Carolina Bostal, Gerente de INCUDI, habló con Primero Bahía sobre cómo se encuentra la institución.
«La verdad es que estamos muy preocupados y buscando alternativas de financiamiento que debería mantenerse con el aporte de las obras sociales, nos preocupa este desentenderse del Estado, sabemos que las ayudas no llegan, como cualquier persona se tiene derecho a una vida digna, las personas con discapacidad tienen otra dependencia y necesidad y el Estado debe asegurarse a que ellos accedan. Se tiene que cumplir lo que dice la ley y las instituciones estamos muy complicadas a nivel económico», comenzó diciendo Bostal.
Además indicó que «hay un nomenclador nacional que define cuanto cobra un prestador de servicio, la obra social paga lo que el nomenclador dice, llegó a un punto que es insostenible, por lo que necesitamos que se haga algo. El trabajo que se hace en INCUDI es enorme y hermoso, hay un equipo de trabajo valiosisimo, con cinco equipos, dos hogares, viven 54 personas entre los dos y dos centros de días, es para adultos con discapacidades complejas, y por ahí no tienen un espacio para poder desarrollarse, están de 8 a 17hs y tenemos casi 80 personas ahí, además tienen sede y acompañamiento en inclusión, toda esta estructura que atiende más de 140 familias, tiene por habilitación te exigen tener determinada cantidad de personal que son necesarias, somos más de 100 personas y cuesta mucho mantener».
«Esto lleva tres años, el nivel de endeudamiento es muy grande y no somos solo INCUDI, todas las instituciones estamos igual, el Estado debería garantizar que las obras sociales paguen lo que deben. Las puertas siempre están abiertas para recibir colaboraciones, recibimos de varias empresas de Bahía, además del municipio, provincia y nación, pero el nivel de endeudamiento es tan grande que uno no puede vivir de subsidio en subsidio, aunque estamos agradecidos, nosotros invitamos a las empresas a donar en el marco de la deducción del impuesto a las ganancias», consideró la gerente de INCUDI.
Para cerrar dijo que «La lucha es que se haga lo que corresponda porque son los derechos de las personas con discapacidad, en vez de contar las cosas lindas que se vienen haciendo, como pensar un viaje a Monte, editar una revista y demás y sin embargo siempre caemos en el reclamo y la queja que no nos gusta tanto pero es necesario».