En Casa Rosada están revisando si existe algún impedimento para que sea el propio Presidente quien encabece la reunión informativa.
En el marco del nuevo rol que adoptó en el último tiempo, en el que se muestra más involucrado en las cuestiones políticas, el presidente Javier Milei analiza presentar él mismo ante el Congreso el proyecto de Presupuesto para el año próximo, el cual estará elaborado siguiendo la norma del “déficit cero”.
De acuerdo con lo que anticipó el propio mandatario nacional recientemente, a diferencia de lo que ocurrió en otras administraciones, en esta oportunidad el Gobierno enviará a la Cámara de Diputados una ley que fijará los gastos dependiendo de los ingresos reales que tenga el país, y no sobre la base de lo que se espera recaudar.
“Les quiero adelantar algo de lo que vamos a hacer en el presupuesto: vamos a rediseñar la forma en la que se escribe. El presupuesto se plantea un conjunto de gastos, se hace una estimación de ingresos y de ahí deriva el resultado primario, sale el financiamiento. Nosotros decidimos que no vamos a utilizar esa metodología. La metodología se va a llamar ‘déficit cero’. Implica que el resultado financiero es cero, por lo tanto, no necesito estar tomando nueva deuda”, precisó el líder libertario, al exponer en el Consejo de las Américas a mediados del mes pasado.
Para poder explicar en profundidad este esquema, Milei analiza encabezar personalmente la sesión informativa en el recinto legislativo, prevista para el 16 de septiembre, fecha límite para que la Casa Rosada presente la iniciativa.
De esta manera, sería la primera vez en la historia que un Presidente se hace cargo de esta tarea, que suele quedar en manos del ministro de Economía de turno, en este caso, Luis “Toto” Caputo, aunque el proyecto debe ser firmado en realidad por el jefe de Gabinete, que actualmente es Guillermo Francos.
“Estamos viendo si puede hacerlo, sería una gran idea. Ganas no le faltan”, reconocieron fuentes cercanas al mandatario nacional, aunque por el momento solamente el vocero Manuel Adorni adelantó que habrá “una sorpresa” en la presentación ante los legisladores.
De acuerdo con la normativa vigente, el año previo a cada periodo fiscal, el Poder Ejecutivo fija las prioridades y políticas públicas a desarrollar en el siguiente, elabora una propuesta presupuestaria y luego la envía al Congreso para su aprobación.
Hace algunas semanas, Caputo envió un anticipo del Presupuesto 2025 al Congreso, con un mensaje donde plantea los ejes principales que contendrá el documento, que se basará en la estabilidad macroeconómica y continuar con el déficit cero.
Si bien el texto ingresa por reglamento a la Cámara de Diputados, más precisamente, a la comisión de Presupuesto y Hacienda, que tiene como titular a José Luis Espert, incorporado ya al bloque de La Libertad Avanza, en Balcarce 50 admiten que la iniciativa podría no ser apoyada por la oposición.
“Vamos a elaborar un proyecto que sabemos que muy probablemente nos lo rechacen, pero eso sería incluso mejor para nosotros, porque podemos prorrogar una vez más el Presupuesto del 2023 y así vamos a poder disponer de los fondos como consideremos”, se sinceraron en el círculo íntimo de Milei.
Si se diera esta situación, también sería la primera vez en la historia argentina que el Congreso le rechaza dos años consecutivos la rendición de gastos a un Gobierno, que por el momento cuenta con minoría en ambas Cámaras y mantiene una relación inestable con la oposición “dialoguista”.
En el oficialismo sostienen que “la economía está mejorando” y destacan algunos de los datos que recoge el INDEC, como el índice del aumento de los salarios registrados, que viene superando a las cifras de la inflación, y ratifican así el programa de la actual administración.
En este sentido, en Balcarce 50 niegan no solo que haya problemas en la gestión, como opina un sector del PRO, referenciado en Mauricio Macri, sino que defienden la política económica e insisten en que el Presupuesto “va a respetar” el objetivo de no tener déficit.
“Cuando uno mira a la Argentina, desde 1900 hemos tenido 22 crisis, 20 de origen fiscal. Las crisis más grandes tienen que ver con el déficit fiscal: el rodrigazo, la híper de Alfonsin, la de la convertibilidad. Nosotros empezamos con un desequilibrio fiscal de 15 puntos del PBI, 5 del Tesoro y 10 del BCRA (en diciembre) estábamos a punto de estallar. Teníamos un desastre dentro del Banco Central. La gente parece que se olvida de donde salimos. Siempre vale la pena recordarlo. Teníamos indicadores sociales peores que en el 2001. La Argentina se hubiera convertido en Venezuela si hubiéramos seguido con lo del gobierno anterior. Hubiéramos tenido inflación del 17.000%, 90% de pobreza, 50% de indigencia”, resumió Milei en una reciente entrevista televisiva.