El vicepresidente xeneize se tomará un tiempo junto al Consejo de Fútbol para definir al nuevo DT.
“El Club Atlético Boca Juniors comunica a socios, socias y simpatizantes que este domingo 5 de noviembre, después de las 21 horas, Jorge Almirón informó que él y su cuerpo técnico, con contrato vigente hasta fin de la temporada, habían tomado la decisión personal de no continuar como entrenadores”. El comunicado oficial se publicó a las 23.06 de ayer. La repentina salida del DT xeneize no dejó de ofrecer un manto de sorpresa a pesar de lo que había significado el golpe de la derrota en la final de la Copa Libertadores contra Fluminense. Los rumores se habían instalado un par de horas antes. Hoy Almirón se despedirá del plantel y Mariano Herrón tomará las riendas del entrenamiento vespertino como interino de cara al partido del miércoles contra San Lorenzo y por tiempo indeterminado. Y Juan Román Riquelme, junto al Consejo de Fútbol, ya buscan un reemplazante.
En apenas unas horas, Almirón pasó de decir que solamente había espacios para masticar dolor y levantarse cuanto antes, a poner su renuncia sobre la mesa. El estratega que condujo a Boca a la final de América sin ganar ninguno de los seis partidos de la fase eliminatoria se convirtió en el primero en no ganar títulos con el Xeneize desde el último ciclo de Carlos Bianchi en la temporada 2013/2014. Y con su adiós abrió un interrogante gigante respecto a la conducción técnica en el club de la Ribera.
Boca hoy es un fierro caliente. A la espera de su partido contra el Ciclón en el Nuevo Gasómetro (miércoles desde las 19), el equipo figura a 7 puntos de la zona de clasificación a los cuartos de final de la Copa de la Liga (le quedan 9 en juego) y, aunque está a tres puntos de los cupos de ingreso a la Libertadores 2024, también está a uno de quedarse inclusive sin Sudamericana el año que viene. El camino más seguro para asegurar su presencia internacional en la proximidad es la Copa Argentina, donde afrontará las semifinales frente a Estudiantes de La Plata. Y paradójicamente en el Pincha hay un potencial candidato a entrenador de Boca.
Eduardo Domínguez es un nombre que sonó para el banco de suplentes azul y oro desde la época previa a la asunción de Gustavo Alfaro, inclusive con la dirigencia anterior. Existe un nexo entre el estratega de 45 años y Riquelme: Carlos Bianchi, suegro del barbado DT. Con varios objetivos pendientes en el León, Domínguez recibió algunos cuestionamientos en el último tiempo y no está claro si renovará el contrato que expira a fin de año. Vale aclarar que el Virrey ya no regresará a la actividad profesional.
Un nombre que sonó con fuerza cuando el Consejo fue en busca de Gerardo Martino fue José Pekerman, quien no retomó la actividad desde su salida de la selección de Venezuela y no anunció su retiro. El experimentado entrenador de 74 años, que está rodeado de un cuerpo técnico joven, había sido sondeado en su momento y estaría dispuesto al desafío con el buzo de técnico boquense.
Entre los que hoy están liberados, asoman tres posibilidades: Gabriel Milito, Fernando Gago y Alexander Medina. El primero fue compañero de Riquelme en la selección argentina y además conoce a Raúl Cascini, integrante del Consejo, desde sus inicios en Independiente de Avellaneda. Pintita, de último paso por Racing, compartió vestuario con Román en la Albiceleste y también en el tramo final de la carrera de ambos en Boca. El uruguayo, que sonó justamente en la Academia en las últimas semanas, es otro de los apellidos que se suma a la danza de nombres y se animaría al reto en Brandsen 805.
Se puede especular con otros técnicos potables que actualmente tienen equipo, pero podrían mudarse el año que viene. Gabriel Heinze, otro viejo conocido de Riquelme, camina por la cuerda floja en Newell’s (anoche fue repudiado por parte de los hinchas tras la derrota de local contra Sarmiento de Junín). Martín Palermo, de más que digna campaña con Platense, ya dijo en más de una oportunidad que algún día dirigirá al Xeneize. Y Carlos Tevez, que resucitó a un Independiente que peleaba por la permanencia y ahora se ilusiona con dar batalla por el título de Copa de la Liga, empieza a hacerse una espalda para tomar las riendas de un banco muy caliente.
Ni el Gringo, ni el Loco, ni Carlitos parecen correr con ventaja al día de hoy. Al margen del compromiso que por ahora sostiene el de la Lepra con el elenco rosarino, los otros dos identificados con Boca son nombres que están más vinculados al macrismo y angelicismo que al actual oficialismo liderado por Riquelme (al igual que Guillermo Barros Schelotto). No hay que soslayar que a principios de diciembre habrá elecciones en Boca Juniors y ese factor será determinante para conocer al nuevo director técnico xeneize pensando en 2024. A priori, el Consejo de Fútbol no se apurará en la toma de decisión e irá por los objetivos que quedan pendientes este año con Herrón como capitán del barco. La clasificación a la Libertadores a como dé lugar y la búsqueda del cierre de 2023 con el título de Copa Argentina.