Martín Salaberry, candidato a primer concejal en Somos Buenos Aires en Bahia, estuvo presente en Primero Bahía para contar sus expectativas de cara a las elecciones.
«Viví un año en el campo, un año en Pedro Luro, después vivimos un año en Cabildo y nos radicamos en Bahía, fui al primer grado en Cabildo, cuando nos mudamos a Bahía mi papá pone una consecionaria y yo vivía en Catriel y Brandsen, frente a Casa Matamoros, y ahí me crié jugando en la cortada de Calfucurá, con toda una banda de amigos gigante, los pibes del barrio, jugué al fútbol en Bella Vista, tuve una infancia increíble. Mi papá y mi tío corrían en midgets. Hice la primeria en la escuela 18, con docentes de antes que eran duras en la disciplina pero a mi me sirvió mucho, yo era muy aplicado en el estudio pero revoltoso. La secundaria los primeros tres años en la Media N°3, y los últimos dos años fui al colegio Don Bosco, después me fui a vivir a La Plata, quería estudiar Derecho, fuimos con dos amigos, después me fui a vivir solo, a partir del segundo año estudié y trabajé, me recibí en el año 98 y ahí decido irme a Buenos Aires a trabajar y estuve hasta el 2008 ahí con una experiencia muy linda», contó Salaberry.
Además aseguró que «volví por una razón personal, me había separado, venía todos los fines de semana a verla, viabaja por todos lados pero era infeliz desde el punto de vista de lo afectivo y tomé la decisión de volver a Bahía. Regresé y tenía mis viejos, mis hermanos, todo acá. En la política fue desde niño, me gustaba el fútbol, el automovilismo, pero la política surge por charlas con mi abuelo, por parte de papá, me iba con él a Monte Hermoso tres meses en el verano y esos tres meses, mi abuelo era inmigrante vino de Francia, pero era un tipo muy formado, leído y él recuerdo tener el diario La Nueva Provincia, con palabras muy duro, hablábamos de la Argentina, del campo, de Brasil, de lo que pasaba en la política, me explicaba, amaba la Argentina y hablábamos de cuestiones de producción y siempre tuve la idea de política».
«Mi papá me dijo vamos a conocer a Alfonsín, yo tenía 8 años, aparece la figura de Alfonsín, imponente, me saluda, me dice vamos a recuperar la democracia, me firmó un autógrafo en una servilleta de papel y creo que eso, junto con las charlas de mi abuelo fue mi detonante para seguir en política, yo cantaba temas y le ponía énfasis en que gane Alfonsín y festejé cuando ganó y se recuperó la democracia. Nunca milité en la universidad porque creía que tenía que estudiar y no tenía tiempo ocioso, solo para los fines de semana, pero estaba vinculado, ya conocía a Alfonsín, más vinculado al radicalismo y después más de grande me fui formando, pero el hilo conductor fue haber conocido a mis ocho años a Alfonsín en Bahía», consideró el candidato a concejal.
También relató que «en Buenos Aires, si bien trabajaba en la profesión uno se va formando más lectura, información que uno va teniendo más que un estudiante, ahí empieza mi formación pero tenía que trabajar, no me quedaba margen de tiempo, entonces cuando regreso a Bahía en el año 2008, ahí dentro de la toma de desciciones era montar el estudio jurídico, tenía un pedacito de campo donde soy productor ganadero, y dije voy a hacer lo que me gusta, porque acá tenía más tiempo. Me involucré con un grupo de amigos, éramos bastante rebeldes, en el sentido de que pienso que hay que renovar, que está buenísimo que se involucre gente nueva, era difícil ir a los barrios y que no te conozca nadie».
«En el 2010 fue cuando me presenté por primera vez como candidato a presidente del comité de la UCR, competíamos contra Aloma Sartor, Juan Pedro Tunessi, Cabirón, Reta, el partido siempre tuvo dos personas que fallecieron uno Oscar García y han sido muy buenos y generosos conmigo, junto a Ricardo Varela, que le abría las puertas a todo el mundo y nos alentaba a seguir adelante sin temor, me habían ofrecido la vice presidencia, pero queríamos renovar», aseguró.
Para cerrar dijo que «yo defiendo mucho a Argentina, me duele cuando veo que podríamos estar tan bien, es importante la estabilidad del mercado y el trabajo para poder conseguir un equilibrio. Las expectativas que tenemos es poder en Bahía Blanca tener una agenda de ciudad que nos vuelva a poner en el sitial que debemos estar. Es una ciudad que desde que se fue Jaime Linares cayó en un abandono, se vino muy abajo la ciudad en muchos aspectos y hay que recuperarla con mucha austeridad, con transparencia en el manejo de los fondos públicos y hay que se innovador con nuevas ideas, los colectivos a la noche no pasan y eso no puede ocurrir, necesitamos que el mantenimiento de la ciudad sea algo sencillo pero bien hecho, hay pozos por todos lados, necesitas un Estado eficiente, el aspiracional nuestro es que las cosas se hagan bien».