El ex Gran Hermano le llevó tranquilidad a sus seguidores después de haber permanecido en el Hospital Ramos Mejía por haber ingerido gran cantidad de calmantes.
En la mañana del viernes, la noticia de la internación de Maxi Guidici a raíz de un supuesto intento de suicidio conmovió a todo el país. Según confirmaron fuentes judiciales, el ex Gran Hermano había sido llevado por el SAME al Hospital Ramos Mejía, luego de que su ex novia, Juliana Díaz, y su amigo, Alexis Conejo Quiroga, lo encontraran semidormido en su departamento producto de la ingesta de un blister de pastillas tranquilizantes. Según se supo, el cordobés se encontraba con problemas de ansiedad debido a la falta de trabajo post reality y su ruptura sentimental.
Lo cierto es que, después de haber publicado un comunicado en sus historias de Instagram en el que agradecía la preocupación de la gente y pedía que no se señalara a su ex por su situación, este domingo Maxi decidió salir a hablar telefónicamente con Guido Záffora y Pampito en Estamos Okey, por América. “Gracias a Dios, estoy acá con mi mamá, acompañado, así que estoy bien. Por suerte, ya pasó. Me hizo un click en la cabeza y me siento más fuerte”, comenzó diciendo el joven.
¿Qué fue lo que le pasó? “Fue un momento que toqué fondo y me salió así. Lamentablemente, se dio todo esto. Pero hoy ya me siento bien y tengo fuerza para lo que viene”, explicó el exhermanito. Y agregó: “Esto hizo que viera un montón de cosas que me parecían muchísimo más graves en el momento en que tomé esa decisión y que hoy las veo distintas porque, realmente, estuve muy cerca de cometer un gravísimo error. Y me siento mal por no valorar la cantidad de gente que tengo alrededor y que me brindó su cariño y su apoyo”.
Sobre los motivos que lo llevaron a esta situación límite, Guidici explicó: “Fueron muchas cosas juntas. La más fuerte fue una cuota de frustración y el hecho de terminar la relación también me sumó mucho. A mí, vivir en Buenos Aires me cuesta muchísimo. Ya se me termina el contrato del departamento y buscar otro se me hace muy complicado. Y siento como que tiro la toalla yéndome a Córdoba. Tengo ganas de tener un proyecto importante y (la posibilidad de estar en) el Bailando es algo que me motiva un montón, pero también esa ansiedad me llevó a eso”. Y confesó que su frustración era mayor al ver que su ex sí había logrado entrar al programa conducido por Marcelo Tinelli.
Maxi confirmó también que se había contactado con Juan Mentasti, psicólogo del reality de Telefé del que participó, con quien iba a empezar una terapia. Y aseguró que no se arrepiente de haber entrado a “la casa más famosa del país”. “Fue una experiencia de vida que muy pocos pueden vivir y hasta me da nostalgia ver videos de cuando estaba ahí adentro”, dijo.
Por otra parte, confirmó que lleva unos días sin tener contacto con su ex y explicó: “Quiero dejar en claro que Juliana hizo muchísimo por mí. Estuvo conmigo y me ayudó un montón. Lamentablemente, o gracias a Dios, ella está muy enfocada en lo que tiene que hacer, pero siempre tratando de ayudarme a mí. Y eso me hacía sentir que yo le estaba restando en lugar de ayudarla a que lo diera todo”. Por eso, según dijo, no quiere que la sigan molestando a ella para preguntarle por él. Y, aunque reconoció que no estaba preparado para el fin de la relación, agregó: “Yo lo tengo tatuado y lo que no te mata te hace más fuerte”.
Finalmente, Maxi negó los rumores que lo vincularon a Camila Lattanzio y habló del rol de Quiroga y sus ex compañeros de reality. “El Cone es más que un hermano para mí. Le doy gracias a Dios por haberlo conocido y que sea parte de mi vida”, dijo. Y agregó: “Se contactaron todos. Romi (Uhrig) me habló excelente, quiere que nos veamos, comer un asado con Walter (Festa), conocer a mi mamá. Todos, todos me escribieron con un cariño increíble. Estoy muy agradecido y me dan la fuerza para seguir. No me alcanzan las palabras”.
Si usted, o algún familiar o allegado suyo, está atravesando una crisis emocional de cualquier tipo, siente que nada tiene sentido o se encuentra atrapado en una situación a la que no le encuentra salida, llamar al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) o bien al (011) 5275-1135 (desde todo el país).