Lo dispuesto por la ministra de Seguridad llega con cambios ministeriales en la provincia de Buenos Aires y un nuevo jefe de la Policía Bonaerense.
En la provincia de Buenos Aires aguardan por un encuentro con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, después de que la funcionaria de Javier Milei anunciara la implementación del protocolo antipiquete. Lo dispuesto por la ex presidenta del PRO se da en medio de punto de inflexión de la cartera de seguridad bonaerense, ya que hay un nuevo ministro -aunque en continuidad de la línea de trabajo de Sergio Berni– y cambios en la cúpula de la Policía bonaerense que, según lo adelantado por Bullrich, debería intervenir en los cortes cuando se den en territorio bonaerense.
Por eso, en la administración bonaerense mantienen cautela respecto a los pasos a seguir. Las primeras señales son internas. La materialización de Javier Alonso como nuevo ministro de Seguridad que llegó a la máxima comandancia para suplantar al perfilado Sergio Berni, es una de ellas. Berni juró como senador provincial. El movimiento no implica un cambio rotundo en la política de Seguridad bonaerense; todo lo contrario.
Alonso fue durante la gestión bonaerense de Berni el subsecretario de Formación y Desarrollo Profesional del ministerio. Entre sus funciones estuvo la coordinación en la formación de los efectivos. Es un hombre de Berni, con el cual trabaja desde hace muchos años. Así, el cambio de autoridades no se materializará en una reconversión de la política en seguridad bonaerense. Mientras existan los recursos, las prioridades serán las mismas que había con el hoy senador bonaerense que seguirá de cerca el pulso de su ex ministerio. Será el rector del Instituto Universitario de la Policía Bonaerense.
Sin embargo, el nuevo esquema se da en medio de lo dispuesto por Patricia Bullrich en lo que hace a la protesta social. Cerca de Alonso resumieron que si la ministra de Seguridad de la Nación convoca a la Provincia por el tema del protocolo antipiquete, la administración bonaerense “concurrirá al llamado”.
La ministra de Seguridad de la Nación había detallado en el marco del cómo se aplicará el protocolo contra la protesta social que la Policía Federal Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, Gendarmería, Prefectura y Servicio Penitenciario Federal actuarán en las zonas federales y esto llevará a que las fuerzas provinciales lo hagan en su zona de competencia. “Veremos qué hacemos con una fuerza que no quiere actuar: habrá consecuencias”, anunció la ministra de Seguridad. También detalló que no se permitirá en las protestas que se hagan en estaciones de trenes ni “palos, caras tapadas o formas para no ser reconocidos”.
La interacción entre fuerzas federales y la policía bonaerense tuvo momentos complejos. En el último gobierno peronista en la esfera nacional, la disputa era por el despliegue de gendarmes para las tareas de patrullaje y preventivas en distintos puntos del conurbano bonaerense. La entonces vicepresidenta Cristina Kirchner lo había pedido durante un acto en el Estadio Ciudad de La Plata, en un reclamo que había sido planteado al inicio de la gestión por el propio Berni e -implícitamente- por Kicillof.
Ahora, con dos gobiernos de colores políticos diferentes, será todo un desafío la convivencia. Aunque ideológicamente hay diferencias, discursivamente hay algunos puntos de contacto, al menos entre la figura de Berni y de Milei-Bullrich. Tanto el ex ministro como la titular de Seguridad y el presidente repiten el lema: “Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada”. Algo que ratificó el propio Milei en su discurso de tras haber jurado como presidente.
Este viernes, Kicillof podría dar alguna señal al respecto cuando encabece a media mañana el acto por el día de la Policía que se celebrará en la Escuela de Policías Juan Vucetich. Se espera que el mandatario esté rodeado de efectivos de la fuerza bonaerense y escoltado por Alonso, junto a otros funcionarios provinciales e intendentes oficialistas de la región.
A la salida de Berni del ministerio se le sumó el pase a retiro de Daniel “el Fino” García; quien era el jefe de la Policía. Este jueves se conoció que Alonso designó a Javier Carlos Villar, que estaba a cargo de la Región AMBA SUR I (Avellaneda, Lomas, Quilmes, Lanús) como número uno de la fuerza. La designación, que lleva la firma de Alonso, es “temporaria”.
Además de la salida de García y su reemplazo, también se optó por Héctor Conrado Cisneros como el subjefe. Hasta ahora, Cisneros controlaba todas las Direcciones de Investigaciones (DDI) de la provincia de Buenos Aires. La resolución que lleva la firma de Alonso aclara que a Villar y Cisneros están “de manera excepcional” el cargo de jefe de “hasta tanto se cubran esas vacantes”. Con las designaciones de este jueves, Alonso también pasó a retiro al comisario general Jorge Oscar Figini, quien se desempeñaba como subjefe policial.