El Padre Adrián Martínez, cura de Ingeniero White, estuvo presente en los estudios de Primero Bahía para reflexionar en este viernes Santo.
«Venía caminando para acá y pensaba en un texto sagrado de la Biblia, me parece que la clave está en entender la Pascua no solo en lo que le pasó a Dios, sino que algo que nos pasa a todos, nos ponen palos en la rueda, nos traicionan, es una experiencia humana que hay que afrontarla con coraje. No somos víctimas, nosotros elegimos y a veces eso nos da rechazos, caídas y eso es vivir también», dijo el Padre.
También refirió que «la gente es muy diversa, hay gente que está bien y hace una diferencia, hay gente que la está pasando muy mal y que trata de ajustarse. Que los niños aprendan a trabajar con los adultos, les ayuda a entender el esfuerzo, el ahorro, el decidir en qué lo podemos gastar».
«La Fiesta del Camarón y el Langostino es muy linda, pero no todos pueden disponer de ese dinero para disfrutar de lo que se ofrece. White tiene su impronta, es gente con actitudes definidas, cuesta dialogar y entenderse, hay muchas instituciones, yo prefiero esas convicciones y no que no se quiera hacer nada. Eso significa escucharnos, consensuar, trabajar en objetivos comunes, cada vez va menos gente al culto», indicó el cura.
Para cerrar afirmó que «nuestro pueblo tiene el espíritu del evangelio, pero para participar de las actividades del culto no lo hace. En los evangélicos podemos aprender porque lo están haciendo hace varios años, como la participación, que la gente pueda participar, dialogar y caminar juntos. Como iglesia católica tratamos de estar cerca de la gente de bajos recursos, necesitan que los escuchemos, vivimos en una época en la que somos impacientes».
«Yo tengo algunas actividades constantes y otras a demanda, por lo general el Ejército trabaja de mañana, y ahí es donde está la demanda. La vida te prepara, si lo haces con sensatez, antes los bomberos apagaban incendios y ahora están en accidentología y hay que estar preparado psicológicamente para eso. Los curas escaseamos, somos pocos, mi nombramiento formal es en White y también estoy en Cerri, seguramente me toque estar algunos años. Ha crecido la población y lo que la gente espera del sacerdote, se necesita más presencia, más diálogo», sentenció.