Con varias subas por delante, el valor de las boletas de luz, agua y gas sufrió un incremento de 179,9% en los primeros ocho meses del año, mientras que el IPC general fue del 94,8%.
Este miércoles se dio a conocer el dato de inflación de agosto, con un resultado que estuvo dentro de los pronosticado por algunas consultoras (4,2%). Si bien no continuó la tendencia de desaceleración, el IPC se mantuvo dentro del rango del 4%.
No obstante, hubo algunos rubros que superaron con amplitud a la inflación promedio e inclinaron la balanza de precios hacia arriba. El ejemplo más claro es el de las tarifas de los servicios públicos, que en el octavo mes del año se encarecieron un 7% promedio, contra el 4,2% de la inflación general.
El dato no sorprende, teniendo en cuenta que en agosto subieron los tres servicios esenciales: electricidad, gas y agua. Los dos primeros registraron un incremento del 4%, que comenzó a regir a partir del primer día de ese mes. La suba corresponde a los componentes de transporte y distribución de las facturas, los cuales habían sido congelados en los cuatro meses anteriores para contener su impacto en la inflación, una prioridad para el Gobierno.
En lo que respecta al agua, los usuarios de AySA comenzaron a pagar un 4,48% más por las tarifas de los servicios de agua potable y cloacas. El aumento fue producto de la aplicación de la fórmula polinómica establecida en la resolución 9/24, que dispone una indexación mensual del costo del servicio acorde al avance de la inflación.
Según información de AySA, el 44% de los usuarios de agua y cloaca pertenecen al zonal bajo (1.187.139 usuarios), el 37% al medio (996.718) y el 20% al alto (534.517).
La tendencia a lo largo del año
El aumento de los servicios por encima de la inflación promedio no es un fenómeno económico nuevo, sino que lleva varios meses manifestándose en los números publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
De acuerdo con el organismo, en los primeros ocho meses del año el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró una suba del 94,8%. En ese mismo período, el rubro de “vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” sufrió una variación del 179,9%, prácticamente el doble del IPC general.
La diferencia fue impulsada por las subas tarifarias y la eliminación progresiva de los subsidios. que se dieron principalmente en enero (ese mes el rubro de servicios públicos aumentó 14%), febrero (20,2%), marzo (13,3%) abril (35,6%) y junio (14,3%).
La única noticia favorable para el bolsillo de los usuarios es que en agosto pasado hubo una leve desaceleración en la inflación acumulada interanual. En detalle, entre agosto de 2023 e igual mes de este año el rubro que contempla los servicios públicos registró una suba del 298,8%, mientras que en julio la variación interanual había sido del 306,6%.
De todas formas, aún quedan varios ajustes importantes por delante, por lo que no se puede confirmar de antemano que el ítem de servicios públicos seguirá la misma tendencia de desaceleración que la inflación general. De hecho, como ocurrió en agosto, es probable que el costo de las tarifas siga empujando a la inflación general al alza.
Por encima del resto
Como se mencionó, el rubro de “vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” fue el que más aumentó en los primeros ocho meses del año (179%), pero hubo otros ítems que también tuvieron variaciones más pronunciadas que el IPC general. Fue el caso de los rubros de comunicación (aumentó 155,5% en ese período), educación (132,4%), bienes y servicios varios (121%), transporte (114,8%) y “bebidas alcohólicas y tabaco” (100,9%).
El resto de los ítems cerraron los primeros ocho meses del año igual o por debajo del IPC general. Se trata de salud (con 94,8% le empató a la inflación general) restaurantes y hoteles (93,2%), recreación y cultura (89,4%), alimentos y bebidas no alcohólicas (82,4%), equipamiento y mantenimiento del hogar (71,9%) y prendas de vestir y calzado (61%).