Su idea es dar señales para bajar el riesgo país a cualquier precio y evitar el uso de los USD 20.000 millones para cancelar deuda soberana que vence el año próximo.
Será una semana poblada de anuncios positivos para mejorar el destino del domingo en las urnas. Ayer el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, anunció que “comenzaron tratativas” con organismos multilaterales y agencias de Estados Unidos para recomprar deuda. En otras palabras, estarían tomando dólares a tasas más bajas de las que pagan los bonos que van a recomprar. Para tener acceso a esos fondos, los ahorros que genera la operación serán destinados a la educación. Están utilizando una de las ventanas del Banco Mundial y de agencias internacionales que facilitan dinero para educación.
La noticia no impactó porque no se mencionaron montos ni plazos. Además, el banco agente de la operación es el JP Morgan. La paradoja es que la entidad fue la que sacó a la Argentina del índice Embi+ que mide el riesgo país, porque considera que no está en la categoría de emergentes y hace más de 5 años que no emite un bono en los mercados internacionales.
La idea es dar señales para bajar el riesgo país a cualquier precio porque no quieren utilizar dólares del swap de USD 20.000 millones para cancelar deuda soberana que vence el año próximo. El ideal del Gobierno es bajar el riesgo país por debajo de los 500 puntos básicos para regresar al mercado internacional de capitales y conseguir dinero al 8 o 9% anual. En otras palabras, bajarlo a la mitad de lo actual.
Parece una enorme distancia para un país al que Donald Trump consideró que “hay que ayudarlo a sobrevivir”, llegue a ser un demandante creíble de crédito. La Argentina perdió esa condición desde que comenzó el Siglo XXI. Hubo una leve interrupción en la primera parte del Gobierno de Mauricio Macri y punto. En la gestión del kirchnerismo se intentó con un Bono Global 2009 que fue un fracaso.
La acumulación de reservas es la meta obligada, pero pocos creen que de acá a enero reúna la suficiente cantidad de divisas porque el horizonte de exportaciones es declinante; el agro solo exportará en lo que resta del año USD 3.900 millones y a precios internacionales declinantes.
Si bien 2026 parece prometedor en cuanto a cosecha, minerales y combustible, es el largo plazo. Lo que cuenta es hoy por eso Quirno adelantó operaciones a futuro donde reunió palabras que suenan bien en todos los oídos: bajar deuda y aportar más fondos para la educación.
La plaza financiera no se conmovió por estos anuncios y, si bien no hubo intervención en el Mercado Libre de Cambios, hubo un amago del Banco Central de vender dólares a $1.490,5 que es el límite de la banda superior. El dólar para exportadores e importadores subió $25 (+1,7%) a $1.475, después de haber tocado $1.481. El monto de operaciones fue muy bajo, apenas USD 393 millones.
La dolarización sigue adelante. Los dólares financieros, que comenzaron equilibrados, pronto retomaron su tendencia. El dólar MEP aumentó $11 (+0,7%) a $1.552, mientras que el contado con liquidación (CCL) subió $26,30 (+1,7%) a $1.570. El “blue” sumó $25 (+1,7%) a $1.505.
La consultora F2 que dirige Andrés Reschini destacó la suscripción del swap de USD 20 mil millones que no integrará las reservas y el anuncio de la recompra de deuda y opinó que “aunque estas medidas son positivas, no logran despejar las dudas sobre la gobernabilidad luego del domingo y cómo será el resto del apoyo de Estados Unidos si el resultado no es favorable. Por lo pronto el spot en MAE cerró con una variación positiva del +1,72% aunque con el menor volumen de operaciones desde el 17 de setiembre. Las tasas, por su parte, lograron atravesar otra rueda de relativa estabilidad. Los futuros reaccionaron positivamente impulsados por la variación en el mayorista ya que la curva de tasas implícitas se vio desplazada hacia abajo con acento en las posiciones más cortas”.
“Asimismo, el volumen de operaciones descendió desde 1,69 millones de contratos previos a 1,14 millones. Esta reducción en el volumen también fue acompañada por el mercado de bonos dollar linked. El interés abierto, por su parte dejó como saldo un desarme neto de -34,5 millones. La caída en las tasas implícitas en el tramo corto dejó a toda la curva de sintéticos en terreno positivo luego de varias ruedas de rendimientos negativos en el tramo corto”, explicó Reschini.
Los bonos soberanos que abrieron con alzas de hasta 2%, no resistieron demasiado tiempo y después de la mitad de la rueda comenzaron a retroceder y terminaron con leves bajas que aumentaron el riesgo país por encima de los 1.100 puntos básicos.
La Bolsa estuvo poblada de números rojos. El S&P Merval de las acciones líderes perdió 0,6% en pesos y 2,2% en dólares. Metrogas (-3,2%) y Pampa Energía (-2,4%) encabezaron las caídas.
Los ADR -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron un comportamiento similar: Pampa cayó 5,3% y Banco Supervielle, 5,2%.
Hoy será otro día de cautela y de coberturas. No es un buen clima para los inversores, pero la agonía terminará el domingo.