Al no ganar el grupo, los españoles evitarán en su recorrido a Brasil en un posible cruce de cuartos de final y a la Argentina en una hipotética semifinal.
Día increíble en la Copa del Mundo. Estamos en la penúltima jornada de cierre de grupos e, inesperadamente, se han metido equipos en la fase final que uno no esperaba. Esto marca que los Mundiales son Mundiales y los partidos hay que jugarlos. Parecen verdades de Perogrullo, pero terminan siendo verdades que se confirman con el correr de los días.
A primera hora la sorpresa fue Marruecos, que se metió entre los mejores 16 dejando afuera a Bélgica, que había sido animadora en la última Copa del Mundo y también en la de 2014, cuando Argentina la eliminó en cuartos de final con gol de Gonzalo Higuaín.
Bélgica venía de estar entre los mejores cuatro y ahora se quedó afuera en primera ronda. Si uno ve el partido, sobre todo la segunda parte, hizo todos los méritos para ganarle a Croacia, que en ese caso se podía quedar eliminada. Sin embargo, Romelu Lukaku estuvo errado, no le salió una. El ex atacante del Chelsea y actual compañero de Lautaro Martínez en el Inter, falló goles increíbles, de intercountry, de esos que normalmente no pierde: suele hacerlos de mayor dificultad y hoy malogró los que eran sencillos.
Y en el plato fuerte de la noche estaban Alemania y España. En un momento los dos estuvieron quedándose afuera del Mundial. Ambos se fueron al descanso ganando y con esos resultados accedían a la fase final. Pero cuando arrancaron los segundos tiempos de repente pasaron a ganar Japón y Costa Rica y sus victorias los clasificaban a octavos.
España nunca pudo revertirlo: me pregunto si tenía ganas de hacerlo. Porque rápidamente llegó la información desde el banco sobre el empate, el tercer y cuarto tanto de Alemania, que tenía un condicionante: además de ganar, necesitaba marcar muchos goles porque los españoles le habían convertido siete a los costarricenses.
Me pregunto si España quería ganar sabiendo que a Alemania no le alcanzaba. ¿Estaba realmente urgido? Al no ganar el grupo, los españoles evitarán en su recorrido a Brasil en un posible cruce de cuartos de final y a la Argentina en una hipotética semifinal. Ahora va por el lado de Portugal, que tampoco es sencillo, pero me parece que a la hora de elegir…
Este era el rumor instalado hoy. Hablé con varios periodistas españoles y ellos creían que a España le convenía ser segundo. No sé si en el contexto que se dio, no sé si sufriendo como sufrió, porque terminó con la soga del cuello, pero España no se cruzará ni con Brasil ni con Argentina hasta una eventual final. Por su lado estarían Suiza, Portugal y tal vez Francia o Inglaterra en una semifinal.
Día apasionante, electrizante, en la Copa del Mundo. Mañana será otro más. Veremos quién se clasifica para cerrar la ecuación final. Uruguay buscará su lugar en el grupo que, como todo indica, lo liderará Portugal: ¿lo conseguirá?