La relación diplomática entre los gobiernos de la Argentina y España atraviesa uno de los peores momentos en más de un siglo y la retirada de la embajadora del país ibérico no tiene antecedentes, con lo que un paso más en el deterioro del vínculo llevaría a la ruptura total entre ambas naciones.
El conflicto viene escalando, sin ánimos de pedidos de disculpas por parte de ninguno de los dos presidentes, Javier Milei y Pedro Sánchez, y España prescindirá de embajador en Buenos Aires por primera vez desde 1860, quedando la presencia española en Buenos Aires solo al nivel del encargado de negocios.
Tras esto, el gobierno español, en caso de querer recuperar el puesto de embajador, deberá abrir un nuevo proceso de designación, es decir que la embajadora actual no volverá automáticamente.
Cuando un país quiere reprochar a otro un asunto, el primer paso que puede tomar es la convocatoria del embajador para expresarle una queja, bien sea de forma verbal o por escrito.
El segundo paso en la escala es la llamada a consultas. Se traduce en que el Ministerio de Relaciones Exteriores pide a su embajador en otro país que regrese de forma temporal, lo que puede durar días, semanas o años, reduciendo así la representación diplomática como forma de protesta.
En tercer lugar se sitúa la retirada definitiva del embajador, la decisión que ha tomado España con Argentina y se produce cuando se consideran insuficientes las explicaciones o gestos que se han solicitado en los pasos previos. Se queda así el encargado de negocios interino como máximo representante de la embajada de forma indefinida.
Por último, si la escalada de tensión continúa, el Gobierno de un país puede decidir romper relaciones con otro Estado. Este hecho implica la retirada de todo el personal diplomático del país, así como el corte de todos los canales de comunicación entre ambos.
Este paso final, pese a la fuerte disputa verbal con Milei, no está siendo contemplado por España hasta el momento, según deslizaron fuentes del gobierno a medios de ese país.
En tanto, la gestión de Pedro Sánchez no afloja y sigue sin descartar la chance de declarar a Milei «persona non grata» y así prohibirle el ingreso a España, de cara al nuevo viaje que prepara el mandatario argentino para el mes próximo, cuando recibirá un premio de un instituto liberal.
No sólo puede declararlo «persona non grata», sino que el gobierno español dispone de «una gama de medidas» que podrían adoptar para impedir su ingreso al país, según dijo a la prensa el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Uno de los pocos antecedentes de España retirando a su embajador de un país fue con Venezuela en 2016, cuando el presidente Nicolás Maduro protagonizó una escalada verbal con el entonces presidente español, Mariano Rajoy, a quien terminó calificando como «racista, basura corrupta y basura colonialista».