“Hay que dársela a los empleados”, aseguró Alberto “Bertie” Benegas Lynch (n), hijo del dirigente que pidió romper relaciones con el Vaticano.
A menos de 24 horas de que Javier Milei fuera electo Presidente, Alberto “Bertie” Benegas Lynch (n), el diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA), profundizó sobre la “reforma del Estado” que el primer mandatario anunciará tras asumir funciones el próximo 10 de diciembre.
Además, se refirió a los medios estatales (”No se concibe tener medios estatales que adoctrinan”); los planes sociales (”La idea es no tocarlos, pero salir de eso lo antes posible”); los subsidios (”Hay que pasar del subsidio a la oferta”), la obra pública (”Prefiero que quede en el privado y nunca la transfieran al Estado”) y afirmó que impulsarán la privatización de Aerolíneas Argentinas, “con un proyecto que dejaría la empresa en manos de los empleados”.
Las declaraciones fueron esta tarde en un programa televisivo que conduce Eduardo Feinmann por LN+. “¿Son consientes de que no los van a dejar gobernar? ¿Son conscientes de eso?”, arrancó el periodista. “Creo que estas son cosas que hemos visto en campaña, como las solicitadas o convocatorias o el abrazo del Banco Central para marcar la cancha; pero esto te marca cómo hemos desatendido los marcos institucionales y los conceptos del derecho a la vida, la libertad, la propiedad y la igualdad ante la ley, que hemos dejado crecer como hiedra venenosa al Estado alrededor nuestro. Ahora tenemos una cosa muy leñosa en el cuello y obviamente se va a resistir”, respondió el diputado.
Según Benegas Lynch, “no existen las empresas estatales”. “Estos tipos usan el dinero del contribuyente para jugar al empresario y encima usan resortes políticos para limpiar a la competencia. En el caso de los medios estatales, encima tenemos de regalo el adoctrinamiento y generalmente se escudan en el derecho a la información. Si querés un medio marxista, sometelo al rigor del mercado y ve qué auspicios tenés y que audiencia tenés. Esa es la libertad de expresión en la que creo en un 100%. No se concibe tener medios estatales que adoctrinan.
El concepto de lo público no tiene solución. Porque hay gente que paga impuestos que le interesarán contenidos, la pantera roa incluso, o los contenidos que tenga de adoctrinamiento, pero hay gente que no. Entonces se resuelve con lo privado: poné tus recursos y sometete al rigor del mercado.
—La BBC de Londres, ¿podría ser un buen ejemplo a tomar antes de privatizar? Como un canal del Estado, pero no del gobierno.
—Todo lo que hace el argentino, que somos como trogloditas puestos en el Estado, lo vamos a desfigurar. Lo mismo si me preguntas por la reserva federal en EE.UU. La misma naturaleza nociva de tener un banco central, pero es gente más razonable.
—El Presidente electo (Javier) Milei dijo que la primera gran ley es la reforma del Estado. ¿Me puede explicar en qué consiste?
—Me ha cambiado la agenda parlamentaria. Yo tenía una dualidad: si Javier era o no Presidente. Si Javier no era Presidente, iba a tener que resistir los embates ejecutivos del gobierno de (Sergio) Massa y, eventualmente, una larga lista de los proyectos que hay que hacer para derogar leyes. Que, básicamente, en los últimos 40 años no dedicamos a afectar la vida, la libertad y la propiedad de esos derechos mediante las legislaciones. Ahora que Javier es Presidente iremos a sesiones extraordinarias y lo primero es el tema de la reforma estatal: bajar el gasto de la política sin tocar partidas sociales, donde roba la política. Eso es el tema de la obra pública, lo cual no quiere decir, como se ha dicho en la campaña, que desaparece la obra pública financiada con presupuesto del Estado, lo cual no quiere decir que vaya en contra de la infraestructura.
—Va a haber caminos, puentes, hospitales, escuelas… ¿Lo que necesite la población va a existir?
—Exactamente. Y el modelo que es a la chilena que lo efectúan los privados mediante el concepto de los BOT: built, operate and trasnfer (En español: construir, operar y transferir). En mi caso yo prefiero que el mismo que la construye y la opera, la mantega. Que quede en el privado y nunca lo transfieran al Estado. Después está el tema de las transferencias discrecionales a las provincias. Esta especie de chantaje que les hacen a los gobernadores amigos y estos a los municipios amigos. Eso hay que terminarlo. Y el tema de los subsidios, también, que fue parte de la campaña del miedo.
—El boleto de tren a $1.100, ¿va a ser verdad? ¿El del colectivo a $1.100? ¿La nafta a $800?
—No. Todo mentira Massista fue. Lo que se quiere hacer es recalibrar la ecuación económica financiera de los contratos de las empresas que sirven a los efectos que el Excel del negocio le cierre y que no le impacte enteramente como hizo Aranguren al usuario. Básicamente, es pasar del subsidio a la oferta. Le cambiás los incentivos cuando pasás del subsidio a la demanda y cuando te eligen. Es ponerle tarifas especiales a gente no pudiente con un límite de consumo que no sea un incentivo para que consuma y despilfarre.
—¿Qué otro ítem entra en la “Reforma del Estado” a la que refirió el Presidente electo?
—Obra pública, transferencias discrecionales, el tema de los subsidios y las empresas estatales, pero llevado a todas las empresas estatales, bajo el concepto de que no se concibe que alguien pague la pérdida de Aerolíneas Argentinas cuando en su perra vida se va a subir a un avión.
—¿Cuál es la idea con Aerolíneas Argentinas?
—Dársela a los empleados. Pero básicamente es privatizarla. Surgió de una ida de mi padre, que la adoptó Javier. Cambió los incentivos por completo. Lo mismo cuando se habló de los vouchers, otra cosa que hay que aclarar, porque Javier tuvo la generosidad política e intelectual de pensar una argentina de 35 años. Se habló de tercera generación.
—Lo que se dijo es: ‘Milei es Presidente y la educación se privatiza. Milei es Presidente y la salud se privatiza’”. ¿Es cierto?
—Todo falso. Por suerte, Javier aprovechó para desmentirlo en el debate. La idea ahora en el caso de la educación es desregular la burocracia y los contenidos. El tema de los vouchers podría ser en una reelección eventual de Milei. Salvo que algún gobernador quiera hacer alguna prueba piloto.
—¿Las universidades públicas con Milei se cierran?
—No, no, para nada.
—¿Los jubilados van a tener problemas con el PAMI y los laburantes van a perder el laburo en dos meses?
—No. No se tocan partidas sociales.
—¿Cuál es la idea con los planes sociales?
—No tocarlos. Es reconocer que hay que salir de eso lo antes posible porque tenemos un puñal que tenemos clavado en la espalda. Pero con Javier entendemos que hay restricciones: si cortás los planes el primer día y los empujás con estos índices de desempleo y pobreza y te juega en contra del plan. Además, es castigar a las víctimas. Lo que primero tenés que hacer es reformar el Estado, bajar el gasto de la política, basta del ajuste al cuello del contribuyente, bajar impuestos, desregular y modernizar el sistema laboral. Todo eso en paralelo con una reforma monetaria. Una vez que el sector privado, después de que le sacaste el peso del Estado con los impuestos, se reactiva para recibir ese capital humano que está totalmente desperdiciado.
—¿Reforma impositiva?
—La quieren llevar a 10, pero es alivianar la carga fiscal.