Luciano Martos, canillita y referente de los jubilados, habló con Primero Bahía en el día del Canillita.
«No quedan muchos, quedarán cinco canillitas nada más. Yo sábados y domingos hago el diario de Bahía y nacionales, no es como antes, ahora sale 4.500 pesos un diario», comenzó contando Martos.
Además destacó también que «Había pibes que llevaban el puchero a la casa, antes se vendía en una esquina 50 diarios, más que nada los lunes cuando estaba lo de deportes, era otra época cuando las redes sociales no existen. Ha aminorado mucho el tema de ventas de revistas, la gente se tira más para lo de entretenimiento, sopas de letras, crucigramas y demás, pero las revistas vienen cada vez más flacas y solo con publicidades, son ellos mismos quienes tiran para abajo la venta».
«Estoy en Buenos Aires tratando de generar cosas para los adultos mayores, hay que enseñarle a la clase política, porque son de tránsito lento y los abuelos no podemos esperar tanto, la gente solo pide algo para comer y cuando ves las historias detrás de cada persona, ves como la gente pasa al lado y ni los mira», admitió Martos.
También consideró que «hable con las autoridades de la Asociación Médica para que hablen con los médicos y den directivas por el tema de los cobros. Mi enojo con los políticos es porque hablan muy bonito pero tienen corazones mentirosos, hablan de empatía y no la ejercen. Después de lo del Concejo me llamó el secretario de Gonard de que iban a presentar un proyecto, pero que lo hagan, para que por lo menos la política se acerque a la gente».
«Hubo represión ayer y nos informaron sobre eso, que puede hacer un abuelo de mi edad, con quien te podés pelear, el poder cuando vos lo desnudas enseguida tratan de desclasificarte, a mi me dijeron que estaba borracho cuando fui al concejo pero estaba borracho de bronca, del enojo de que no hagan nada. Se que estuve mal, pero desde el 2018 que vengo reclamando, hay muchas personas mayores enojadas», confirmó Luciano.
Para cerrar dijo que «yo hago todo lo que puedo, porque no es mi única actividad, a mi me han hecho venir a Buenos Aires y me he tenido que volver porque te dicen que no te pueden atender».