Ana María Liberali, profesora y periodista, estuvo presente en los estudios de Primero Bahía para contar la presentación del libro de su padre «Maipú 555».
«El fue muy querido por mucha gente, no solo por la gente de Ingeniero White, desde chica cuando terminaban las clases yo venía y me quedaba hasta marzo, mi papá era muy querido por toda la gente y en mi casa era de 10, lo seguimos extrañando, mis hijos y nietos, no solo era muy divertido sino que nos apoyó a todos en todo, por eso queríamos sacar este libro despues de los 18 años de que él falleció», comenzó contando Ana María.
También indicó que «cuando le dije a mi papá que quería estudiar, me dijo que si quería hacer un periodismo como hacía él, tenía que recordar los cumpleaños que no había estado y todas las cosas que se había perdido por la profesión. Yo conocí la casa cuando era de madera, tengo una foto en su casa con mi papá, los colores de Comercial los creó mi bisabuela, en su casa estaban los de la comisión tratando de entre lazar los colores de los clubes más chiquitos que los unificaba, y ahí se tomó la decisión porque mi bisabuela dijo que le pongan los colores de la tuna».
«Yo soy hincha de Comercial y simpatizante de River, pero sobre todo de Comercial. Mi papá amaba a Comercial y lo defendía en todos lados, cuando se jubiló era un mes en Buenos Aires y un mes acá y después mi mamá siguió haciendo lo mismo. Mi papá trabajó 20 años en Radio El Mundo y lo echó la dictadura, estuvo re mal durante mucho tiempo y siguió trabajando en otras cosas, pero irse de donde había empezado no lo pudo soportar», contó Liberali.
Para cerrar dijo que «él empezó a escribir este libro y en octubre o noviembre del 2006 le entregó los originales a una editorial y él falleció en diciembre, nosotros sabíamos cual era la editorial, pero no sabíamos si había pagado o no. En enero la editorial cerró por vacaciones y no abrió nunca más, empezamos a tratar de localizarlos y no hubo forma, él tenía un archivo infernal, buscábamos a ver si estaba esto y encuentro la copia de carbónico de lo que había mandado a la editorial y digo ese libro tenía que salir porque es lo que él quería, hasta que armé el libro como estaba incluso las fotos que él había elegido de tapa y de contratapa, por eso el libro sale después de 18 años, muchas de las cosas que cuenta en el libro son las que contaba en la mesa de casa».
