Sergio Mendoza, Director del Hospital Privado del Sur, estuvo presente en Primero Bahía, para hablar del nuevo equipamiento del hospital.
«La ginecología y obstetricia es todo un proceso con la paciente y las familias, por lo que durante nueve meses se da esa conexión entre los médicos y las personas. Desde el inicio si hay una cesárea programada los papás participan, se respeta la hora de oro, el bebé es recibido por su mamá y su papá, más allá de que el equipo siga con la intervención, es algo muy lindo y que es positivo para el bebé», comenzó diciendo Mendoza.
Indicó además que nació en Las Lomitas, a los 9 años se mudó a Formosa Capital, «me recibí en la Universidad Nacional del Noroeste en Corrientes, cuando me recibí pensé que iba a hacer, yo venía de una familia muy humilde que hizo una colaboración para que pudiera estudiar, yo quería devolverle a mi familia lo que me deba, me ayudó mucho mi hermano, yo tengo mucha vista, sería muy buen ecografista, pero tengo que saber que pasó y me pasa hoy en el hospital que quiero ver que pasa, y sigo el caso y la evolución».
«Me casé en Bahía, hace 38 años que estoy en la ciudad, tengo cinco hijos. Lo del parto en el agua, es algo que siempre quise hacer, hice mucho en el hospital para que la dirección lo ponga en marcha, es mágico porque disminuye la intervención que la gente no quiere, llega un momento que la cabeza apoya en un lugar en que sale el bebé y la mamá lo recibe. Ahora estoy en la dirección desde hace más de un año», destacó.
También contó lo que se sumó, «se hizo la compra del paroscopio, de última generación, eso permite hacer una cirugía con la mínima intervención posible, el médico visualiza a través de la cámara y puede abordar, esa cirugía que iba a tener una incisión, con un post operatorio que es complicado, hoy con un cirujano con buena técnica el paciente se recupera rápidamente y se puede ir a su casa sin complicaciones».
«Me gusta ponerle pasión a lo que hago, me pasó con la obstetricia, me gusta mucho, lo disfrute y lo disfruto mucho y esto de la gestión es algo nuevo, es dificultoso, pero lo veo como un desafío, no una carga. Yo me jubilé en el Penna, estuve 36 años, fue mi casa, me llaman del Privado del Sur y después de tantos años dedicarme a esto dije que iba a programar mi vida y apareció este pedido y no me disgustó la idea, y estas cosas en general, el hospital tiene algunas cualidades donde una de sus cosas es la gente, tiene un personal muy comprometido que nos ayudó mucho cuando pasamos las catástrofes y un equipo económico», admitió.
Sobre la inundación dijo que «nos costó mucho la reparación, 2 mil millones de pesos se gastó y para alguien que no tiene y proceso que estaba el hospital, fue muy duro, no recibimos apoyo externo, solo la ayuda de gente, otros hospitales y demás».
«Son cuatro años de gestión, nosotros lo que buscamos con el equipo que nos reunimos todas las semanas, nuestro trabajo es tratar de mejorar, quiero que me elijan en el hospital privado para ir a atenderse, porque nos atienden bien, porque hay aparatología, quiero que haya una cultura de servicio a la comunidad, que sientan que se atienden, que los acompañen como corresponden, que expliquen los procedimientos, y que el personal esté a gusto en el lugar», aseguró.
Para cerrar dijo que «el personal está bien, hacemos el recorrido diario, hablamos con todos con la gente de limpieza, mantenimiento, enfermeras, guardias, vemos la demora de la guardia, espera de pacientes, de estudios, y demás. Mantenemos un personal estable y vamos renovando si hay gente que se va, que cumple con su edad jubilatoria, buscamos un perfil de persona, y eso es todo con entrevista, se hacen devoluciones».
«Ahora disminuyeron los nacimientos, tienen otras prioridades, el número de chicos y estilo de vida, siempre tengo mucha práctica, no fui de paso, revisaba a los pacientes, y es algo que me gusta y aprendí muchísimo, el Penna y el Privado, son los que más nacimientos tienen. En Bahía es alrededor de 35% de disminución de partos, teníamos 130 partos por mes y ahora 80», concluyó.


