El cirujano estético Anibal Lotocki está preso por homicidio simple con dolo eventual tras haber causado daños graves en los cuerpos de sus pacientes, su esposa, Majo Favarón realizó un video con una defensa poco certera hacia su marido y trató de “ignorantes” a quienes comentaban al respecto.
El 16 de febrero de 2022 Lotocki fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº28 a cuatro años de prisión e inhabilitación especial. Sin embargo, tras el fallecimiento de Silvina Luna su pena fue duplicada.
Es que si bien la muerte de la modelo no se consideró un homicidio, se agregó el caso como “Lesiones graves”, al igual que los episodios de Estefanía Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchi.
En la primera acusación, la fiscalía dictaminó que el médico provocó “la muerte de Cristian Zárate, por un obrar por demás desaprensivo, cuando intervino al nombrado quirúrgicamente sin haber adoptado los recaudos mínimos para eliminar los riesgos de comorbilidad en su paciente”
Sin embargo, la esposa del cirujano decidió responder a los usuarios en redes sociales y acusó: “Leo a través de sus comentarios, que hay tal ignorancia respecto del tema, de productos, de Anibal y todas esas cosas. Cuanta ignorancia hay en sus comentarios. Eso es bastante grave, para ustedes, no para mí”.
“Nunca inventé nada, de hecho, todas las veces que hablo, me apoyo en datos, no opiniones. Cuando los datos no coinciden con el relato masivo, nadie te quiere contar esos datos. A veces también entiendo porqué son ignorantes, porque hay muchas cosas que la televisión no te cuenta”, continuó Favarón.
A su vez, Majo consideró que la condena social -a parte de la judicial- contra su marido, fue culpa de los medios de comunicación: “No hay información, todas son opiniones, todos son opinator de turno cuando tienen opinión mediática. De esa manera, hace un año y medio, me rompieron la casa donde vivía, todo el auto. La gente toma partido de cosas que desconoce totalmente”.
A continuación, la vendedora de ropa en su domicilio, agregó un link con información que consideró “correcta”. En principio, el texto se refirió a la Disposición número 8341/11 de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
En la presentación se asegura: “¿Sabías que el polimetilmetacrilato (PMMA) estaba aprobado por ANMAT?”. Y agrega: “contaba con la aprobación oficial de la ANMAT bajo la disposición nro. 8341/11. Este material estaba indicado específicamente para volumen corporal, incluyendo glúteos, mamas y pantorrillas. A pesar de los titulares sensacionalistas, los hechos demuestran que su uso seguía estándares internacionales de seguridad”.
Sin embargo, el informe omite que en la aprobación -que sólo estuvo vigente por algunos meses- se permitía su uso en “pequeñas cantidades».
En la disposición se señala que deben utilizarse “microesferas de polimetilmetacrilato” con un “periodo de vida útil de 48 meses”.
Incluso, en las técnicas de inyección, la ANMAT explica que debe ser inyectado con “una pequeña cantidad de microesferas en el área deseada” con el fin de “aportar un aumento de volumen bajo la arruga o línea de expresión”.
A continuación, la defensa de la comerciante se titula “El morbo de la TV” y sostiene: “Los medios de comunicación no tardaron en alimentar el morbo con frases impactantes como ‘Lotocki inyecta aceite de avión’, ‘usa cemento’, ‘Lotocki inyecta materiales inusuales y peligrosos’”.
“Estas historias, tan llamativas como reales, buscaban captar audiencia, impulsando una persecución mediática que terminó destruyendo su reputación. Sin embargo, al analizar las pruebas, las acusaciones se desmoronan porque el dato mata relato”, agrega el escrito.
No obstante, los estudios realizados ante la justicia no lograron determinar con qué material Lotocki realizó una mezcla con el metacrilato propiamente dicho.
La misma fiscalía determinó que la muerte de Zárate ocurrió “por un obrar por demás desaprensivo, cuando intervino al nombrado quirúrgicamente sin haber adoptado los recaudos mínimos para eliminar los riesgos de comorbilidad en su paciente”.