La Doctora Graciela González Prieto, vocera del Hospital Municipal, visitó los estudios de Primero Bahía para contar el trabajo que viene realizando en el nosocomio.
«Soy bahiense, del barrio Mariano Moreno, lo que antes era el Noroeste, hice la primaria en el Marina Coppa y el secundario también. Uno de chico empieza a ver algunas series de diferentes profesiones, tengo un bisabuelo que fue algo parecido a un médico en España, se llamaba practicante y capaz la heredé desde ahí. Estudié en la UBA, me llevó los seis años de la carrera, cuando uno se recibe es médico, a mi criterio todos los médicos recibidos deben hacer una residencia, uno durante la carrera recibe mucha información teórica, algunos en los últimos dos años de la carrera hacemos guardia, pero otros no y estar en el campo de batalla es totalmente distinto. Yo hice mi residencia en el hospital Municipal en la parte de clínica, al menos que tengas algún perfil para hacer alguna de las derivaciones, sino dentro de la clínica podes decidir alguna de las especialidades que más te guste», comenzó diciendo González Prieto.
También consideró que «nosotros pertenecemos a un hospital, tenemos un sentido de pertenencia al lugar y querer el sitio y eso hace que todos trabajemos muy parecidos en cada uno de los servicios, tratamos bien al enfermo y hacemos todo para que ellos estén bien. Nosotros estamos viendo que en la guardia del Municipal que tiene un volúmen de atención muy alto entre 600 y 700 personas, tenemos algunos casos de drogadicción, las vemos en pacientes de todas las edades, algunos se quedan, otros se quieren ir, algunos agreden a los enfermeros, médicos, por eso tenemos que tener seguridad. Hay guardias de 12 horas, en todas las especialidades, las 24 horas».
«Somos el hospital que recibe la mayor cantidad de pacientes con trauma, ya sea por accidente de tránsito o alguna situación del Polo, tenemos ecógrafos nuevos y un tomógrafo nuevo, La Renga hizo un show a beneficio del hospital y se lo vamos a agradecer siempre, la semana pasada le dimos su nombre a un espacio verde del hospital y eso nos permitió hacer muchas cosas, esa donación se canalizó en la fundación, se pudo comprar un tomógrafo nuevo, mucho más moderno del que teníamos, hemos comprado también una máquina especial para hacer esterilización, refaccionar los techos que se nos dañó, sobre todo el de terapia intensiva que a la semana estaba arreglado por nuestra gente», aseguró la doctora.
También destacó que «tenemos profesionales que son excelentes en los servicios. La plata fue mucha, es un hospital de 136 años, y necesita mantenimiento y modernización constante, además es un hospital escuela y nos exige estar más ayornados, por lo que decir en qué se gastó el dinero que entró a la fundación es importante porque es un hospital público y de todos los bahienses, por eso se hizo una conferencia de prensa para contar lo que se compró y mostrar la transparencia que nos caracteriza y que lo hacemos a todo nivel, con esto como también cuando hablamos con los familiares de los pacientes».
«Todos mantenemos la pasión por la profesión que elegimos, hay momentos que son difíciles como los que nos tocó afrontar, pero la clínica es soberana, hay que saber si el paciente habla poder orientar el pronóstico y si no tenes que ir arrimándote al diagnóstico, el cambio que uno ve es ese, están más apegados a la tecnología que nosotros porque tenemos todo a mano para hacerlo, lo único que no tenemos es un resonador, el poder diagnosticar sin métodos complementarios es una buena manera de continuar avanzando, los jóvenes tienen las mismas ganas que todos nosotros, ellos tienen toda la fuerza del comienzo y nosotros la experiencia, por lo que nos complementamos muy bien», aseguró González Prieto.
Para cerrar dijo que «el médico estudia para poder curar a todos, pero el camino de la profesión te va llevando a ser dulcemente cruel, no hay nada que ayude más a las familias que un médico que explique fácil cúal es la enfermedad y de que manera se seguirá, dar malas noticias es algo que se aprende ahí en la experiencia, estar a disposición de la familia para que se saquen las dudas es fundamental, uno se hace duro para poder seguir todos los días pero hay que mantener el cuidado con las familias».
«Aceptamos ir a PAMI como un desafío de gestión, en los últimos años de gestión Jouglard como yo lo tomamos como un desafío de gestión, aprendimos mucho pero es muy desgastante, se necesita estar las 24hs del día, los 7 días de la semana a disposición del PAMI, eso fue desgastando mucho y más los vínculos personales y cuando los vínculos te dicen que pares después de muchas charlas con las familias decidimos dejar la función. Por el 2014 una de mis compañeras que trabaja en el Penna, me dice vamos a hacer el curso de medicina del deporte, fuimos, nos gustó y teníamos que hacer prácticas en un club y hablamos con Dagna para que nos permita trabajar con las inferiores del club para estudiar a los chicos, muchos de ellos era la primera vez que vuelven a ver al médico después de la primaria, ya que muchos asumen que el deporte es salud y a veces no es así y los años me fueron llevando a ser la primera médica en un equipo de primera con Olimpo», aseguró.
