El gobernador bonaerense Axel Kicillof volvió a cuestionar hoy al Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI) y también criticó al presidente de YPF, Horacio Marín, por la polémica en torno a la sede de la megainversión de una planta de GNL para exportar el gas de Vaca Muerta.
“De momento el RIGI no existe y, si es ley, ya he dado a conocer mi posición negativa”, dijo Kicillof sobre ese régimen de beneficios fiscales, cambiarios y aduaneros contenido en la Ley Bases, que terminará de definir esta semana el Congreso de la Nación.
Marín expresó la semana pasada, respecto de la disputa por la locación del megaproyecto entre Bahía Blanca y Punta Colorada (Río Negro), que la provincia interesada en recibir la planta debe adherir sí o sí al RIGI.
De todos modos, tal como aclaró Kicillof, la adhesión depende de la Legislatura, aunque de sus palabras se desprende que pedirá a los diputados y senadores provinciales de Unión por la Patria que voten en contra.
«El juego de la politiquería tiene que estar por fuera de una decisión de esta importancia», dijo el mandatario y recordó que hace varios años YPF y la petrolera malaya Petronas vienen estudiando la radicación para esta inversión cercana a los 50 mil millones de dólares y que el puerto bahiense era el elegido.
También dijo que el año pasado, aún bajo el gobierno del Frente de Todos, se había sancionado en Diputados una Ley de GNL como forma de incentivo a estas iniciativas, la cual finalmente nunca fue tratada en el Senado y hoy ese lugar lo ocupa el RIGI, que prevé beneficios para las inversiones superiores a los 200 millones de dólares pero no solo de hidrocarburos sino también de otros sectores.
La opción rionegrina fue reflotada por el actual titular de YPF, quien asumió durante la presidencia de Javier Milei.
«Había una enorme inversión que ya estaba definida, sin RIGI. Proyectos que están decididos, pero que ahora están a la espera de este régimen con beneficios exorbitantes, que no han pedido ni necesitan, pero que les resulta atractivos», dijo Kicillof y advirtió que esos beneficios para las empresas «son pérdidas para el pueblo argentino».
Luego matizó afirmando que el mencionado régimen «aún no existe, estamos discutiendo sobre la nada» y añadió: «Difícil que le pida a la Legislatura provincial una adhesión a un régimen que no existe y que es potestad de la propia Legislatura aprobarlo».
Entre otros ítems del RIGI, Kicillof marcó la posibilidad de llevar los juicios por eventuales conflictos al tribunal del CIADI o tribunales de Nueva York, donde ya hubo reveses para gobiernos anteriores como en el caso de la estatización de YPF, que lo tuvo al actual gobernador como uno de sus puntales siendo ministro de Economía.
«Es una cesión de soberanía. Esta inversión ya estaba anunciada, se les está dando más de lo que piden y por fuera de parámetros de la soberanía nacional«, sostuvo.
El mandatario pidió tratar el tema con «seriedad y trabajo técnico»; y recordó que ya se llevan invertidos 50 millones de dólares en la preparación de la ingeniería del proyecto en el puerto de Bahía Blanca.
«Si hay una discusión sobre la locación del proyecto debería tener motivos técnicos y no que esté determinado por la afinidad con una provincia o un gobernador. No estamos compitiendo, estamos posibilitando que se lleve adelante una inversión», expuso Kicillof.
Finalmente, respecto de la convocatoria del presidente a un pacto con los gobernadores el mes próximo, luego de que se frustrara la firma del Pacto de Mayo, el gobernador de la PBA sentenció:
«Cada vez queda menos claro qué es, para qué sirve… Si es una foto de marketing para fingir un apoyo que no tiene, no cuenten conmigo”