La entidad fabril aseguró que desde 2019 los pasivos de las compañías del sector por la compra de bienes e insumos creció 50% y asciende a los USD 40.000 millones.
La Unión Industrial Argentina (UIA) reiteró su reclamo por el ritmo de aprobación de importaciones de bienes e insumos y aseguró que existe preocupación en el sector fabril por el crecimiento de la deuda comercial que acumulan las empresas con proveedores del exterior.
“Los sectores y regiones representados en la Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtieron hoy, nuevamente, que los problemas en el acceso a los insumos necesarios para la producción siguen generando tensiones en las cadenas productivas y en la relación con los proveedores del exterior”, mencionaron desde la entidad que preside Daniel Funes de Rioja en un comunicado de este martes.
“Durante la reunión se presentó el estado de la deuda comercial de bienes con proveedores del exterior, que estaría alcanzando los 40 mil millones de dólares lo que representa un crecimiento cercano al 50% versus 2019. De este monto, cerca de la mitad corresponde a la importación de insumos y bienes de capital para la producción industrial”, estimaron en la Unión Industrial.
“Sobre este tema, las autoridades destacaron que la deuda comercial correspondiente a las pymes es inferior a los 1.800 millones de dólares y es importante darle una solución de corto plazo”, ampliaron.
“La Junta resaltó la importancia de establecer un cronograma para la cancelación de la deuda comercial de las empresas con sus proveedores, sobre todo las pymes y evitar que siga aumentando la deuda comercial de las industrias”, aseguró la entidad principal que nuclea a compañías del sector fabril.
Por otra parte, la UIA informó que el Departamento PyMI y Desarrollo Regional mencionó a los miembros de la junta que “se repiten las consultas sobre el anuncio de un dólar diferenciado para exportaciones pyme, cuya normativa aún no ha sido publicada y se espera como un aliciente para las dificultades que vienen atravesando las empresas en materia de competitividad, financiamiento y acumulación de deuda comercial”.
El último informe de actividad de la Unión Industrial mostró que en julio -antes del impacto de la devaluación de agosto post PASO- la actividad industrial había registrado tanto una caída en la comparación anual (de -1,7%) como en la serie mensual (-1,4% desestacionalizado respecto del mes de junio).
En la última amplia encuesta entre ejecutivos industriales, la UIA midió que “en todas las aristas relevadas las empresas reportaron más inconvenientes que en el relevamiento de abril. El 71% de las empresas indicó dificultades en la aprobación de solicitudes (más que el 58% de abril). En tanto, los tiempos de aprobación de las SIRA empeoraron para el 80% de las empresas, mientras que el 77% indicó mayores dificultades para el pago a proveedores”, mencionó la entidad.
En el mismo sentido, se advirtieron crecientes dificultades en la gestión de la importación de servicios. “El 87% tuvieron dificultades con los tiempos de aprobación y 84% con la aprobación de solicitudes. En el caso de los pagos, solo el 20% de las empresas afirmó haber podido pagar sin inconvenientes los servicios tras la espera de 60 días. En cambio, una de cada dos empresas afirmó no haber podido realizar los pagos. También se verificaron dificultades en la aprobación de los fletes de exportación”, plantearon desde la UIA.
Según Indec, de todas formas, con datos a agosto, la producción industrial cayó 3,1% interanual en agosto y llegó a tres meses consecutivos con valores negativos. De esta manera, las fábricas nacionales perdieron toda la ventaja que habían ganado en la primera mitad del año.
Las fábricas nacionales terminaron el primer semestre con un nivel de producción 1,6% mayor al del mismo período del 2022. Sin embargo, luego de caer 2,5% en junio, 3,9% en julio y 3,1% en agosto, la variación acumulada bajó al 0% al octavo mes del año. Es decir, que la industria se estancó completamente en relación a la temporada anterior.