La autoridad monetaria sostuvo a raya a la cotización financiera.
Tras un ida y vuelta con el Fondo Monetario Internacional en el que la intervención del Banco Central con reservas fue una parte de central de esa discusión de cuatro meses hasta la aprobación del directorio, el Gobierno continuó con su estrategia de intervención con reservas para mantener a raya las cotizaciones de los dólares paralelos. El FMI afirmó que no está en contra de esas operaciones aunque pidió que sean “medidas” y “transparentes”.
El Fondo Monetario y el Gobierno se involucraron en negociaciones ásperas sobre el margen de intervención que tendrá el Banco Central para actuar ante alzas en los mercados paralelos, a los que el equipo económico adjudica un peso central en la expectativa de suba de precios general.
Como resultado de ese ida y vuelta con el organismo, el acuerdo al que arribaron el Poder Ejecutivo y el FMI fue el de habilitar el uso de reservas para eventos “disruptivos” en las cotizaciones paralelas, y con condiciones puntuales. Además, la letra chica de la última revisión sugiere que no se utilizarán Derechos Especiales de Giro (DEG) para esa intervención, sino que deberán ser realizadas con las reservas que acumule en cada rueda la autoridad monetaria.
En ese plano, el staff técnico del FMI puso en números cuál fue el papel que tuvo el Banco Central respecto a los dólares financieros, un número que no suele ser informado de manera oficial por el Poder Ejecutivo. Así, el Fondo Monetario midió que aquella operación de recompra de bonos en dólares que había anunciado el Ministerio de Economía en enero culminó con compras por unos 600 millones de dólares, a valor de mercado.
Pero el dato más marcado es el del impacto en reservas que tuvo esa intervención en el mercado de bonos en dólares que se utilizan para hacer MEP y contado con liquidación. Según estimaciones del organismo, ese número ascendió a “más de 1.700 millones de dólares en reservas”. “Las intervenciones del BCRA en los mercados cambiarios paralelos fueron más fuertes durante los períodos de mayores presiones cambiarias”, mencionó.
El Fondo Monetario señaló que una parte de la intervención oficial podría no implicar un impacto en reservas, es decir aquella que se hace solo con la venta de bonos en dólares a cambio de pesos. De todas formas, indicó que “la caída en la brecha cambiaria a menudo es de corta duración si los compradores de bonos los venden rápidamente contra dólares estadounidenses”. En ese sentido, los técnicos del FMI calcularon que en lo que va del año el BCRA vendió bonos por USD 3.600 millones, a valor nominal.
“A diferencia de 2021, las intervenciones fueron más específicas y de naturaleza temporal, destinadas a contener las condiciones desordenadas del mercado, aunque se han mantenido intervenciones de bajo nivel con el fin de evitar un estallido de condiciones desordenadas dada la liquidez limitada del mercado”, precisó el organismo en su último informe técnico.
En un apartado en el que hizo un estudio en profundidad de la actuación del Banco Central en el mercado paralelo, el organismo puntualizó que “las intervenciones en los mercados de valores cambiarios sólo deberían considerarse temporalmente para abordar las condiciones desordenadas del mercado”.
Y expresó cuáles deberían ser las condiciones puntuales en las que el BCRA debería salir “ a la cancha” a intervenir con reservas. “Si bien los movimientos en los mercados de divisas paralelos podrían reflejar temporalmente incertidumbres, están impulsados principalmente por fundamentos económicos (como también lo sugiere la mayor brecha entre las tasas paralelas oficiales y del mercado negro durante los períodos de intervención), que deberían abordarse mediante políticas macroeconómicas”, consideró.
“Como tal, estas intervenciones, si se llevan a cabo, deberían ser muy limitadas, de naturaleza temporal, transparentes y realizadas de manera consistente con los objetivos de acumulación de reservas”, delimitó el Fondo.
Respecto a la transparencia, en otro tramo del informe el FMI va más allá y propone una metodología para que el BCRA informe ese tipo de datos: “El BCRA publica una serie sobre compras y ventas de títulos con un desfase de un mes que incluye operaciones realizadas por ellos mismos u otras entidades del sector público que afectan las reservas. De manera óptima, esta serie podría desagregarse aún más para presentar por separado las operaciones con títulos realizadas por el BCRA u otras entidades públicas que afectan las reservas”, puntualizó el staff.
En otro tramo del extenso documento que aprobó el directorio del organismo, el informe de staff sugiere que no se utilizarían los DEGs que giró el FMI para ese tipo de intervenciones, sino que utilizaría las divisas que consiga con la compra que haga en el mercado durante las operaciones diarias.
“El desembolso nos permitirá reembolsar líneas de crédito de varios acreedores utilizadas para respaldar nuestro compromiso de mantenernos al día con nuestras obligaciones financieras con el FMI. En este sentido, y para reforzar este compromiso, inmediatamente después de completar esta revisión combinada, emprenderemos una recompra anticipada por valor de DEG 700 millones de los montos que vencen en septiembre y octubre, y mantendremos los montos restantes (netos de reembolsos y otros pagos al Fondo que no se realicen en DEG) en nuestra cuenta de DEG”, apuntó la carta adjunta de Sergio Massa y Miguel Pesce a la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.