El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el intendente en uso de licencia de Merlo, Gustavo Menéndez, designados interventores del Partido por decisión de Alberto Fernández, arribaron este lunes a la provincia.
Aníbal Fernández y Gustavo Menéndez arribaron este lunes a Jujuy para avanzar formalmente con la intervención del Partido Justicialista de la provincia, decisión que tomó semanas semanas atrás el presidente Alberto Fernández luego de los episodios de violencia que se registraron allí en medio de la reforma de la Constitución jujeña.
El ministro de Seguridad de la nación y el intendente en uso de licencia de la localidad bonaerense de Merlo fueron designados por el Jefe de Estado, quien también ejerce la presidencia del Consejo Nacional del PJ, como responsables de la intervención del Partido Justicialista de Jujuy “para ponerlo en la misma línea del peronismo en todo el país de una clara oposición al gobierno y las políticas represivas de Gerardo Morales”, había informado Casa Rosada.
En este contexto, tras llegar a la provincia, Aníbal Fernández destacó “la capacidad de los hombres y mujeres del peronismo jujeño” para trabajar en la recomposición del partido a nivel local. “No somos ni magos ni genios, somos compañeros y en este caso nos invitaron a ayudar a recomponer la estructura en cuanto a capacidad competitiva y otras posibilidades ciertas”, explicó.
El ministro de Seguridad estuvo acompañado por los precandidatos de las dos listas de Unión por la Patria que competirán por cargos legislativos nacionales en las elecciones del 13 de agosto con la fórmula Sergio Massa-Agustín Rossi y en la tarde se reunió con dirigentes peronistas, entre ellos, el expresidente del PJ jujeño Rubén Rivarola, actual diputado provincial y precandidato a senador nacional por UxP, para la entrega de los atributos.
A Rivarola recientemente se lo cuestionó de haber acompañado al oficialismo provincial de Gerardo Morales en la aprobación de la nueva constitución de Jujuy. Cuando el Presidente tomó la decisión de intervenir por 360 días el partido, en un comunicado que difundió el Gobierno se justificó la medida al señalar que “un grupo de legisladores del Partido Justicialista del Distrito Jujuy, amparados por las autoridades del Partido Distrital, votaron favorablemente a la introducción de modificaciones en la Constitución Provincial avasallando y restringiendo derechos fundamentales consagrados por nuestra Carta Magna, como el derecho a huelga o protestar”.
“No quedan dudas que las autoridades del Partido Justicialista Distrito Jujuy comulgan con un pensamiento totalmente ajeno a los principios y doctrina que fundan el pensamiento justicialista y contradicen el espíritu y la letra de nuestra Constitución Nacional”. El peronismo le aportó al gobernador Gerardo Morales 11 votos cuando se votó la reforma de la Constitución provincial que después originó protestas y manifestaciones violentas en distintas ciudades de Jujuy.
Este lunes, en diálogo con la prensa local, Aníbal Fernández comentó que “lo primero fue reconocer lo que tenemos y cómo hacer para trabajar en conjunto para lo que se viene hasta el 13 de agosto y el 22 de octubre, para los que sean electos” y afirmó que “el objetivo” es ganar la elección “como se merece el peronismo jujeño”.
“Ojalá sea la última vez que Jujuy pase por ello”, dijo en relación a la intervención. El funcionario del Gabinete Nacional tiene previsto reunirse con autoridades del Juzgado Federal de Jujuy “por razones obvias de la intervención en la que tenemos que ser reconocidos como tales”, explicó.
Por otra parte, Aníbal Fernández no descartó recorrer la ruta nacional 9 donde comunidades originarias mantienen cortes en oposición a la reforma constitucional impulsada por la administración provincial. “En esos lugares está mi gente, tengo a la Gendarmería a mi cargo”, dijo y manifestó su anhelo de “poder hablar con las comunidades, conocer sus inquietudes y ayudarlas” a la vez que recordó que la justicia federal los autorizó a intervenir “pero no nos obliga a actuar y mucho menos a reprimir”.