Federico Hiebaum, presidente del club Estudiantes, habló con Primero Bahía a un año del trágico temporal.
«Nunca me voy a olvidar de eso, hoy podemos hablar que en el caso nuestro fue un conjunto de pequeños milagros que pasó que no hubiera ningún problema en el club, si hubiese ocurrido dos horas después y dejábamos todo así hablaríamos de otra cosa», comentó contando Hiebaum.
Además refirió que «fue un año muy intenso, trabajamos con tres cuartos del club, los padres colaboraron mucho. Se habla mucho de la cancha 3, pero todo el club sufrió algunos daños, seguimos trabajando en restaurar algunas cositas, con la cancha 3 se trabajó en los talleres de la empresa constructora y en la sede ya está el lote vacio, se está haciendo mucho pero no se ve».
«Creo que va a llevar un tiempo, vamos a necesitar salir a hacer campañas de recaudación para llegar al monto de la obra, Pampa nos ayuda muchísimo, pero nos va a faltar un resto para terminar la obra», consideró.
También afirmó que «fue todo una borágine, no tuvimos tiempo de pensar mucho, estuvimos trabajando todo el día en el lugar, trabajando para la fiesta y tipo 17:30hs llamaban familias que no iban a poder ir porque llovía o sabían que podía haber una lluvia más fuerte y en la comisión de papás decidimos suspenderla, veíamos que no venía bien en ese sentido, nunca pensamos que podía venir todo lo que pasó, después de ahí pasaron minutos y comenzó el temporal. Quedó una mamá y Susana que es la canchera del lugar, sobrevivieron porque se metieron en el Casanova, con todo el hormigón que tiene era bastante seguro».
«Cuando avisan en el grupo, yo había llegado a mi casa, me estaba bañando, veo el whatsapp y decía se cayó el techo y pensé en el estadio, y me dijeron que era la cancha 3, salí en medio del temporal para saber si había alguien lastimado, cuando llegué y estataba todo oscuro y mojado, es una imagen que no me la olvido más. No lo podía creer, estuve esa noche caminando en el patio de mi casa y mi familia mirándome por la ventana, en ese momento no sabíamos lo que había pasado en Bahiense del Norte, no teníamos noticias de nada, mi hija estaba jugando en el Dow y la última imagen que tenían allá era que se había caído la cancha en Estudiantes y nos sabían si yo estaba ahí porque ya no teníamos redes», indicó.
Para cerrar dijo que «muchos se acercaron, muchos salían con caras de dolor, la gente del barrio no lo podía creer, la parte colaborativa desde ese día hasta hoy no puedo quejarme porque todo el mundo trato de ayudar, al igual que lo hizo toda la ciudad, estoy muy agradecido por eso. Apostamos a tener un mejor 2025, yo estoy en contacto con Tiro, porque tenemos a Pampa Energía como empresa, Tiro está más avanzado en el tema de las construcciones».