El padre Juan Francisco Micheleto, estuvo presente en los estudios de Primero Bahía, para reflexionar sobre el fin de año.
«Fue una navidad rara, con mezcla de sentimientos y emociones, más de tristeza que de alegría, renovar la alegría interior, que hay un Dios que nos puso la mano y nos ayudó a salir adelante, agradezcamos que para algo seguimos adelante, alguna misión debemos tener y debe ser empujar para vivir en un mundo mejor», comenzó diciendo Micheleto.
Además refirió que «Hay situaciones que nos tienen que hacer ver para que seguimos, hoy los bahienses tienen que tener esperanza, empatía y encuentro. La esperanza de que algo mejor vendrá, la empatía de poder ponernos en el lugar del otro y ayudar y el encuentro, dejar de lado nuestros enojos, rencores, hubo mucha carga pesada con el tema de las elecciones, la economía, con los políticos que la gente está muy enojada, es difícil cambiar de un día para otro esto porque nos vamos cargando de cosas que no nos hacen bien».
«Yo le decía a la gente de proponernos ser un amor que sirve y no un egoísmo que se sirve para beneficio propio, hay que dejar de jorobar con eso porque tampoco nos ayuda a salir adelante, es una tarea lenta pero no imposible, tenemos que empezar a animarnos a salir de todo esto pero arrancando por uno mismo, la paz arranca por uno», consideró.
También indicó que «en Bahía somos solidarios aunque nos tilden de apáticos, es algo que tenemos que sostener entre nosotros y los de afuera, la empatía tiene que ser mirar al otro en todo sentido no solo en una situación. Creo que todos nos pusimos el hombro para salir de esto y ayudarnos y acompañarnos. El tema de las velas que se pedían, yo agarré todas las velas que teníamos empezadas, que son grandes, y una de las personas que ayuda me dice vas a dar todo eso que después vamos a usar en otra celebración y yo le digo a vos que te parece lo más urgente hoy, Dios proverá, hay que animarse a ser generoso».
«Espero que Francisco venga, está todo muy en el aire, nunca da un aviso a largo plazo, es muy resolutivo al mismo momento de avisar y venir, esperamos que venga, le haría muy bien al país. Si viene esperemos que sea recibido por lo que es él y no por lo que dijo o piensa, sino porque es el «Jefe» de la iglesia Católica. Nos dejamos guiar por lo que escuchamos pero no nos preocupamos por indagar un poco más e informarnos profundamente sobre esta temática», dijo el Padre de la San Luis Gonzaga.
Para cerrar dijo que «ojalá el 2024 sea un año para crecer y poder pensar lo que se dice, tenemos que tener un poco más de tolerancia, no hay que poner palos en la rueda, ojalá como país podamos vencer esa barrera, animarnos a unirnos, tomar lo que el otro me propone y yo saber renunciar a alguna postura mia que quizás no era la correspondiente. Es una sociedad a la que le faltan muchas cosas para ser un lindo lugar para vivir. Si pudiéramos descubrir lo rico de este país seríamos potencia, pero el egoísmo pudo más».
«Ha sido un año negativo porque hubo una carga muy negativo, no nos tomamos el tiempo de ver las cosas positivas, todavía seguimos en pie, tenemos comida, un techo, una familia que me quiere y me abraza, amigos para disfrutar, salud para vivir todo esto, quizás no puedo hacer los viajes que quería y demás pero hay que valorar las pequeñas cosas de la vida, ese amigo que está siempre, una comida entre amigos, un familiar que nos acompañe, no dejemos de disfrutar y encontrarnos que son los momentos que nos vamos a llevar en el corazón. El domingo a las 20hs tenemos la misa de fin de año en San Luis Gonzaga y el 1 de enero se hará una misa a las 10hs en Aldea Romana y a las 20hs en San Luis Gonzaga», sentenció.