El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, le avisó a los gremios estatales que no habrá aumento salarial ni bono antes de fin de año. La gestión bonaerense definió clausurar la paritaria hasta enero próximo e intensificó el enojo de los trabajadores.
La decisión fue informada este lunes por el propio Kicillof en reunión con los secretarios generales de los sindicatos sector, en un encuentro convocado por la administración provincial tras el pedido de reapertura urgente de las paritarias que los gremios realizaron al ministro de Trabajo, Walter Correa, de manera simultánea.
En la reunión, Kicillof trasmitió el oscuro presente de las arcas provinciales y confirmó que la prioridad del Gobierno para fin de año será resguardar los puestos de trabajo, pero no habrá incrementos salariales. El argumento: la fuerte baja en la redaudación, cercana a un 20%, y los coletazos de las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei sobre las provincias.
«Por eso no pudieron garantizar una paritaria como la veníamos sosteniendo bimestralmente», declaró a la prensa Claudio Arévalo, secretario general de ATE Buenos Aires, tras la reunión con el gobierno.
Por su parte, Pablo Maciel, titular de la CICOP, destacó la importancia de la voluntad del mandatario bonaerense de de mantener la paritaria abierta.
«Tendremos un mes de enero de intensas negociaciones y que esperemos que podamos llegar a un nuevo acuerdo salarial», expresó.
El último aumento fue en octubre. Fue de un 2,5% en el marco de un esquema iniciado en febrero con un 7%. Le siguieron subas de 2% en marzo, 6% en mayo, 4% en julio y 2,5% de aumento a partir de agosto.
De esta manera, noviembre y diciembre cerrarán sin nuevos aumentos. Tampoco habrá bono de fin de año, según confirmaron fuentes sindicales.
La intención de la gestión bonaerense sería retomar la negociación a mediados de enero y podría definirse un incremento retroactivo a noviembre, a cobrar recién en febrero.



