Máximo Kirchner rompió el silencio luego del fallo de la Corte Suprema que condenó a prisión e inhabilitó a su madre, Cristina Fernández de Kirchner, para competir en las próximas elecciones legislativas. En una entrevista televisiva, el diputado nacional y presidente del PJ bonaerense expresó su rechazo al accionar judicial, respaldó a la ex vicepresidenta y envió señales claras a la interna del peronismo, especialmente hacia el sector que encabeza Axel Kicillof. “Estas no son reglas del juego”, afirmó, al considerar que existe un “acostumbramiento a una forma de funcionamiento corrosiva”.
En su intervención, Kirchner aseguró que Cristina “está muy firme” y “sabe que su deber es con la gente”. También recordó la salida del gobierno de su madre con una fuerte legitimidad popular y lanzó dardos hacia ciertos sectores del peronismo que, sin nombrarlos, apuntaban al gobernador bonaerense. “Si esto se transforma en un festival de vanidades y egos, es más complejo todavía. La dirigencia tiene una responsabilidad enorme”, advirtió. Además, criticó a quienes ante las primeras diferencias “tocan los tarros y se van o están todo el día haciendo ruido de llaves”.
Con un discurso centrado en la necesidad de preservar la unidad, Kirchner remarcó que las diferencias deben dirimirse en los ámbitos adecuados y con objetivos claros. “Hay personas que piensan que si no estamos nosotros, tienen más oportunidades de crecer”, señaló, en otro pasaje donde dejó en evidencia el malestar con quienes buscan capitalizar la salida de CFK de la contienda electoral. En ese contexto, advirtió que en el armado bonaerense se deberá tener claridad sobre “quién va y qué va a hacer, qué va a votar y qué no”.
Finalmente, el líder de La Cámpora apuntó contra la despolitización y la dependencia de los sondeos. “Hay dirigentes que agarran un focus group y se quedan con eso. No hay capacidad de hacer agenda propia”, criticó. También afirmó que su apellido no lo habilita por sí solo para liderar: “En 2014 dije que no había apellidos milagrosos”. Cerró con una reflexión sobre el presente político: “Tenemos que tratar de que la sociedad se interese por su destino, invitarla a soñar. La tarea es que llegue a la Rosada alguien que no deje las convicciones en la puerta”.