Walter Cravero, Secretario de Infraestructura de la UNS, estuvo presente en Primero Bahía para contar el plan de reconstrucción de la Biblioteca Central después de la inundación.
«El subsuelo tuvo más de dos metros de agua, había una sala de lectura, por lo que la biblioteca se transformó en un lugar de encuentro y estudios, se perdieron entre 50 y 60 mil volúmenes. Los libros más valiosos no estaban en el subsuelo, si bien no se perdieron las colecciones completas, algunas quedaron incompletas, la mayoría de las revistas se han pasado todo a digital desde hace muchos años», comenzó contando Cravero.
Además destacó que «para los estudiantes y docentes es muy importante la parte bibliográfica, la biblioteca es muy importante para todas las universidades, la gente de biblioteca hizo un esfuerzo impresionante para recuperar lo que se puede, pero va a llevar tiempo, mucho de los libros que se necesitaban urgentemente se cambiaron por digitales para poder tenerlos y otros se están rastreando con otras universidades y bibliotecas».
«La pérdida y las últimas estimaciones de libros son 2 a 3 millones de dólares, la plata no viene por el momento, no hay presupuesto. Los libros digitales son más económicos, son suscripciones anuales, es una forma de arrancar para tener acceso a los libros y la compra del libro digital se está descontinuando, hoy todo se ha vuelto un servicio y todas son suscripciones anuales. La bibliotecnología ha ido avanzando en forma pareja, es una corriente que lo arrastra a uno, hay restricciones presupuestarias también a eso, se cortaron las suscripciones a las revistas científicas, la UNS tiene algunas suscripciones pero eso fue un retroceso. Hubo gestiones para donaciones», señaló.
También consideró que «en lo que se refiere a la riqueza bibliográfica va a llevar mucho tiempo e imaginación, porque lo cierto es que no podemos volver a utilizar el subsuelo como archivo, se inundó toda una manzana en Alem y no podemos volver a utilizarlos como los utilizábamos, es un 10% de lo que es la superficie de la universidad, por lo que tenemos que ver la función que tendrán los subsuelos para la UNS, se recambiará a la sala de lecturas, con espacios aulicos, donde si hay una emergencia se desaloja y listo».
«La UNS puede contribuir para buscar las soluciones a nivel ciudad, lo que pasa en el mundo podemos ir a protestar pero no va a depender de nosotros, se puede preparar la ciudad y la región, además de la UNS para estos eventos, no se volverán a utilizar los subsuelos para equipamiento valioso. Los libros conviven con la gente, acá estaba pensado como para que se entreguen los libros desde un despacho, pero ahora con toda la cuestión digital y demás la bibliote va para otro lado, hay que construir un espacio para que se pueda seguir adaptando esos cambios y solo se puede hacer en Palihue eso», resaltó Cravero.
Para cerrar dijo que «hay dos cuestiones, una es la digitalización, donde una preserva la información impresa, pero no otro tipo de información como el papel que se utilizaba, la tinta y demás y para eso se necesita lo físico, por eso se necesita un espacio para eso. Si uno va ahora a la biblioteca de la UNS va a ver que las salas de lectura han cambiado mucho, antes se estudiaba en las casas, hoy con las nuevas formas de vivir eso es muy díficil de hacer por lo que buscan en la biblioteca un espacio para ir a estudiar, si vas un 25 de diciembre, vas a encontrar la sala llena, la biblioteca no cierra nunca y todos los fines de semana está llena de estudiantes, tenemos que volver a refuncionalizar la sala de lectura, la idea es pasarla al subsuelo y usar la sala de lectura actual con un archivo de libros que son los más requeridos por los estudiantes, los demás quedarán en un archivo y deberán ser pedidos con tiempo».
«Tenemos donaciones de tres universidades, la de Mar del Plata, el Litoral y Misiones, que nos dieron parte de su presupuesto para ayudarnos, los rectores consiguieron la aprobación del pedido y se utilizará para poder realizar esta obra. Con la Universidad de Mar del Plata se viene trabajando desde hace años, eso promovió el gesto de la universidad, el rector de Mar del Plata dice algo muy cierto que no se tienen que tomar las universidades de manera aislada, nosotros no competimos con las otras universidades públicas, por lo que cuando se sufre una catástrofe se tiene que acudir al miembro golpeado, la UNS deberá en su momento devolver este gesto que tuvieron, con alguna otra institución que sufra de la misma manera», sentenció.