En el primer día del juicio por el fallecimiento del Diez, el hijo que tuvo con Verónica Ojeda expresó su sufrimiento.
A cuatro años de la muerte de Diego Armando Maradona, este martes, el juicio que busca esclarecer las circunstancias del hecho tuvo su primera jornada. En un clima de alta tensión, los seres queridos del Diez siguieron cada parte del proceso. En ese contexto, Dieguito Fernando, el hijo menor del astro, se sumó al pedido de Justicia por su padre con un video.
Con la mirada fija en la cámara, el niño de 12 años pronunció una frase contundente: “Justicia por mi papá”. En el clip, el joven lucía una remera blanca con una imagen de la cara de su padre en tonos negros. En su pecho, la prenda resaltaba la frase “Justicia por Diego”. En la descripción del material, el adolescente agregó emojis de dos manos rezando junto a la frase: “Justicia por mi papá, ayuda a todos los que amamos a Diego Armando Maradona”. Su reclamo de justicia fue compartido en redes sociales por su madre, Verónica Ojeda.
La familia de Maradona también se hizo eco del inicio del juicio. Dalma y Gianinna Maradona, sus hijas mayores, usaron sus redes sociales para enviar mensajes de apoyo a la causa. Dalma escribió: “Llegó el día. Este partido no lo vas a jugar solo”, junto a una imagen icónica de su padre con la camiseta argentina. Por su parte, Gianinna publicó la frase que se ha convertido en lema de la causa: “Justicia por Diego”.
En la cuenta de Instagram que ambas administran desde la muerte de su padre, replicaron el pedido con una imagen completamente negra, reflejando la gravedad del momento y la determinación de la familia en su lucha por esclarecer lo ocurrido.
Así las cosas, la causa tiene nombres y apellidos. Siete personas se sentarán en el banquillo de los acusados: la psiquiatra Agustina Cosachov, el neurocirujano Leopoldo Luque, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, la médica clínica Nancy Edith Forlini, el enfermero Ricardo Almirón, el jefe de enfermeros Mariano Ariel Perroni y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna. Una octava acusada, la enfermera Dahiana Madrid, será juzgada más adelante, en un proceso paralelo. Todos deberán responder por el delito de homicidio simple con dolo eventual, una calificación que podría significar condenas de entre 8 y 25 años de prisión.
El punto central del juicio es determinar si los profesionales fueron negligentes en su tratamiento, si no actuaron a tiempo o si directamente desatendieron a Maradona en un estado de vulnerabilidad. La figura de dolo eventual implica que los acusados habrían tenido conocimiento del riesgo que corría Maradona y, aun así, no habrían tomado las medidas necesarias para evitar su muerte.
Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, en una casa del barrio privado San Andrés, en Tigre. Según la autopsia, la causa de su muerte fue un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica exacerbada”.
Sin embargo, la fiscalía sostiene una versión mucho más dura sobre las condiciones en las que murió el exfutbolista. En el expediente judicial se afirma que Maradona falleció en un estado de “desamparo”, sin recibir la atención médica adecuada y “librado a su suerte”. Los fiscales Patricio Ferrari, Cosme Iribarren y Laura Capra, a cargo de la investigación, aseguran que hubo negligencia en su cuidado y que su equipo médico no actuó a tiempo para evitar el desenlace fatal.
El juicio por la muerte de Diego Maradona se extenderá hasta julio y contará con la declaración de 192 testigos. Durante las primeras audiencias, se llevarán a cabo procedimientos técnicos, como la lectura de la acusación fiscal y los alegatos de apertura de las defensas. Sin embargo, el proceso alcanzará su punto más crítico cuando comiencen a desfilar los testigos clave, entre ellos familiares, amigos y profesionales que tuvieron contacto con Maradona en sus últimos días.