eso a mí me mató. Que mi gente vea que pude haber sido un error de casting”